jueves, 15 de noviembre de 2012

LA ESTRATEGIA DESNUDA*


MIGUEL CARBONELL

Rubén Aguilar Valenzuela y Jorge G. Castañeda son dos de los más filosos e informados analistas políticos de México. Tienen amplia experiencia académica y sólidas credenciales en el servicio público. Desde hace años han publicado en forma de libro pequeños ensayos sobre temas de actualidad, en particular sobre seguridad pública y guerra contra el narco.

En su más reciente texto Los saldos del narco: el fracaso de una guerra (Punto de Lectura, 2012), le ponen un descontón a la principal bandera del sexenio de Calderón: la guerra contra el crimen organizado.

Con el auxilio de un apabullante análisis de cifras, datos duros y encuestas de opinión pública, Aguilar y Castañeda deshojan uno a uno los fundamentos en los que Calderón se apoyó para lanzar su ofensiva. El escenario final es tan desolador como elocuente: el Presidente no obtuvo ninguno de los beneficios que anunció y su sexenio será recordado como uno de los peores en homicidios, extorsiones y secuestros.

La hipótesis de los autores se repite a lo largo de varios de los capítulos: Calderón lanzó la guerra contra el narco como una forma para legitimarse, luego de la complicadísima situación postelectoral de 2006 y la todavía más complicada toma de protesta. Ahora bien, el costo de esa estrategia de legitimación fue altísimo para el país, sin que se aprecien muchos beneficios todavía.

En el año 2007 hubo en México 8 mil 867 homicidios dolosos; en 2011 fueron 27 mil 199. Eso supone que por cada 100 mil habitantes hubo en México 8.5 homicidios en 2007, pero ese dato se eleva hasta 24 en 2011; se multiplicaron por tres, dando marcha atrás a una tendencia de disminución de los homicidios que se había dado de forma ininterrumpida durante las dos últimas décadas, como lo demostraron Fernando Escalante y Eduardo Guerrero. Es probable que al terminar el sexenio el total de homicidios dolosos alcance la cifra de 122 mil.

Como lo señaló un editorial de Le Monde, recordado por los autores, se trata del conflicto más mortífero que haya existido en estos años en el planeta. Ni en Irak o Afganistán ha habido tantos muertos como en México.

Esa enorme sangría no tuvo efectos en el consumo de drogas en México. La más reciente encuesta nacional de adicciones muestra tasas muy bajas de personas que alguna vez en su vida han probado una droga ilícita: apenas 5.5%, frente a 42% de estadounidenses. El promedio mundial es de 7.8%, cifra respecto de la cual México sigue sensiblemente por debajo.

El mercado nacional de drogas es ínfimo y la venta de éstas no tiene ningún peso en la economía nacional (Aguilar y Castañeda calculan que puede ser de entre 0.7 y 0.8% del PIB). En realidad, lo que hemos intentado es hacerle el trabajo a EU, al procurar detener el tránsito hacia su mercado, que es el más suculento del mundo y en el que quieren estar todos los cárteles del planeta.

En varias declaraciones Calderón afirmó que el narco se había infiltrado en sectores de la vida política y social del país. Lo curioso es que al terminar su sexenio no hay ni un gobernador en la cárcel por vínculos con el narcotráfico, ni un secretario de Estado (ni de la actual administración ni de las pasadas). Entonces, parece que el Presidente simplemente nunca pudo probarlo. En ambos casos el resultado es preocupante.

Vicente Fox erradicó aproximadamente 41 mil hectáreas anuales de amapola y mariguana; Calderón no lo pudo superar ni de lejos: 32 mil hectáreas en promedio. Fox ha sido criticado, pero Aguilar y Castañeda nos recuerdan que Fox terminó su sexenio con una aprobación superior a la de Calderón, además de que su partido pudo retener la Presidencia, mientras que el PAN se fue hasta el tercer lugar en las elecciones del 2012 (por una mezcla de razones, una de ellas fue el fracaso de Calderón en la seguridad).

El libro de Aguilar y Castañeda es un ensayo de análisis político que vale la pena leer para entender el baño de sangre que atestiguamos en los últimos años y para hacer un balance de lo que ha sido el gobierno de Calderón en el tema de la seguridad pública, que es el que más preocupa a los mexicanos.

*El Universal 15-11-12

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