JORGE ALCOCER VILLANUEVAFinalmente la Cámara de Diputados eligió la Mesa Directiva que presidirá el segundo año de labores; la encabeza el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI). La coordinadora del PAN, Josefina Vázquez Mota, presidirá la Junta de Coordinación Política. La elección de Ramírez se efectuó por 458 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones, un resultado que llama la atención, vista la belicosidad previa de la banca perredista.
La polémica en torno a la presidencia de esa Cámara ilustra las tensas relaciones que privan entre los grupos parlamentarios, y las dificultades que la eventual alianza electoral entre el PRD y el PAN, en Guerrero, México, Coahuila y Nayarit, deberá sortear en el curso de las próximas semanas. El PRD reclamó por varios días, en duro tono, el cumplimiento de un supuesto acuerdo, conforme al cual le correspondía la presidencia en este segundo año de ejercicio; sin embargo, el coordinador del PRI dijo que tal acuerdo no existió, mientras que el PAN se limitó a respaldar tímidamente la pretensión perredista.
Lo cierto es que, conforme a la Ley Orgánica del Congreso, es al PRI al que correspondía esa posición, como finalmente ha ocurrido. El diputado Jesús Zambrano (PRD), aspirante a presidir la mesa, descalificó a sus colegas del PRI por supuestamente faltar a la palabra empeñada, lo que no ha sido obstáculo para que acepte seguir en la vicepresidencia. Si el supuesto acuerdo fue de palabra, cabe preguntar por qué el PRD y el PAN admitieron tal informalidad. En este nuevo episodio alguien mintió, o aceptó un intercambio con pago futuro, sólo así cabe entender los votos de los perredistas en la sesión del domingo.
Será la primera vez, desde 1997, en que un mismo partido presida las dos Cámaras del Congreso durante todo un año; una regla no escrita había determinado la coexistencia de dos grupos parlamentarios en el ejercicio de esa responsabilidad. Para el presidente Felipe Calderón, en las numerosas ceremonias oficiales en que debe compartir presídium con quienes encabezan los otros poderes, será un tanto cuanto incómodo tener en sus flancos a dos legisladores del PRI. Para el recuerdo de los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, quedarán las fotografías en que el segundo Presidente surgido de las filas del PAN estará flanqueado por los representantes del partido al que ha dedicado alma, corazón y vida a combatir. ¿Augurio?
El conflicto y su desenlace anticipan también los dilemas que vivirán el gobierno y la bancada panista en San Lázaro en su relación con el PRD y el PRI; este último, en suma con el PVEM, cuenta con los votos para aprobar, conforme a sus dictados, la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para 2011. Conscientes de su ventaja numérica, un grupo del tricolor anticipó la propuesta de reducir el IVA en un punto porcentual, lo que de prosperar provocará un serio boquete en las finanzas federales, y también en las de los estados, subsidiarias por completo de aquéllas. Cabe esperar que el PRD apoye la propuesta, pues se opuso a la elevación de tal impuesto hace un año. De igual forma, es previsible que respalde la intención de dar mayores recursos a los estados y municipios, en detrimento de los que administra en forma directa el gobierno federal. Se anuncia ya la visita a San Lázaro de los mandatarios estatales y del jefe de Gobierno del DF, para cabildear recursos y programas. De producirse un asalto presupuestal, al presidente Calderón sólo quedará la vía del veto, y esperar lo que resuelva la Corte.
Tratándose de la reforma política, las posiciones del PRD están más cerca del PRI en asuntos como el número de integrantes y fórmulas de acceso a las Cámaras; la reelección inmediata de legisladores -vista con recelo por diputados amarillos y tricolores- o la ratificación del gabinete presidencial, en la que el PAN discrepa. Sumemos a lo anterior el abismo que separa al PAN del PRD en temas como la despenalización del aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Las alianzas legislativas que veremos en las semanas venideras pueden ser ácido para las futuras coaliciones electorales.
Posdata. A los hijos y familiares de Germán Dehesa, mi sentido pésame.
La polémica en torno a la presidencia de esa Cámara ilustra las tensas relaciones que privan entre los grupos parlamentarios, y las dificultades que la eventual alianza electoral entre el PRD y el PAN, en Guerrero, México, Coahuila y Nayarit, deberá sortear en el curso de las próximas semanas. El PRD reclamó por varios días, en duro tono, el cumplimiento de un supuesto acuerdo, conforme al cual le correspondía la presidencia en este segundo año de ejercicio; sin embargo, el coordinador del PRI dijo que tal acuerdo no existió, mientras que el PAN se limitó a respaldar tímidamente la pretensión perredista.
Lo cierto es que, conforme a la Ley Orgánica del Congreso, es al PRI al que correspondía esa posición, como finalmente ha ocurrido. El diputado Jesús Zambrano (PRD), aspirante a presidir la mesa, descalificó a sus colegas del PRI por supuestamente faltar a la palabra empeñada, lo que no ha sido obstáculo para que acepte seguir en la vicepresidencia. Si el supuesto acuerdo fue de palabra, cabe preguntar por qué el PRD y el PAN admitieron tal informalidad. En este nuevo episodio alguien mintió, o aceptó un intercambio con pago futuro, sólo así cabe entender los votos de los perredistas en la sesión del domingo.
Será la primera vez, desde 1997, en que un mismo partido presida las dos Cámaras del Congreso durante todo un año; una regla no escrita había determinado la coexistencia de dos grupos parlamentarios en el ejercicio de esa responsabilidad. Para el presidente Felipe Calderón, en las numerosas ceremonias oficiales en que debe compartir presídium con quienes encabezan los otros poderes, será un tanto cuanto incómodo tener en sus flancos a dos legisladores del PRI. Para el recuerdo de los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, quedarán las fotografías en que el segundo Presidente surgido de las filas del PAN estará flanqueado por los representantes del partido al que ha dedicado alma, corazón y vida a combatir. ¿Augurio?
El conflicto y su desenlace anticipan también los dilemas que vivirán el gobierno y la bancada panista en San Lázaro en su relación con el PRD y el PRI; este último, en suma con el PVEM, cuenta con los votos para aprobar, conforme a sus dictados, la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para 2011. Conscientes de su ventaja numérica, un grupo del tricolor anticipó la propuesta de reducir el IVA en un punto porcentual, lo que de prosperar provocará un serio boquete en las finanzas federales, y también en las de los estados, subsidiarias por completo de aquéllas. Cabe esperar que el PRD apoye la propuesta, pues se opuso a la elevación de tal impuesto hace un año. De igual forma, es previsible que respalde la intención de dar mayores recursos a los estados y municipios, en detrimento de los que administra en forma directa el gobierno federal. Se anuncia ya la visita a San Lázaro de los mandatarios estatales y del jefe de Gobierno del DF, para cabildear recursos y programas. De producirse un asalto presupuestal, al presidente Calderón sólo quedará la vía del veto, y esperar lo que resuelva la Corte.
Tratándose de la reforma política, las posiciones del PRD están más cerca del PRI en asuntos como el número de integrantes y fórmulas de acceso a las Cámaras; la reelección inmediata de legisladores -vista con recelo por diputados amarillos y tricolores- o la ratificación del gabinete presidencial, en la que el PAN discrepa. Sumemos a lo anterior el abismo que separa al PAN del PRD en temas como la despenalización del aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Las alianzas legislativas que veremos en las semanas venideras pueden ser ácido para las futuras coaliciones electorales.
Posdata. A los hijos y familiares de Germán Dehesa, mi sentido pésame.
No hay comentarios:
Publicar un comentario