martes, 15 de noviembre de 2011

RESULTADOS Y ENCUESTAS

JORGE ALCOCER VILLANUEVA

Con el 85.5% del total de casillas computadas (879 presentaron alguna irregularidad) el Instituto Electoral de Michoacán reportaba al candidato del PRI-PVEM como ganador en la elección para gobernador (563,598 votos, 35.39% del total) superando por 43,265 votos a la candidata del PAN-PANAL (32.67%) y por 103,645 votos al candidato del PRD-PT-MC (28.88%). De los 24 distritos locales para diputados, el PRI alcanzaba el triunfo en 11, el PRD en 8 y el PAN en 5; en la alcaldía de Morelia, el PRI se alzaba con una victoria por estrecho margen.
Salvo que los cómputos del próximo miércoles arrojasen un resultado radicalmente diferente, lo que se antoja remoto, en Michoacán la mayoría de los electores se ha pronunciado por la alternancia, sin entregar a ningún partido mayoría absoluta, lo que se confirma por los resultados para la integración de la próxima legislatura del Congreso local.
Mucho se habló, en las semanas previas a la jornada comicial, sobre el supuesto desplome de las preferencias por el candidato tricolor y la "irreversible tendencia ganadora" de la candidata blanquiazul. Dirán que hubo hechos que modificaron las tendencias, pero habría que informar cuáles fueron esos hechos. El domingo el diario Milenio lanzó el siguiente transcendido: "La candidata del PAN tuvo oportunidad de ver el tracking del último día, viernes 11, ya con el impacto del accidente en que perdió la vida el secretario de Gobernación, Francisco Blake. La ventaja se amplió". ¿De quién fue esa medición?
Corresponderá a cada encuestador explicar sus resultados, una vez que se den a conocer las cifras definitivas.
Creo que por privilegiar la noticia sobre el presunto ganador, varias encuestas dejaron de lado que sus resultados se encontraban dentro del margen de error, que no había un resultado contundente; de igual forma, se omitió advertir sobre los problemas de recopilación de información y sus consecuencias sobre la confiabilidad de las mediciones. En nota publicada en la edición de este mes de la revista Voz y Voto (p. 51) se dio cuenta de la contradicción entre las encuestas publicadas por dos diarios, así como del resultado del modelo prospectivo de la propia revista, que seguía mostrando a Fausto Vallejo como el candidato con más alta probabilidad de victoria.
También cabe señalar el drástico viraje en el discurso de los candidatos del PAN y del PRD. Horas antes de la jornada comicial, Luisa María Calderón llamó a sus adversarios a acatar el resultado de las urnas, con independencia del ganador, y evitar impugnaciones ante los tribunales electorales; por su parte, Silvano Aureoles invitó al candidato tricolor a declinar, con el argumento de que las encuestas ubicaban a Vallejo en tercer lugar. Una vez que el gozo se fue al pozo, los presuntos derrotados denuncian irregularidades y anticipan que acudirán a los tribunales. ¿Veremos a la hermana del presidente Calderón exigiendo recuento "voto por voto, casilla por casilla"?
Sería machetazo a caballo de espadas. Que las encuestas previas a la jornada electoral acierten o fallen es algo inherente a su naturaleza técnica; pero que las encuestas a la salida de las casillas y los conteos rápidos, basados en el resultado del cómputo en las mismas, resulten equivocados, pone en entredicho la capacidad técnica y la confiabilidad de los encuestadores que incurrieron en tales errores. Lo menos que cabe sugerir a sus clientes es que los demanden ante la Profeco.
Imaginemos, en anticipada pesadilla, que la noche del domingo 1o. de julio de 2012 los tres mayores partidos den a conocer supuestos resultados de ese tipo de mediciones, y con base en ellos declaren triunfador a su respectivo candidato presidencial. A la confusión en la sociedad seguirá la incertidumbre sobre lo que anuncie el IFE con base en sus propios conteos rápidos, y luego lo que arroje el PREP. Si queremos dar un piso de confianza a los resultados preliminares de la elección presidencial, es necesario que las casas encuestadoras abran el debate sobre lo ocurrido en Michoacán, que ventilen sus aciertos y errores, antes y después de la jornada electoral.
Lo que está en juego es la confianza de los ciudadanos en el resultado de las próximas elecciones.

No hay comentarios: