JORGE ALCOCER
Cuando de sentarse a negociar reformas legislativas se trata, el método es factor decisivo para el éxito, o fracaso. Es casi inevitable que del primer acercamiento entre las partes surjan agendas saturadas; interminables listas de asuntos pendientes, según los humores y expectativas de cada partido. El argumento a favor de la saturación es que "todo tiene que ver con todo", que los problemas a tratar son indivisibles, y por tanto deben ser abordados y resueltos en un solo paquete.
Quienes abogan por la construcción de agendas delimitadas, con pocos asuntos a tratar, señalan que el gradualismo ha dado buenos resultados al permitir que el análisis sea de mayor profundidad y la construcción de soluciones tenga una perspectiva de largo plazo. En esa línea, se postula la separación de los temas políticos de los propiamente electorales; los primeros tienen que ver con la forma de gobierno y la integración de los órganos de la representación popular, en tanto que los segundos quedan constreñidos a los aspectos procedimentales de la competencia electoral.
En ese punto se encuentra hoy el debate sobre la reforma político-electoral, convertida en moneda de cambio para las reformas energética y fiscal. Gustavo Madero se ha pronunciado por tratar, en un periodo extraordinario a celebrarse este mes, solamente los asuntos electorales. En contraste, los coordinadores del PAN y del PRD en el Senado proponen entrar al dictamen y votación de su prolija iniciativa, en la que se mezclan asuntos de la más diversa índole, desde la reelección inmediata, pasando por la segunda vuelta en la elección presidencial, hasta la autonomía de la PGR y la Fepade.
Sin haber resuelto los pendientes de la reforma política de agosto de 2012 (el próximo sábado se cumplirá el plazo límite para expedir las leyes secundarias) ahora se agrega una abultada lista de asuntos a resolver en un plazo tan breve como los días que restan a este mes. Ya quedó demostrado que los compromisos establecidos en el Pacto por México, en estas materias, han resultado en un debate sobre lo que realmente se pactó; la confusión se agranda a la vista del compromiso 9 del Adendum al Pacto.
Un caso que ejemplifica esa confusión es la propuesta de crear el Instituto Nacional de Elecciones, enunciado en el último párrafo del apartado 5.3 del Pacto (compromiso 90). El PAN presentó, el 15 de mayo, iniciativa de reforma constitucional al respecto. Sin embargo, en la iniciativa suscrita por senadores del PAN y PRD (24 de julio) la propuesta es diferente: consiste en otorgar al Senado la facultad de "desaparecer" institutos electorales locales, en cuyo caso el IFE asumiría las facultades y tareas del instituto desaparecido. Suponiendo que el asunto se resuelve este mes, ¿cuál será la base de la discusión y eventual dictamen?
En principio es plausible la separación de los temas políticos de los electorales, pero la terca realidad terminará por volverlos a unir. Un ejemplo, de aceptarse la segunda vuelta habrá un impacto mayúsculo en el sistema electoral. Otro: la reelección inmediata de legisladores pone sobre la mesa del debate las fórmulas hasta hoy vigentes de integración de las Cámaras, e incluso el número de sus integrantes.
Bajo la hipótesis de que primero se aborda solamente la materia electoral, y posteriormente la política, lo más seguro es que habrá que corregir y aumentar lo que se haya escrito primeramente en la Constitución y las leyes, con las complicaciones y desgaste que eso supone. El gradualismo tiene límites, aunque sea por razones de técnica legislativa.
En lugar de seguir avanzando a trompicones, quizá lo mejor sea definir una agenda de temas político-electorales en la que se exprese de manera indubitable la voluntad de encontrar soluciones, y se excluyan aquellos en los que alguna(s) de las fuerzas participantes no está de acuerdo, ni hoy ni mañana. Una vez establecido lo anterior será posible fijar plazos y establecer un método para elaborar los dictámenes.
Para promulgar reformas electorales el plazo constitucional límite es 90 días antes que dé inicio el proceso electoral en que vayan a ser aplicadas; la elección federal intermedia de 2015 dará inicio en octubre de 2014; para las elecciones locales concurrentes del mismo año, el mismo plazo es aplicable.
*Reforma 06-08-13
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