lunes, 22 de agosto de 2011

¿SE SALVA EL EURO?

HERMILIO LÓPEZ BASSOLS

Ni los más optimistas -risueños precandidatos a una Presidencia imposible- podrán negar que en las circunstancias económicas actuales el peso mexicano no ha sido duramente castigado por las crisis en los mercados europeos y en la bolsa de Nueva York. Tampoco los panegiristas locales del colapso yankee, convencerán a nadie de que la crisis por la ausencia de una ley de deuda pública retenida por los republicanos en Estados Unidos y sus consecuencias, a más de la recesión de nuestros vecinos, no afectarán a la economía mexicana. Mayor elaboración mental se requerirá para los "economistas de bolsillo", entender que la salud de los 17 Estados europeos que forman la Zona Euro se ha comenzado a restablecer con el acuerdo logrado en El Elíseo entre Nicolás Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel. Sólo para tener una idea de la devaluación existente de nuestro peso que navega alrededor de 13.00 por dólar, habrá que constatar que hace dos semanas el peso, con relación al euro, estaba a 16.50 y hoy navega a 18.00. (Recordemos que cuando el euro entra a la vida del ciudadano europeo hace 10 años, valía 0.80 centavos de dólar y ahora está en 1.45, es decir, la moneda europea se ha revaluado con relación al dólar casi un cien por ciento más).
Pero vayamos ahora a la cuestión europea que para algunos no parece tener trascendencia aquí. Hace dos años Grecia se pronunció en bancarrota por los enormes gastos públicos que implementó el Gobierno de derecha y con los tratos ocultos con financieras norteamericanas como Morgan y Lehman que les proporcionó préstamos que no fueron conocidos por el Banco Central Europeo. A ese fenómeno, que generó un primer rescate de casi cien mil millones de euros, siguieron Portugal e Irlanda. Hubo alarma pero controlada porque se trataba de países periféricos de economía menor. Hace un año se mencionó que otros dos países estaban en riesgo, España e Italia (sólo el torpe secretario del Ramo pudo argumentar recientemente que "nuestra economía estaba mejor que la de Francia", la segunda de Europa). Algunos se tragaron el engaño y otros no se dieron cuenta de él. Berlín y París tuvieron que tomar serias cartas en el asunto en esta semana y se reunieron sus jefes de Gobierno en la capital gala. Las dos locomotoras -toda proporción guardada- decidieron que a partir del año 2014 la Unión Europea "suspenderá" los fondos estructurales y de cohesión de los que se benefician la totalidad de los 27 Estados. Pero veamos de qué magnitud es el reparto actual en millones de euros. Polonia recibe 67 mil, España 35 mil, Italia 29 mil, la República Checa 27 mil, Alemania -sí, Alemania- 27 mil, Hungría 25 mil, Portugal 22 mil, Grecia 20 mil, Rumania 20 mil, Francia 14 mil, Eslovaquia 12 mil y el Reino Unido 11 mil. Los demás 15 Estados, van desde 7 mil (Lituania) hasta 65 (Luxemburgo).
¿Qué es lo que se pretende hacer para recobrar la estabilidad de la moneda y de ciertas economías periféricas que pueden incidir en la totalidad de la zona? Restringir la generosísima ayuda que reciben de la Unión Europea por vía de tres Fondos, el de Cohesión y dos Estructurales, el Europeo de Desarrollo Regional y el Social Europeo que significan aproximadamente la tercera parte del presupuesto total de la Unión Europea. Esto se lo acaban de informar a Herman Van Rompuy, presidente del Consejo. El eje franco-alemán ha decidido crear un Consejo de la Zona Euro, como lo había propuesto hace años Sarkozy, presidido por el propio Van Rompuy "Mister Euro". Además, será necesaria la modificación a los Tratados de Lisboa para insertar un nuevo mecanismo que será de difícil negociación porque enfrentará a los 17 con los otros 10 entre los que se encuentra el Reino Unido. Nadie puede aventurarse a afirmar que el ofrecimiento de Alemania y Francia no es reconfortante para los países que están en pleno frenazo económico, pero como todo esto tardará, las Bolsas europeas, sólo lo observaron fríamente.
P.D. "Harina de otro costal" será la comparecencia de la Sra. Espinosa ante un "petite comité" donde argumentó que Estados Unidos no necesita convenios, firmados por el Ejecutivo nuestro para intervenir en los más delicados asuntos de la seguridad nacional. ¿Para quién trabajan?

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