Desde el punto de vista del desarrollo de los países del mundo, en diversos órdenes, principalmente en lo económico, los estados suelen clasificarse en desarrollados y subdesarrollados. En forma menos drástica, a los países subdesarrollados suele denominárseles países en vías de desarrollo. También se designa a los países desarrollados como del primer mundo y a los subdesarrollados países del tercer mundo.
Es reducido el número de países a los que se les considera del primer mundo y constituyen una minoría. Entre ellos se ubica a Estados Unidos, Rusia, Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Canadá, Suecia, Noruega, Holanda, Dinamarca, Italia, Australia, Nueva Zelanda y Bélgica. En el subdesarrollo se han colocado países de Asia, África y América Latina.
Sería deseable que nuestro país estuviese catalogado como desarrollado o del primer mundo pero, a nuestro pesar, debemos reconocer que hay precariedades en el desarrollo del Estado mexicano. Sobre ese particular, tiene cabida recordar el pensamiento específico que ha emitido el economista argentino de origen escandinavo Adolfo Dorfman, al establecer varios caracteres que conforman el subdesarrollo en un país. Entre ellos, cita: a) Bajos niveles de productividad e ingreso absoluto por habitante. b) Profunda desigualdad entre las capas de máximos y mínimos ingresos. c) Economía de mercado y de subsistencia. d) Monoproducción y monoexportación. e) Coexistencia de la industria fabril y el artesanado. f) Baja productividad global. g) Poca tecnificación y mecanización. h) Importación predominante de artículos manufacturados. i) Entrada cuantiosa de capitales extranjeros. j) Balanza de pagos deficitaria. k) Falta de infraestructura en la educación, formación técnica, salud y vivienda. l) Emigraciones del campo a la ciudad. m) Macrocefalia urbana. n) Subempleo o desocupación.
Conocemos a fondo las situaciones reales que imperan en nuestro país, y basta entender cada una de las características de subdesarrollo a que hace referencia Dorfman para, objetivamente, reconocer que en nuestro país se producen, una a una, las enunciadas características de subdesarrollo. Si hubiera duda, es posible ejemplificar. Por supuesto que la situación real causa desagrado, pero tenemos que reconocer que es la verdadera realidad.
A su vez, el economista mexicano Francisco Zamora, en su obra "La Sociedad Económica Moderna", alude a las características del subdesarrollo y enumera las siguientes: a) Bajo ingreso per capita. b) Predominio de la agricultura. c) Desproporción entre el capital y la población activa. d) Recursos naturales sin explotación adecuada. e) Atraso de la técnica productiva. f) Escasa diversificación de las principales actividades productoras. g) Gran desocupación total o disfrazada. h) Alto porcentaje de analfabetismo. i) Malas condiciones de salubridad, pobreza y aún miseria extrema en grandes grupos de población.
Es triste constatar, bajo la perspectiva de la realidad mexicana, que las nueve características del subdesarrollo que enuncia el economista Francisco Zamora se presentan en el ámbito de todo el territorio nacional. Únicamente podríamos poner en duda lo referente al predominio de la agricultura, pues de 1970, cuando Francisco Zamora escribió su obra, a la fecha ha decaído la producción agrícola a lo largo y ancho del territorio nacional.
Los caracteres del subdesarrollo enunciados por ambos economistas, real y tristemente, a pesar de ser numerosos, todavía requieren que se agreguen otros aspectos del subdesarrollo a los que debe aludirse, pues para superarlos es menester saber, a ciencia cierta, de su existencia.
Es de utilidad agregar características de subdesarrollo no enumeradas entre las proporcionadas por los dos economistas de referencia.
Es reducido el número de países a los que se les considera del primer mundo y constituyen una minoría. Entre ellos se ubica a Estados Unidos, Rusia, Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Canadá, Suecia, Noruega, Holanda, Dinamarca, Italia, Australia, Nueva Zelanda y Bélgica. En el subdesarrollo se han colocado países de Asia, África y América Latina.
Sería deseable que nuestro país estuviese catalogado como desarrollado o del primer mundo pero, a nuestro pesar, debemos reconocer que hay precariedades en el desarrollo del Estado mexicano. Sobre ese particular, tiene cabida recordar el pensamiento específico que ha emitido el economista argentino de origen escandinavo Adolfo Dorfman, al establecer varios caracteres que conforman el subdesarrollo en un país. Entre ellos, cita: a) Bajos niveles de productividad e ingreso absoluto por habitante. b) Profunda desigualdad entre las capas de máximos y mínimos ingresos. c) Economía de mercado y de subsistencia. d) Monoproducción y monoexportación. e) Coexistencia de la industria fabril y el artesanado. f) Baja productividad global. g) Poca tecnificación y mecanización. h) Importación predominante de artículos manufacturados. i) Entrada cuantiosa de capitales extranjeros. j) Balanza de pagos deficitaria. k) Falta de infraestructura en la educación, formación técnica, salud y vivienda. l) Emigraciones del campo a la ciudad. m) Macrocefalia urbana. n) Subempleo o desocupación.
Conocemos a fondo las situaciones reales que imperan en nuestro país, y basta entender cada una de las características de subdesarrollo a que hace referencia Dorfman para, objetivamente, reconocer que en nuestro país se producen, una a una, las enunciadas características de subdesarrollo. Si hubiera duda, es posible ejemplificar. Por supuesto que la situación real causa desagrado, pero tenemos que reconocer que es la verdadera realidad.
A su vez, el economista mexicano Francisco Zamora, en su obra "La Sociedad Económica Moderna", alude a las características del subdesarrollo y enumera las siguientes: a) Bajo ingreso per capita. b) Predominio de la agricultura. c) Desproporción entre el capital y la población activa. d) Recursos naturales sin explotación adecuada. e) Atraso de la técnica productiva. f) Escasa diversificación de las principales actividades productoras. g) Gran desocupación total o disfrazada. h) Alto porcentaje de analfabetismo. i) Malas condiciones de salubridad, pobreza y aún miseria extrema en grandes grupos de población.
Es triste constatar, bajo la perspectiva de la realidad mexicana, que las nueve características del subdesarrollo que enuncia el economista Francisco Zamora se presentan en el ámbito de todo el territorio nacional. Únicamente podríamos poner en duda lo referente al predominio de la agricultura, pues de 1970, cuando Francisco Zamora escribió su obra, a la fecha ha decaído la producción agrícola a lo largo y ancho del territorio nacional.
Los caracteres del subdesarrollo enunciados por ambos economistas, real y tristemente, a pesar de ser numerosos, todavía requieren que se agreguen otros aspectos del subdesarrollo a los que debe aludirse, pues para superarlos es menester saber, a ciencia cierta, de su existencia.
Es de utilidad agregar características de subdesarrollo no enumeradas entre las proporcionadas por los dos economistas de referencia.
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