LA PRESIDENCIA DE LA SEGUNDA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

SERGIO ARMANDO VALLAS HERNÁNDEZ

La Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación establece que la Suprema Corte de Justicia de la Nación funciona en Pleno y en Salas. El pasado 2 de enero mis compañeros Ministros me han nombrado Presidente de la Segunda Sala para el periodo 2012-2013, en sustitución del señor Ministro Salvador Aguirre Anguiano, quien deja a la Segunda Sala bien organizada y trabajando con buenos resultados, de cuya importante labor él mismo rindió cuentas en la sesión del Pleno del 14 de diciembre de 2011.

Han pasado siete años desde que me integré a este Alto Tribunal. Durante este tiempo estuve desde 2004 hasta diciembre de 2009 en la Primera Sala, la cual presidí en el periodo de 2008 a 2009. De esa primera experiencia llegué a la conclusión que las funciones del Presidente de la Sala derivadas de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, pudieran parecer cuestiones meramente administrativas, sin embargo, son una gran oportunidad de visualizar desde un ángulo distinto la función jurisdiccional, ya que desde el momento en el que un asunto llega al más alto alto Tribunal de la República, conlleva una serie de trámites necesarios para la integración de un expediente, con base en el cual se emite la sentencia. Por ello es un deber actuar de forma eficaz y eficiente, para que las cuestiones administrativas no se conviertan en un obstáculo para la impartición de justicia pronta y expedita sino que, por el contrario, contribuyan al ejercicio pleno del derecho de acceso a la justicia.

Pero la tramitación de expedientes, según la forma como se organicen, permite simultáneamente elevar la calidad de la justicia y la democratización de la aplicación de la Constitución y las leyes a casos concretos, mediante la apertura de espacios para la participación ciudadana directa, como quedó ilustrado, por ejemplo, con el procedimiento que seguimos en la Suprema Corte de Justicia al acometer la compleja resolución sobre la interrupción del embarazo. Por ello, con el apoyo de la Secretaría de Acuerdos que asiste a la Segunda Sala, cuando la propia naturaleza de los casos lo sugiera, es mi intención propiciar un respetuoso diálogo jurídico abierto, público e institucional, con la sociedad, con el foro, con la academia y con los medios de comunicación para el mejor desempeño de nuestra labor jurisdiccional, que no es otra cosa que defender el orden establecido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; mantener el equilibrio entre los distintos Poderes y ámbitos de gobierno y solucionar de manera definitiva asuntos que son de gran importancia para la sociedad con fundamento en los derechos humanos.

Ser Presidente de la Segunda Sala implica un compromiso y responsabilidad constante de organizar, dirigir los recursos humanos y materiales que hacen funcionar a dicho cuerpo colegiado integrado por cinco Ministros, así como coordinar el trabajo administrativo para facilitar y hacer posible la labor jurisdiccional. Asumo tal responsabilidad con optimismo por saber que lo haré con experimentados Ministros de la más alta solvencia profesional y de compromiso con el país.