JOSÉ WOLDENBERG
Arnoldo Martínez Verdugo fue el primer y único candidato del PSUM a la Presidencia de la República. El Socialista Unificado se había creado apenas el 6 de noviembre de 1981, fruto de la unión de los partidos Comunista Mexicano, Socialista Revolucionario y del Pueblo Mexicano, y de los movimientos de Acción Popular y de Acción y Unidad Socialista, y dio paso al Partido Mexicano Socialista en 1987 fruto de una nueva fusión de partidos. En 1982 contendía en los primeros comicios generales después de la reforma de 1977.
Me asomo al periódico del Partido, Así Es, y encuentro en el número 1 (28 de enero de 82) una gran fotografía de Arnoldo en la portada. La entrevista al candidato se titula: "Solo el PSUM busca una democracia integral". Eduardo del Castillo hace la crónica de la campaña. Narra el paso de la caravana por las ciudades y pueblos, las carreteras, caminos y veredas de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán. Se trata de la segunda etapa del recorrido. La primera había arrancado en Guerrero, en la Montaña, en Alcozauca, pequeño municipio gobernado desde 1979 por el PCM. Se puede leer la toma de posición de Arnoldo en relación al problema agrario, la democratización del país, las cuestiones electorales, la carestía, los pueblos indígenas. Es difícil reconstruir el ambiente de entonces, el clima anímico, las ilusiones. Pero esas páginas algo retienen. Son las huellas que permiten imaginar las pisadas.
Hojeo también al libro-crónica de Roberto Rock y Rogelio Hernández, Zócalo Rojo (Océano. 1982), en cuyo prólogo Rolando Cordera (responsable del área de análisis del Comité Central e integrante de la Comisión Política) rememora momentos inolvidables: "la entrada a Alcozauca de cara a la manta que pide la ayuda de Dios para los que luchan por el socialismo; la reunión nocturna con los habitantes de Alpoyecancingo y la advertencia seria... de aquel compañero que nos dijo que ya no querían ser parte de los pueblos olvidados; la tarde del mitin en mixteco, junto con mil obreros agrícolas en pleno Valle de Culiacán; el optimismo propiciado por el empuje de los ejidatarios de Caborca en Sonora...; el diálogo difícil pero... serio con los mineros en Parral, o los electricistas y nucleares en La Boquilla; los varios cientos... de obreros en Monclova y Las Truchas; los nuevos, frescos, prometedores militantes sindicales del metal y la química en Monterrey o Naucalpan; los agresivos y cariñosos colonos de Mazatlán o Hermosillo... eso nos dio la Marcha por la Democracia que Arnoldo inició en la Plaza de Santo Domingo el 4 de diciembre...". Política a la luz del día, ejerciendo derechos, explotando las libertades, entrando en contacto con grupos de todo tipo. El libro recupera crónicas de la época, incidentes, dificultades. Y lo hace siguiendo la ruta de la campaña: estado por estado, ciudad por ciudad, pueblo por pueblo.
Consulto al libro del propio Arnoldo, El Proyecto Socialista (Ediciones del Comité Central. 1983), que es una selección de los discursos pronunciados por él durante la campaña y agrupados en capítulos: "la oligarquía mexicana y la crisis; el imperialismo y nuestra frontera; defensa de los recursos naturales; hacia una nueva sociedad rural; la reforma política de hoy; libertad y democracia sindicales; nuevas fuerzas para el cambio; México será de sus trabajadores". Planteamientos discutidos, no improvisados, fruto de un trabajo colectivo, pero pacientemente revisados por Arnoldo que, a lo largo del trayecto, jamás pronunció un discurso del que no estuviera convencido. Cada formulación, cada crítica, cada propuesta era aquilatada, cernida y finalmente redactada o aprobada por él. Planteamientos que como ecos del pasado hoy se pueden visitar.
El libro contiene un apéndice de fotos. Me detengo en él. Aparecen en diferentes marchas, mítines, foros, entre muchos otros, Adela Castillejos, Alejandro Gascón Mercado, Pablo Gómez, Carlos Sánchez Cárdenas, Miguel Ángel Velasco, Manuel Stephens, Enrique Semo, Othón Salazar, Sabino Hernández, Toño Franco, Roberto Jaramillo, Eliezer Morales, Arturo Whaley, Cuauhtémoc Sandoval, Amalia García, Manuel Terrazas, Marcos Leonel Posadas, Carlos Pereyra, Carlos Monsiváis, Froylán López Narváez, Elvira Concheiro, Gilberto Rincón Gallardo, Raquel Tibol, Eduardo Montes, Ramón Danzós Palomino, Salvador Castañeda, Antonio Gershenson, Manuel Pérez. Trayectorias distintas que apostaban a una izquierda unificada, socialista, democrática.
Papeles viejos. Documentos que hablan de los primeros pasos de la izquierda en lo que hoy sabemos acabó siendo una nueva etapa de la vida nacional. Entonces una campaña testimonial, programática (se decía), para acopiar fuerzas, para convertir a la izquierda en parte del paisaje. Fue una marcha difícil (poco dinero, desprecio de la radio y la televisión hacia lo que no fuera el PRI) y gozosa que portaba múltiples promesas. Algunas de ellas se han cumplido. Basta una cifra: el PSUM logró una bancada con 17 diputados... de 400. Era la tercera más grande.
*Reforma 06-06-13
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