miércoles, 22 de octubre de 2008

RECHAZO A INTERESES EXTRANJEROS

CARLOS ARELLANO GARCIA
Con un argumento sumamente breve, como si fuera una varita mágica, se pretende enfrentar la variada y profunda problemática de Petróleos Mexicanos, así se expresa, en propaganda repetida que se va a "fortalecer a Pemex" y, ese fortalecimiento se hace consistir en permitir la intromisión de intereses particulares, nacionales o extranjeros, en renglones importantes incluidos en la explotación del petróleo, lo que, según disposición constitucional expresa, corresponde, en exclusiva, a Pemex.Por supuesto que, no compartimos ese aserto, de fortalecer a Pemex, mediante la fórmula inconveniente de que, inversiones de particulares, nacionales o extranjeros, ocupen sectores de la explotación que, en exclusiva corresponden a Pemex, con todas las consecuencias internacionales que pueden sobrevenir y que deben preverse. Las inversiones extranjeras en Pemex, en renglones económicos que le corresponden a su exclusiva explotación de petróleo, hidrocarburos y petroquímica básica, no son la vía idónea para resolver tantos problemas de Pemex. Cada uno de los problemas de Pemex, deben solucionarse con tino y patriotismo, y, no deben darse palos de ciego, con decisiones equivocadas, que pueden llevar a graves perjuicios a la soberanía nacional, así como al patrimonio del pueblo mexicano. La solución de los problemas de México no debe buscarse en el exterior, debe investigarse, consultarse a expertos, realizarse estudios de fondo. Se requiere una gran ingenuidad para pensar que se va a fortalecer a Pemex entregando a particulares extranjeros actividades de refinación, almacenamiento, transporte por ductos y petroquímica. Eso es debilitar, no fortalecer, y se marca una tendencia entreguista hacia intereses económicos y políticos de extranjeros, a cambio de nada, y, en perjuicio del interés público nacional. En lugar de ese camino equivocado debieran procurarse fórmulas reales y efectivas, impregnadas de inteligencia y de patriotismo, para que se tomen medidas idóneas atingentes, respecto de todos y cada uno de los problemas que se sabe agudizan el deterioro del organismo descentralizado: Petróleos Mexicanos.Frente a la situación problemática que, en tantos aspectos, agudiza el deterioro de Pemex, es urgente la toma de medidas atinadas, inmediatas, prácticas, equilibradas, bien reflexionadas y debidamente aplicadas, para que el petróleo ocupe, antes de que se agote, el importante lugar que le corresponde, ya que es un trascendente motor de crecimiento económico y una base para la producción industrial del país, así como para el transporte de toda clase de mercaderías.Lo que ha causado enorme asombro es el hecho de que, precisamente, en el momento en que los precios del barril de petróleo crudo ascendieron de manera inusitada, con ruptura de récords no imaginados, haya surgido la presunta urgencia de extranjerizar el petróleo mexicano, sin que, para esa postura les haya parecido un obstáculo real y serio lo dispuesto en la Constitución, en los artículos 25, 27 y 28, a los cuales ya nos hemos referido en colaboraciones anteriores.Los errores se pagan y, en ocasiones, el precio suele ser muy alto, como ocurre en México con el petróleo. Ha subido, en una inusitada trayectoria ascendente, muy veloz, el precio del petróleo crudo pero, siendo éste el insumo indispensable para la gasolina, en forma elemental, se desprende que, como consecuencia, también ha sufrido una alza de precios este combustible y la carestía ha significado un desnivel económico que causa gran mella en los ingresos que nuestro país ha obtenido del petróleo, mismos que se fugan con destino a la adquisición de gasolina, en el entendido de que, mientras la producción del petróleo ha disminuido, se ha incrementado la necesidad de importar gasolina.

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