lunes, 1 de diciembre de 2008

¡MATEN A LOS MALOS, PERO NO A LOS ANIMALITOS!

LORENZO CÓRDOVA VIANELLO

El llamado Partido Verde Ecologista de México (PVEM) desató una agresiva y atosigadora campaña publicitaria en la que clama por la pena de muerte a quienes participan en ciertos delitos graves. Con un aporético juego de palabras, en cientos de anuncios espectaculares en el país se lee: “Porque nos interesa tu vida, pena de muerte a asesinos y secuestradores”, eslogan que se ha replicado en radio y televisión.
Pero no se trata sólo de una campaña propagandística. Congruente con su desatino, a fines de agosto de 2008 el PVEM presentó una iniciativa de reformas a la Constitución y a varias leyes federales para introducir la pena capital (justo cuando hace algunos meses la Carta Magna se modificó precisamente para prohibir tal práctica de forma expresa).
Paradójicamente, en las propuestas y compromisos que pueden leerse en la página web del PVEM, bajo el rubro de respeto a la fauna, encontramos una joya de la literatura ecologista:
Protegemos y respetamos la vida animal, aunque comprendemos la utilización de los seres entre sí, para la sobrevivencia [se comprende: verdes pero no vegetarianos]. Nos oponemos a la muerte de animales por diversión, capricho o lujo, y a la injusta prisión [sic] a que son sometidos en las incómodas jaulas de los zoológicos o casas particulares. […]
Nos inconformamos ante todo sufrimiento provocado a seres inocentes, incluyendo a los animales, a quienes respetamos sus derechos a la vida y bienestar.
Lo absurdo de esa paradoja es aún más evidente si se piensa que el resto de los partidos verdes del mundo condenan de manera expresa la pena de muerte por la incongruencia que ésta implica respecto del ideario ecologista que parte, al contrario, de la preservación del ambiente, recursos naturales, fauna, flora, etcétera, como vía privilegiada para preservar la vida humana.
En entrevista con la prensa, la diputada Gloria Lavara, quien presentó la iniciativa señalada, subrayó que el PVEM no busca “un ánimo de venganza, ni aplicar una Ley del Talión”. Tiene razón, pues se trata de un oportunismo electoral mero y llano. Y es que con el desmesurado crecimiento de la delincuencia y de la inseguridad, la de la pena capital se ha convertido en un peligroso pero difundido lugar común entre muchos ciudadanos.
Parece que ahora que los partidos pequeños ya no podrán lucrar con la figura de las coaliciones, la lucha desesperada por mantener el registro de cara a los comicios del próximo año los llevará a plantear cualquier estrategia para “cachar” votos a toda costa, aun cuando ello resulte incongruente con los principios que, se suponía, los inspiraban. ¿Será?

1 comentario:

Anónimo dijo...

oye hermano, en verdad se agradece la existencia de tu blog y màs cuando tienes tan buenos textos como los del dr Còrdova Vianello, hasta pronto y sigue asi