miércoles, 7 de marzo de 2012

UNA HISTORIA MÁS ALLÁ DEL ESPECTRO

JAVIER CORRAL JURADO


Si Joaquín Vargas Guajardo se animara, podría escribir uno de los relatos más descriptivos  de los últimos tiempos sobre la supeditación política y gubernamental al poder de Televisa. Ese testimonio sería invaluable para la academia y el activismo social en torno de la democratización de los medios de comunicación y de la lucha por la competencia en las telecomunicaciones; porque sería el primero,  brindado desde la óptica de un operador importante de esos dos sectores, como lo es precisamente el presidente del Grupo MVS.
Es que se trata de una historia que tiene de todo y retrata de manera inigual, las debilidades y mezquindades con las que se toman decisiones de enorme trascendencia para la economía y la política; cierto es que atraviesa por la sofisticación de las nuevas tecnologías  inalámbricas para servicios móviles, pero es esencialmente política, porque los criterios que están dominando el desenlace son políticos y no técnicos. Una historia que tiene inmersa, como chantaje, uno de los intentos de censura más absurdos que haya conocido.
Pero sí, como diría Julio Scherer García, "el político nace fiel a sus compromisos y con ellos termina encubierto", el empresario es con frecuencia rehén de sus propios intereses, y el acto de liberación puede costar decenas de millones. El círculo vicioso en el que se amasa el poder y el dinero.
Conozco -como actor y testigo-, una buena parte de esa historia que es, el largo proceso mediante el cual la empresa de Emilio Azcárraga ha buscado despojar de la titularidad de derechos, sobre algunas porciones en la banda de 2.5 GHz, a la familia Vargas Guajardo, y que la semana pasada ha tenido un capítulo culminante, aunque todavía muy lejos de constituir el punto final.
Tal y como lo solicitaron desde el 10 de julio de 2008  mediante escrito de 18 fojas tamaño oficio dirigido al entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Tellez Kuenzler, y firmado entonces por el apoderado legal de Cablevisión -empresa de Televisa- Jean Paul Broc Haro, la SCT emitió el pasado 2 de marzo un comunicado (No. 50) en el que informa que negó las prórrogas de las concesiones vencidas a MVS, después de cinco años de sostener diversas pláticas "para lograr un reordenamiento ágil y coordinado de la banda 2.5 Ghz. No obstante los esfuerzos realizados, al no haber logrado establecer un esquema viable en términos de normatividad aplicable…”
Televisa, insaciable en su voracidad para extenderse al negocio de las telecomunicaciones y eliminarse del camino cualquier competencia posible, tiene en la mira ofrecer el servicio de banda ancha en internet, como lo pretende hacer también Iusacell, y es el mismo que la empresa MVS ha venido anunciando como "Banda Ancha Móvil para todos".  La empresa de los Vargas posee el rango de la frecuencia más idónea para ello, el que va de los 2500 a 2690 MHz, identificada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) como la más apta para la provisión de servicios inalámbricos de nueva generación, dentro del estándar IMT-2000.
Para apropiarse de un pedazo, había que quitárselo al que lo tenía concesionado en mayor medida, a como diera lugar, para eso tienen la pantalla del Canal 2 de Televisión, cañón irresistible sobre todo en época de guerra electoral. Así lo pidieron y así les fue concedido la semana pasada.
En su escrito de hace cinco años, Cablevisión, "buscando fortalecer el uso eficiente del espectro y la competencia en el mercado de las telecomunicaciones", pidió: PRIMERO.- "Que en caso de resolver favorablemente el otorgamiento de prórrogas para aprovechar bandas de frecuencias de 2500 a 2690 MHz, reserve o separe del objeto de las concesiones una porción de dicha banda a fin de que sea destinada al otorgamiento de nuevas concesiones en futuras licitaciones de bandas de frecuencias para prestar servicios de banda ancha"; SEGUNDO.- Modifique el programa de licitaciones, a fin de incorporar las porciones de la banda de 2500 a 2690 MHz que se reserve el Estado al prorrogar las concesiones a que se refiere el punto PRIMERO anterior".
Está concedido el pliego: de los 63 títulos de concesión que posee MVS, la SCT le negó la prorróga en 20 que están vencidos, lo que representa el 20% de los megahertz de que disponen; ya está "la reserva para el Estado".
Un antecedente es importante, en agosto de 2007 y el 30 de enero de 2008, la Cofetel había otorgado su visto bueno para los refrendos de MVS, sin embargo el mismo organismo emitió una opinión contraria para diciembre de 2008, luego de una “sugerencia” de Cablevisión y la Canitec. De aquí la historia cambió su curso y empezó un peregrinar judicial: más de 90 amparos promovidos por MVS para mantener sus títulos de concesión, por lo que la decisión de la SCT, de no llegar hasta el rescate de la frecuencia, inutiliza esa porción del espectro por los siguientes años. Si Televisa y Iusacell no podrán fusionarse por lo pronto para ofrecer servicios de telecomunicaciones, que tampoco otros lo hagan. Otro logro, a su manera.
Por eso, incontenible en asentar la huella de su triunfo ilegitimo, para afianzar la marca del poder de la casa,  Javier Tejado Dondé, asesor jurídico de la presidencia de Televisa,  adelantó un día antes la información sobre la decisión de la SCT, tomada, presumiblemente, por el Secretario Dionisio Pérez Jácome. ¿Cómo no festejar una batalla de cinco años? No importa que se encuere todo el sometimiento oficial a los negocios de los muchachos, el mensaje ya no es para los que se van, sino para los que quieren llegar. Ojalá que Joaquín Vargas Guajardo se anime, y hasta en una de esas, yo colaboro.

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