JAVIER CORRAL JURADO
El jueves pasado, Manuel Clouthier Carrillo —el primogénito del gran Maquío—, asestó una sorpresa al escenario político electoral del país, que se creía ya delineado en términos de actores relevantes: pidió licencia a la Cámara de Diputados para competir por la Presidencia de la República mediante una candidatura independiente que le propuso el colectivo "Reforma Política Ya".
No se trata de ninguna asociación formalmente constituida, esencialmente es un grupo de jóvenes que pertenecen a diversas organizaciones sociales que el año pasado acicatearon, a través de las redes sociales, a la enmohecida clase política mexicana en el Congreso federal para impulsar varias de las reformas a la Constitución que en materia de democracia participativa dormían el sueño de los justos, entre otras, las candidaturas ciudadanas. Y son de los más empeñados e informados en el tema de la reelección consecutiva de legisladores. Como se dice, el grupo tiene su chiste.
Manuel Clouthier Carrillo no necesita mucha presentación, aunque sí merece una reflexión más profunda la valoración sobre su decisión, un análisis mucho más serio en el partido que la simple descalificación a la ruta que ha escogido y el natural desenlace que ha tenido su divergencia de los últimos meses tanto con el gobierno del presidente Felipe Calderón como con la dirigencia de Acción Nacional. Porque éste camino que recién ha iniciado Manuel Clouthier Jr. está siendo recorrido por otros hijos de destacados militantes panistas en varios estados del país que, aunque no sean tan conocidos como éste caso o como el del hijo de Fernando Canales Clarion, acusan un fenómeno de decepción sobre el sistema de partidos, del que tenemos que hacernos cargo.
De hecho podría decir que con excepción de Lorena Clouthier —Coordinadora Nacional en Red Voluntaria del DIF Nacional y esposa de Heriberto Félix Guerra, secretario de Sedesol—, todos los demás miembros de la familia del Maquío que participaron de la lucha democrática o militaron en el PAN, incluida Doña Leticia su viuda, se han vuelto voces críticas del sistema de partidos y particular como dolorosamente de Acción Nacional. No querer atender un hecho tan ostensible cómo éste, es tratar de tapar el sol con un dedo.
Hay un evidente deterioro ético en la conducta de varios cuadros dirigentes en el partido en muchas partes del país y una incapacidad mayor de los órganos centrales para atender los reclamos y denuncias sobre corrupción, desviaciones estatutarias, prácticas fraudulentas y cacicazgos locales, que el desánimo, la distancia o salida de nuestras filas de esos personajes singulares —no sólo por su apellido, sino por sus valores esenciales—, se está presentando cada día en mayor proporción.
En últimos años varios de los diez hermanos Clouthier se han lanzado contra el tema de la corrupción política en el sistema de partidos; y particularmente Tatiana y Manuel han enfocado sus baterías hacia el PAN.
En 2005 Tatiana, entonces Diputada Federal dejó el grupo parlamentario del PAN y decidió renunciar a su militancia de 15 años. En una carta leída a sus compañeros de bancada criticó que en el PAN se buscara “el poder por el poder”, así como que el partido fuera una “mala copia del PRI” por lo que ella no quería ser cómplice. En el PAN, dijo Tatiana, "creo que se está buscando más el poder por el poder, y quienes encabezan al partido son muestra de ello, el fin justifica los medios, el PAN se sacó al priísta que dicen que todos llevamos dentro y éste afloró en las prácticas: compra voluntades, regala o intercambia puestos, amenaza.”
Durante años Tatiana Clouthier ha centrado su trabajo en grupos como Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, Grupo San Ángel, Movimiento Ciudadano por la Democracia, Mujeres en Lucha por la Democracia. Fue candidata ciudadana a la alcaldía de San Pedro, así como miembro fundadora de la organización “Evolución Mexicana”, y ha sido impulsora de la reforma política en el colectivo que ahora postula a su hermano, particularmente en el tema de las candidaturas ciudadanas. En una coincidencia con su hermano, aunque con un tono distinto y práctico, argumenta que “los partidos están agotados en este momento. Lo que ha hecho mucho daño al país son los partidos como se han venido manejando, requerimos una oxigenación y la única manera de acceder al poder es a través de ellos, en ese sentido hay que caminar. No hemos quitado el dedo del renglón de que necesitamos las candidaturas ciudadanas, y por eso hemos promovido la reforma política”.
En la conmemoración del 75 aniversario del natalicio de su padre, Lucía Clouthier declaró: “Votar en blanco sí es una opción, necesitamos mandarle un mensaje a los partidos de que se han equivocado y de que las opciones que nos están ofreciendo como candidatos son una porquería”.
Leticia Clouthier, promotora de arte, fue de 2001 a 2006, la responsable de exposiciones del Centro Cultural de México en París. También le gusta hablar fuerte: “Realmente nunca ha habido una política de nada y menos cultural. El interés por la cultura en México no está definido. También existe el problema de que los funcionarios son los mismos o son amigos de alguien”. "Mientras no haya ciudadanía, los gobernantes van a seguir bailando el Jarabe Tapatío sobre nosotros. ¿Qué tiene que hacer el artista entonces?, no tiene más que cuestionar, seguir siendo crítico, dar la batalla así como lo tenemos que hacer todos los ciudadanos, exigir a los servidores públicos su función, para eso les pagamos", declaró en entrevista en 2009.
Rebeca Clouthier, por su parte, es también crítica pero sigue siendo militante de Acción Nacional, ella ha fungido como alcaldesa (sustituta) en San Pedro Garza García y regidora del mismo municipio. Fue presidenta del PAN estatal, pero también renunció en 2005, cuatro meses después de la renuncia de Tatiana por “razones personales”. En 2011 supe de su aspiración por una diputación local en Nuevo León, pero luego ya no me enteré de su desenlace.
Decía Manuel J. Clouthier del Rincón, al único que podemos llamar el Maquío, que “la familia es la cuna del amor, donde se aprende a amar a los desiguales” y vaya que si él lo podía decir con tantos hijos y tan diferentes. Comenta Tatiana en su libro Maquío, mi padre. El hombre y el político; que crecieron rodeados de amor y educados bajo los valores de la libertad y la responsabilidad, y recuerda que su padre constantemente retaba a cada uno de sus hijos e hijas para sacar lo mejor de ellos, lo cual funcionó y provocó que se volvieran competitivos inculcándoles desde pequeños el trabajo y la disciplina.
Así como tuve la gran oportunidad de tratar y conversar largamente con Manuel Clouthier del Rincón y de ser maestro de ceremonias y orador en varios de sus mítines en la campaña de 1988, he tenido la fortuna de tratar a Doña Leticia y a la mayoría de sus hijos, particularmente a Tatiana, a Rebeca y a Manuel. Por supuesto que es una familia formada en la libertad; pero a la que se ha dejado de escuchar con el tiempo, incluso ignorar o descalificar. Y en ese hecho lastimoso se explica buena parte del proceso de distancia que muchos otros mantienen con el partido.
El camino de los Clouthier debiera ser reflexionado con hondura en Acción Nacional, porque señala en efecto una de las más severas críticas que desde el compromiso auténtico se han realizado a la lejanía que se está dando en el PAN con los valores y motivos esenciales por los que muchos llegaron a esta institución, e incluso por ella, ofrendaron su vida.
Convencido de las candidaturas ciudadanas como uno de los mecanismos democráticos necesarios para que la participación cívica se expresé realmente en su pluralidad, tampoco veo en ellas toda la carga salvadora que se les quiere depositar, ni mucho menos como la substitución del sistema de partidos; las pienso y las deseo como acicate de éste, y en su mejor desempeño, como su complemento.
La más importante solución a la corrupción política y a la falta de compromiso y legitimidad de la representación popular, provendrá de una reforma al sistema de partidos y no de su desaparición. Más urgente que la aprobación definitiva de las candidaturas ciudadanas en la Constitución y su debida reglamentación en una legislación secundaria, México necesita urgentemente una nueva Ley de Partidos Políticos que garantice plenamente los derechos de sus militantes, regule la transparencia y buen uso de los recursos económicos, y establezca con toda claridad las reglas, especificidades y sanciones de sus procesos eleccionarios. Un nuevo diseño de partidos sí, pero ante todo una absoluta voluntad desde la ley de combate a la corrupción y a la impunidad, los auténticos males que están minando la confianza ciudadana y cavando la tumba del actual sistema de representación partidista. Esa falta de legislación explica de manera paradójica porque el Tribunal Federal Electoral está dirigiendo desde sus sentencias la vida interna de los partidos; en realidad está llenando el vacío que ha creado la nula voluntad de las instituciones partidistas para reformarse a sí mismas.
La candidatura independiente de Manuel Clouthier Jr. no tiene viabilidad jurídica bajo el actual entramado legal. Lo sabe perfectamente el propio Manuel y los miembros del colectivo "Reforma política Ya", de lo contrario no se hubieran apostado con tal empeño en que se "reconocieran constitucional y legalmente las candidaturas ciudadanas". Pero es un hecho que impactará ineludiblemente en este proceso electoral, con clara merma a la campaña del PAN. Se podrá criticar la forma, el método, el medio, el momento, pero no el fondo.
Él se dice decidido a emprender una batalla con el mismo objetivo de la lucha de su padre, “abrirle un nuevo boquete al nuevo sistema”, tampoco lo creo, son otros tiempos. Sin embargo aprovechará que el hartazgo hacia los partidos políticos se encuentra como uno de los principales ingrediente en la sociedad mexicana. Manuel Clouthier habla de que es necesario empoderar al ciudadano, que el mexicano crea en sí mismo, sin duda la mística de su padre quien siempre decía: “Mi lucha no es para que creas en mí y en mis sueños, sino para que creas en ti y en tus sueños y luches por ellos. Cuando hayas aprendido esto, habrá terminado la misión del Maquío”.
Parece que esa misión tiene todavía un largo camino por recorrer porque el ideal de Maquío de un “México más libre, justo y democrático”, en muchos sentidos sigue pendiente; Acción Nacional no puede hacerse de la vista gorda.
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