sábado, 4 de abril de 2009

UNA DIPLOMACIA BIEN ORIENTADA (I-II)

HERMILIO LOPEZ-BASSOLS

A la memoria de Schafik HandallInterrumpo una serie de artículos sobre la política exterior de Obama para narrar el trabajo diplomático desempeñado en El Salvador, (1989-1992), ante un acontecimiento de especial trascendencia para Latinoamérica como es la victoria del FMLN en las elecciones presidenciales.Durante 40 años, el Partido Comunista PCS fue la organización de izquierda que luchó por la democracia, la justicia social y la autodeterminación del pueblo salvadoreño. En 1970 nacieron las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), en 1972, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), en 1975, la Resistencia Nacional (RN) y en 1976, el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC). Tras la victoria sandinista y el golpe de Estado, las cinco organizaciones constituyeron una Coordinadora Político-Militar. Un año después se creó el Frente Democrático Salvadoreño (FDS). Ocurrió entonces la primer ofensiva general contra la capital y la guerra popular se extendió en buena parte del país, mientras EU se involucraba en el conflicto en alianza con la oligarquía. México y Francia dieron a conocer su Declaración Conjunta que reconocía al FMLN como una fuerza beligerante y se pronunciaba por una negociación entre las partes. Esto provocó el rechazo gubernamental a lo que consideraba como un acto injerentista y nuestras relaciones diplomáticas llegaron a su punto más bajo. El conflicto se radicalizó por varios años y costó al país miles de vidas. Los intentos de diálogo como el de La Palma fracasaron porque tenían como escenario el traspatio de uno de los contendientes de la Guerra Fría que veía con temor que se repitieran los hechos de Managua, la victoria sandinista. Cuba continuó con su solidario apoyo al FMLN.ARENA, partido ultraderechista, llegó al poder en 1989 con Alfredo Cristiani, quien se pronunció por el diálogo con el FMLN, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 637 en la que por primera vez se hace un llamado para establecer la paz firme y duradera en Centroamérica y se reconocía la importante contribución del grupo Contadora, al que México pertenecía. El FMLN, en México, evaluó la propuesta de Cristiani mientras éste creó una Comisión de Diálogo. Mas el Gobierno endureció su política.Fue precisamente en esta coyuntura que el presidente Salinas me encomendó la Embajada de México. Casi al llegar, visité la Catedral -por razones humanitarias-, allí había más de 100 lisiados del FMLN, luego ellos tomaron nuestra Embajada solicitando se les trasladara para su curación a Cuba. Días después obtuve los salvoconductos tras ardua negociación con un canciller de línea dura y la CICR nos apoyó en su evacuación. (Años después, algunos de estos lisiados regresaron al país y mostraron en la puerta del avión la bandera de México). En nuestra fiesta nacional concurrió por primera vez el Presidente del país, con quien tuve una excelente relación; luego visité al jesuita Ignacio Ellacuría, rector de la UCA, e hicimos planes de cooperación cultural, a Guillermo Ungo y a Rubén Zamora, con los que luego me ligó una espléndida amistad, así como con Monseñor Arturo Rivera y Damas. El diálogo se realizó en San Jerónimo, DF; el FMLN era presidido por Schafik Handal y el Gobierno por Óscar Santamaría. Allí se discutió una primera propuesta de la guerrilla y se convino continuar en San José. El Senado de Estados Unidos aumentó la ayuda militar y Cristiani viajó a Europa y a la ONU para buscar el apoyo al proceso más el estado de guerra persistía. El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, nombró a Álvaro de Soto como su representante. Llegaron en octubre miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de México y se sensibilizaron de la gravedad del momento. Por Ungo supe que la ofensiva era inminente (11-11-89). CONTINUARÁ.

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