miércoles, 29 de abril de 2009

EMERGENCIA Y ELECCIONES

JORGE ALCOCER

En el microcírculo familiar y social, que constituye mi personal grupo de enfoque, la generalizada percepción es que las autoridades están exagerando, con fines publicitarios que buscan rendimientos electorales, los efectos de la epidemia que ha semiparalizado el Valle de México y, hasta donde alcanza la información, San Luis Potosí. De mi parte, manifiesto el beneficio de la duda a las acciones decididas hasta el día de hoy; me baso en un hecho: la preocupación manifiesta y las medidas que han adoptado otros gobiernos y la OMS.Declarado lo anterior, sumo mi voz a la de quienes piden claridad en la información, datos verídicos y acciones que tengan relación directa con la gravedad de la situación, única forma de vacunar a la sociedad contra los rumores y chismes que circulan con mayor velocidad que el ya famoso virus de la influenza porcina.Escucho sobre lo aparentemente inútil que resulta utilizar cubrebocas en todo lugar y tiempo, dando lugar a situaciones que solamente sirven para ilustrar las páginas de los diarios y los noticieros de televisión, mientras que miles de personas acuden a las farmacias para comprar ese material, sin encontrarlo.Ayer tenía previsto participar en un encuentro electoral en Guadalajara, pero la tarde del domingo el evento fue cancelado, a solicitud -se me informó- de las autoridades de salud de Jalisco. En el IFE fueron cancelados los dos debates entre partidos políticos previstos para esta semana, mientras que el consejero presidente, Leonardo Valdés, hizo un llamado para que se suspendan los actos masivos de inicio de campaña del próximo domingo, sin diferenciar ámbito territorial. El PAN suspendió la asistencia de sus dirigentes al acto de solicitud de registro, realizado antier ante el propio IFE.El jueves concluye el plazo de registro de candidatos, cabe suponer que igualmente serán suspendidos actos masivos en la sede del IFE en el DF; pero queda la pregunta sobre las sesiones que, obligadamente, deben celebrar los 300 consejos distritales, los 32 locales y el Consejo General, a más tardar el 2 de mayo. ¿Serán sesiones a puerta cerrada, sin público? La suspensión de clases, en todos los niveles, fue ordenada para todo el país, hasta el 6 de mayo; ¿la petición de no realizar actos masivos de campaña abarcará hasta la misma fecha?El IFE se encuentra en febril actividad para capacitar a los miles de ciudadanos seleccionados para integrar las mesas directivas de casilla; ¿se suspenden los cursos de capacitación? Se ha informado que la Secretaría de Salud requirió del IFE tiempo en radio y televisión para difundir mensajes de alerta y prevención ante la emergencia, lo que fue atendido de inmediato. ¿Cómo afectará esa medida el uso de tiempo por los partidos y candidatos a partir del 3 de mayo?Esperemos que las medidas de las autoridades sanitarias den resultado y que la emergencia sea superada en el más corto plazo, pero la información es contradictoria. La jornada electoral está a 68 días de distancia, tiempo que se antoja suficiente para que la normalidad haya vuelto a la vida diaria en México. Pero dejemos un resquicio para suponer que la emergencia se prolonga y afecta el periodo de campaña electoral más allá del 5 de mayo. Sin alarmismo, lo mejor será que el IFE cuente con un plan para hacer frente a tal contingencia, que asegure, hasta donde eso es posible, la realización de la jornada electoral del 5 de julio en tiempo y forma. Todos esperamos que no sea necesario, pero vale más prevenir que improvisar.No menos importante serán los pronunciamientos y mensajes que partidos y candidatos emitan ante la emergencia. La responsabilidad es principio que a todos cabe exigir. La epidemia no debe ser utilizada con fines partidistas ni electorales, tampoco para exigir respaldos incondicionales al gobierno federal, ni a los estatales. El Congreso de la Unión es un ámbito adecuado para analizar y evaluar las medidas adoptadas y contribuir a la tranquilidad social.

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