miércoles, 18 de enero de 2012

CANDADOS CIUDADANOS

ISSA LUNA PLA

Frente a gobiernos de corrupción sistémica y graves problemas de legitimación, la única salida son los candados ciudadanos.
La crisis de legitimidad del Estado Mexicano no nos ha sido gratuita. Ningún gobernante en la historia reciente del país se ha comprometido a hacer algo por la legitimación del Estado. ¿Quién se comprometerá en las elecciones del 2012 a recuperarla?
El legado del autoritarismo, de cualquier partido porque en esto no hay colores, es precisamente despoblar el estado de derecho de los vínculos ciudadanos. Ciertamente, tenemos estado de derecho porque alguna ley ha reinado en estas tierras. La ley del cacique y bajo las reglas de beneficio de su comitiva y sus élites. Este Estado ha empoderado caciques y élites, ofreciéndoles la seguridad de que cuando lo necesiten la ley les favorecerá frente a otros fuera de ese círculo.
La aplicación discriminada de la ley es un legado del autoritarismo mexicano, incrustado y difícil de cambiar. Pero está para recordarnos que de elegir a otro cacique autoritario, con rasgos de dictar con su palabra la Ley (como dijo Nixon cuando reconoció su error) nuestro Estado de derecho no favorecerá a todos.
De manera que elegir el estilo autoritario de gobernar tiene desventajas. En todo caso, depende del cacique si le interesa o no mantener a los ciudadanos satisfechos con su gestión y si le preocupa o no gobernar con legitimidad. A muchos eso les tiene sin cuidado, como hemos visto repetidas ocasiones.
Si le preguntáramos a los ciudadanos qué es lo que les interesa de sus gobiernos, me parece que cada vez son más los que ponen una prioridad en lo alto: que los gobernantes gobiernen para el pueblo y no para sus intereses particulares. Somos los ciudadanos los que hemos impulsado los candados para que estos intereses particulares se conozcan y castiguen severamente. Estos candados, como las leyes de transparencia, auditoría y control, son la única manera de empoderarnos. Nada, ni toda la demagogia que escuchamos diariamente en las campañas políticas, nos garantiza mejor que el dinero público y los fines públicos beneficien a los ciudadanos y no a las élites en el poder.
Que los candados ciudadanos son un lastre, una incomodidad franca para cualquier gobernante con personalidad autoritaria, es bastante cierto. ¿Quién de los candidatos se ha comprometido a cargar este lastre y pagar los costos de la rendición de cuentas? En el PRI no hay una propuesta concreta, porque nos guarda la sorpresa para estén gobernando según su campaña en medios; Josefina Vázquez Mota propone una comisión de anticorrupción pero no entra en detalles para no comprometer tanto su libertad de gobernar, y tampoco entusiasmar de más a los ciudadanos; y el PRD no parece hablar de candados tampoco. Aquí no hay de otra, los que no se comprometan con la legitimidad, entonces hará retórica de los candados ciudadanos.

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