viernes, 25 de marzo de 2011

ACUERDOS CONTRA LA VIOLENCIA

EMILIO ÁLVAREZ ICAZA

México vive una etapa crítica en materia de seguridad. La ciudadanía está en una situación de alta vulnerabilidad ante una espiral de violencia cada vez mayor. Vivimos una onda expansiva de violencia que alcanza distintos ámbitos de nuestras vidas. Esto se explica, en gran medida, por las incapacidades del Estado, pasadas y presentes (sobre todo en materia de justicia), y como consecuencia de una delincuencia galopante y con pocos límites. Nos enfrentamos ante escenarios inéditos que generan un enorme desconcierto y temor. Nuestra sociedad parece no tener los elementos eficientes y suficientes para enfrentar actos que conllevan una enorme violencia, lo que a su vez conlleva a la ruptura del tejido social y genera una gran cantidad de víctimas individuales, colectivas y sociales. Estas experiencias traen consigo enormes desafíos también para los medios de comunicación: ¿cómo reportar una noticia sin ser correa de transmisión de la delincuencia?, ¿cómo ejercer la libertad de expresión y evitar caer en la apología de la violencia? Éstos y muchos otros dilemas no son fáciles ni simples y suponen claridad y convicción, sobre todo para no exponer a las víctimas, periodistas y reporteros. Las certidumbres generadas por este contexto obligan necesariamente a abrazar las razones y fundamentos de un Estado democrático de derecho. Tenemos que desarrollar un proceso de construcción social contra la violencia en el que los medios de comunicación jueguen un papel privilegiado. Por eso resulta esperanzador ver dos importantes iniciativas en este sentido. La primera, de carácter particular y pionero, fue que hace dos días El Universal constituyó un Consejo Consultivo integrado por expertos y expertas en temas de seguridad pública y derechos humanos, el cual tendrá como objetivo apoyar su trabajo diario en temas relacionados con la inseguridad y la violencia, para que la labor periodística se apegue a los principios de legalidad, respeto y promoción de los derechos humanos. Un primer resultado de los trabajos del Consejo fue generar un documento que resume los criterios editoriales que El Universal observará en sus coberturas sobre crimen organizado y violencia, con énfasis en la vigencia del respeto al Estado de derecho, sus instituciones y la existencia los derechos ciudadanos fundamentales, entre ellos los del debido proceso, presunción de inocencia, dignidad y respeto a las víctimas. Asimismo, se reconoció que es un proceso que inicia y requerirá de la formación y capacitación de todo el personal para que estos criterios se observen en toda la labor informativa. La segunda, de carácter general, fue la presentación ayer de una iniciativa que incluye a más de 700 medios de todo tipo, televisoras, radiodifusoras, medios impresos y sitios electrónicos de información. Los directivos y representantes de los medios firmaron un Acuerdo contra la Violencia y se comprometieron a ceñirse a una estrategia que otorgue al trabajo periodístico más profundidad y limitar los efectos propagandísticos del crimen organizado. Este acuerdo se regirá por los siguientes principios rectores: el respeto a las libertades de expresión y de prensa, la independencia editorial de cada medio de comunicación, la obligación de los medios para informar con profesionalismo y la responsabilidad social de los medios sobre lo que informan, entre otros. Es de vital importancia resaltar que para que estas iniciativas lleguen a buen puerto se tendrán que desarrollar mecanismos efectivos de seguimiento, así como una protección específica y verdadera a los reporteros y periodistas, no sólo en materia de seguridad y justicia, sino también en materia laboral, salarial y social en las que se experimentan grandes retrasos. Con sus limitaciones, tanto el Consejo como el acuerdo mandan el mensaje de enfrentar la amenaza de la violencia desde las convicciones e instituciones de la democracia y en los diversos espacios sociales. Es el inicio de un proceso, el primer paso ya se dio.

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