sábado, 18 de agosto de 2012

CONGRESOS LOCALES


JOSÉ WOLDENBERG

Como se sabe, el 1o. de julio también se eligieron 15 congresos locales (bueno, contando la Asamblea del DF). Resultan importantes no sólo porque son el Poder Legislativo local, sino porque de su composición dependen, en principio, los márgenes de acción, en ese campo, del Ejecutivo.
Pues bien, su composición no deja de ser elocuente. En siete no habrá mayoría absoluta de diputados de ningún partido; en cuatro, el PRI tendrá esa mayoría; en tres, el PRD, y en una, el PAN. En los primeros siete se requerirá de acuerdos para hacer avanzar cualquier iniciativa, y en los otros ocho, de inicio, algún partido puede hacer prosperar sus deseos sin la concurrencia de los otros.
En Campeche, el PRI ganó 20 de los 21 distritos de mayoría relativa; en Chiapas, el PRI tendrá 21 de 40 diputados (luego del reparto de uni y plurinominales); en el Estado de México, 41 de 75, y en Yucatán, 15 de 25. En esas cuatro entidades, además, el gobernador es del mismo partido, aunque en Chiapas se trate de un militante del PVEM, al que también postuló el PRI. Son los estados en los que sus respectivos gobernadores tienen condiciones propicias para hacer avanzar sus iniciativas.
Por su parte, el PRD ganó 34 de 66 diputados en la Asamblea Legislativa del DF; 27 de 46 diputados en el Congreso de Guerrero y 21 de 35 en Tabasco. Al igual que el PRI en las anteriores cuatro entidades, en estas tres, el jefe de Gobierno y los gobernadores también son del PRD por lo que especulativamente tienen buenas condiciones para que sus propuestas prosperen en el Legislativo local.
El PAN solamente en Guanajuato logró eso. "Su gobernador" será acompañado por 19 diputados de un total de 36.
En siete entidades, sin embargo, como ya apuntábamos, la negociación entre partidos (o bancadas) será necesaria. Colima tendrá 11 diputados del PRI, 7 del PAN, 3 del Panal, 2 del PRD, 1 del PVEM y 1 del PT. En Jalisco, el PRI tendrá 17 diputados, 15 el PAN, 5 MC y 2 PRD. En Morelos, el PRD-PT-MC logró 13, PRI-Panal 8, PAN 4, PVEM 3 y el Partido Socialdemócrata (local) 2. En Nuevo León, el PAN tendrá 20, el PRI-PVEM 15, el Panal 3, el PRD 2, el PT 2. En Querétaro, el PAN alcanzó 10, el PRI 6, la Coalición PRI-PVEM-Panal 4, Panal 2, PVEM 1, PRD 1, MC 1. En San Luis Potosí, la distribución fue la siguiente: PRI 9, PAN 6, PVEM 5, PRD 2, Panal 2, PT 1, MC 1 y un partido local 1. En Sonora la coalición PAN-Panal ganó 10 distritos (bueno, en uno fue solo el PAN) y la del PRI-PVEM otros 10. (En los datos de la página del Consejo Estatal Electoral de Sonora no aparecen los resultados de un distrito, el V, Nogales Sur). Al repartir los plurinominales ambas coaliciones quedan con 15 diputados cada una y dos más son para el PRD. (Todos los datos, salvo los de Sonora, están tomados de la revista Voz y voto 234. Agosto, 2012).
Esas cifras resultan interesantes para observar la distribución del poder en las entidades, pero sirven también para discurrir en torno a las dificultades que los gobiernos locales tendrán con sus respectivos legislativos. En Colima, por ejemplo, al gobernador del PRI le bastaría una alianza con el Panal para obtener una mayoría absoluta de asientos en el Congreso local (14 de 25), pero eso mismo no lo alcanzaría con un arreglo con el PVEM (12 de 25).
En Jalisco, la bancada del PRI necesitará de acuerdos con el PAN o con el MC para forjar una mayoría absoluta de votos. Si sólo lo hiciera con el PRD le faltaría uno (19 de 39). En Morelos, el gobernador del PRD puede mirar a varios lados para construir mayoría: la puede hacer con el PAN (17 de 30), con el PRI-Panal (21 de 30), con el PVEM (16 de 30), ya que con el PSD apenas quedaría mitad y mitad (15 de 30). Y ello, repito, porque solo no tiene los votos suficientes para aprobar nada.
En Nuevo León, el PRI, el PVEM y sus aliados locales tienen apenas 15 de 42 escaños. Si hicieran alianza con el Panal llegarán a 18, lo que tampoco les alcanza. Necesitarían los votos del PRD y el PT para obtener apenas 22 de 42. Claro, si la alianza es con el PAN -que por sí solo logró 20 escaños- tendrían una mayoría holgada. El PAN, por su parte, si logra un acuerdo estable con cualquier otro partido, puede convertirse en la voz cantante en el Congreso local. En Querétaro, PAN y PRI están parejos (10 y 10) si los 4 de la coalición que giró en torno al PRI se le suman a los 6 que obtuvo solo el PRI. Pero se requieren otros 3 para armar una mayoría absoluta y el PRI los puede encontrar en el Panal (2) y el PVEM (1).
En San Luis, si el PRI y el PVEM trabajan conjuntamente tendrán la mayoría absoluta de los escaños (14 de 27), pero si no, el PRI tendrá que buscar construir la mayoría con otros partidos. Y el caso de Sonora resulta curioso: un empate entre dos coaliciones: PAN-Panal y PRI-PVEM (15 a 15), sólo que el PRD puede ser el fiel de la balanza con sus dos diputados. Porque aunque falta un diputado de mayoría relativa por asignar, no alcanza para forjar mayoría absoluta. Se requieren 2.
El mundo de la representación es complejo; su aritmética sencilla.

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