martes, 26 de marzo de 2013

PRIMER PASO*


JORGE ALCOCER

Lo he dicho antes: cuando oigo hablar de "parteaguas", me pongo el impermeable. La aprobación en la Cámara de Diputados del dictamen relativo a la reforma constitucional en telecomunicación, competencia económica, televisión y radio es apenas el primer paso de un trayecto largo y sinuoso.

Con el colmillo político afilado, los coordinadores de los tres principales grupos parlamentarios supieron colocar por delante el objetivo principal; dejando de lado tanto los resquemores como las presiones de tirios y troyanos; construyeron los puentes de entendimiento, que hicieron posible una sólida mayoría de 414 votos aprobatorios. Atrapados en su laberinto, los diputados del PT, MC y un segmento minoritario del PRD decidieron votar en contra. Sumaron 50 votos, testimonio de conversos y de jóvenes que no leen.

Mantengo frente al dictamen aprobado críticas y reservas, pero entiendo que el valor a tutelar es sentar las bases constitucionales que permitan romper la anómala condición de virtual monopolio que caracteriza a la mayoría de los sectores clave de nuestra economía. El foco de atención ha estado en telefonía, fija y móvil, en televisión, abierta y de paga; pero si observamos otros sectores de la economía, encontraremos la misma situación de predominio monopólico.

La reforma en curso es como las muñecas rusas llamadas matrioska, que tienen adentro varias. Las tareas que deberá emprender el Instituto Federal de Telecomunicaciones, para dar paso a la competencia en el sector, podrían palidecer ante la titánica tarea que se asigna a la Comisión Federal de Competencia, responsable de impulsar la misma condición en los demás sectores de la economía.

Un economista del siglo XIX, hoy casi olvidado -se llamaba Carlos Marx-, anticipó, en sus últimos escritos, que los motores del capitalismo maduro serían la competencia y el crédito. Así es. La competencia dinamiza la inversión, fortalece los mercados, beneficia a los consumidores, permite multiplicar el empleo y elevar el ingreso de los trabajadores. El crédito es el combustible que hace funcionar los motores de la industria, el comercio y los servicios. Pero ambos motores requieren regulación.

Vendrá el dictamen, debate y votación en el Senado, que se verá sometido a iguales o mayores presiones que las ejercidas por los sujetos regulados. Indebido será pedir a los senadores que aprueben en automático la minuta que les ha turnado su colegisladora, como indigno sería que los cambios que, en su caso, aprueben, sean producto de las presiones de cualquiera de los dos emporios privados, enfrascados en sorda lucha por obtener ventajas para sí y perjuicios para el otro.

Es deseable que si en el Senado se considera necesario hacer modificaciones a la minuta, el asunto sea trabajado en conferencia con los diputados, para que el trámite legislativo quede concluido en abril y la minuta así aprobada por ambas Cámaras sea enviada a las legislaturas estatales, las que, cabe recordar, solamente pueden pronunciarse por el sí o por el no, sin hacer cambios.

Concluido el trámite de reforma constitucional, y promulgado el respectivo decreto, corresponderá al Congreso adecuar la legislación secundaria, que incluye la expedición de una ley única para regular los servicios de telecomunicaciones en eso que se denomina el triple -o cuádruple- play, teléfono, internet, televisión y radio. También deberán adecuarse, entre otras, las leyes que rigen a los órganos reguladores.

Al presidente Peña Nieto corresponderá instrumentar muchas de las acciones contempladas en los artículos transitorios del decreto, algunos con deficiente redacción y mala sintaxis. Un problema adicional es que no existe armonía, conceptual ni temporal, entre el proceso de adecuación de las leyes, a cargo del Congreso de la Unión, y las acciones que se imponen al Ejecutivo, lo que deja un espacio mayúsculo para la incertidumbre, o la discrecionalidad.

Bien harían los coordinadores parlamentarios en promover, cuanto antes, grupos de trabajo, con legisladores, especialistas, comisionados en activo y funcionarios del gobierno, para redactar las iniciativas de reforma a las leyes vinculadas a lo que resulte aprobado en el Congreso. En múltiples ámbitos existen experiencias y conocimientos que deben ser aprovechados para que los siguientes pasos sean firmes.

*Reforma 26-03-13

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