jueves, 14 de junio de 2012

NOCHE DEL 1° DE JULIO: GUÍA CONTRA ACELERADOS


CIRO MURAYAMA RENDÓN

En toda elección auténtica y competida son críticas las horas que siguen al cierre de las urnas. La incertidumbre en el resultado, propia de una justa democrática, debe desvelarse con toda transparencia e información confiable para evitar una feria de especulación y desconfianza.
Este primero de julio viviremos una elección auténtica y competida. Por eso va a ser vital la difusión de los resultados y, no menos importante, la conducta de los actores políticos.
Lamentablemente, en este último terreno no tenemos los mejores antecedentes. La elección a gobernador en Michoacán de noviembre pasado es un ejemplo redondo de irresponsabilidad política de los tres principales contendientes (PAN, PRI y PRD). Su actuación es una guía de lo que no debe hacerse: 1) cada uno de los candidatos aseguró que tenía ganada la elección antes de que los ciudadanos acabaran de votar; 2) al cierre de las casillas cada candidato se atribuyó el triunfo basándose en sus propias encuestas y organizó un mitin de la victoria y, 3) cuando se fueron conociendo los resultados oficiales los dos perdedores denunciaron fraude.
Además de exigir que se eviten esas conductas, ¿qué puede hacer el ciudadano de a pie? Familiarizarse con las fuentes de información de resultados electorales y saber qué tan confiables son. Hay tres instrumentos que generalmente se usan para conocer resultados el día de la elección. Veamos.
1. Exit polls o encuestas de salida. Se diseña una muestra de casillas, el encuestador espera al elector que sale de depositar su sufragio, y le pide que le diga por quién votó (generalmente a través de depositar una boleta simulada en una urna simulada). A partir de esas respuestas se estima un resultado. Las encuestas de salida no son muy fiables, porque se basan en lo que el ciudadano declara haber votado. Si varios encuestados dicen que votaron por A y en realidad lo hicieron por B o C, alteran el resultado de la encuesta y ésta pierde precisión. El exit poll no es fiable en una elección cerrada ni lo es el político que se declara ganador con datos obtenidos de esa forma.
2. Conteos rápidos. Esta herramienta es mucho más fiable. Se cuenta con una muestra representativa de casillas de todo el país y, una vez que concluye la votación y se hace el conteo de votos, se recogen los resultados de esas casillas. Así se estima un resultado agregado. Como la fuente de información son votos depositados y contados, es muy confiable. Con los conteos rápidos se supo, a las 11 de la noche del día de la elección en el 2000, que habían acabado siete décadas de hegemonía del PRI.
En 2006, como la elección se decidió por una diferencia menor a un punto porcentual, los conteos rápidos no pudieron arrojar un ganador. Este primero de julio, el IFE hará un conteo rápido y nos dará sus resultados a las 11 de la noche. Sabremos si hay ganador por suficiente margen o si la elección es muy cerrada y entre quiénes. Si el conteo del IFE no permite conocer ganador, en automático sabremos que si alguno de los contendientes se autoproclama vencedor, estará haciéndolo sin pizca alguna de responsabilidad.
3. El Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). A diferencia de los instrumentos anteriores, no es un ejercicio de estimación estadístico. El PREP captura y publica en internet los datos de las actas de escrutinio y cómputo de todo el país tal cual van llegando a los consejos distritales del IFE. La velocidad de incorporación de los datos al PREP depende, básicamente, del tiempo de traslado del lugar de la casilla al consejo distrital del IFE. El PREP opera de forma ininterrumpida por 24 horas desde las 8 de la noche del día de la elección. En la madrugada, habrá captado prácticamente la totalidad de los resultados electorales casilla por casilla.
En suma, el domingo primero de julio conviene estar muy atentos al conteo rápido y al PREP del IFE, e ir exigiendo a los candidatos que no quieran ser juez y parte para autodeclararse ganadores.

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