HERMILIO LÓPEZ BASSOLS
La ciudad de Atenas vive un momento dramático. El Parlamento aprobó por 155 contra 138 y 5 abstenciones, un esquema que aleja al país de la quiebra inminente. No es difícil explicar cómo se ha ido derrumbando la economía griega, es un fenómeno que se manifestaba hace una década. Jóvenes y sindicatos tomaron la plaza Sintagma (Constitución) hace tres años. Un estudiante murió y desencadenó la caída del Gobierno de derecha y el regreso de Yorgios Papandreu.
¿Qué es lo que había ocurrido? Bancos europeos y norteamericanos habían financiado una cartera que se había ocultado a la UE -obliga a un tope de endeudamiento- y era otro tanto de la deuda exterior. Con los excesivos gastos en que incurrió el Gobierno y el lastre de esquemas caducos, Grecia no podía enfrentar compromisos. Hace un año, de la UE y del FMI, Grecia recibió 110 mil millones de euros con el compromiso de que impusiera severas medidas de austeridad. La "medicina-veneno" no era de efectos rápidos y era insuficiente; los vencimientos más elevados se iniciaban este año. Grecia se volvió a hundir y dramáticamente Papandreu pidió la ayuda a la UE.
Esta vez fue mucho más complicado. Ninguno de los miembros del Eurogrupo (los 17 Estados que utilizan el euro) estaban dispuestos a rescatar a un país periférico, dado que tenía un grave costo electoral, como ocurrió en Alemania. El Tratado de Lisboa que está en vigor no tiene previsto un fondo de rescate. De aquel momento a éste han habido dos economías que han solicitado apoyo financiero: Irlanda y Portugal. El escenario es diferente porque hace un año se rescataba a una economía pequeña que había entrado a la construcción europea bajo el criterio de "todo lo que me den es bueno". Ahora hay tres países en bancarrota y otros más, España e Italia, en circunstancias difíciles. Hoy no sólo se pone en cuestión la subsistencia financiera de un país, sino la estabilidad y existencia de la moneda común, y la estructura financiera en que descansa la UE. De ahí que ambas partes se manejaran con más prudencia. Merkel calificó de "un acto de responsabilidad" el voto de Atenas y Papandreu se jugó y ganó su destino político temporalmente.
Mientras, en las calles griegas y frente a las dos plazas, Sintagma y Omonia, la violencia crece. Una mayoría de la población considera que las medidas de austeridad impuestas desde Bruselas son injustas e imposibles de cumplir. Hay ciertos impuestos, como el "solidario" y el aumento del IVA, que cree que los van a asfixiar. La reducción de la plantilla administrativa del Estado lanzará a la calle a miles de desocupados. Al privatizar lotería, quinielas, edificios públicos, correo, hará perder fuerza al Estado y los recursos que eventualmente se obtengan serán insuficientes y lentos, dicen.
De las medidas de austeridad II, parece absurdo el cierre de escuelas, al que enérgicamente se oponen sindicatos y universitarios. El Gobierno argumenta que concentrará a los niños en menos instalaciones. Si nos atenemos a Bruselas y a Mme. Lagarde, que hoy toma posesión al frente del FMI, la decisión del Parlamento es el único paso para evitar la ruina griega, las consecuencias nefastas para el sistema financiero europeo y la subsistencia del euro. El pueblo griego cree que será imposible rescatar los 78 mil millones de euros que se adoptarán hasta 2015 y que sufrirá más con menores ingresos. Los rescates basados en el rigor presupuestario no funcionan por sí solos y pueden generar una asfixia económica de incalculables consecuencias. No compartimos el optimismo de utilizar a Grecia como un laboratorio mediterráneo. La hermosa avenida Ermeu que une las dos plazas emblemáticas de Atenas, verá nuevamente manifestaciones de oposición a un esquema de la UE y FMI, paliativo pero no solución para el formidable pueblo griego.
Diplomacia en picada: Carstens se desinfló. ¿Y ahora quién paga los gastos? En la FAO gana un brasileño... nosotros votamos por el español Moratinos. Volpi se envuelve en la bandera nacional con un nombramiento inexistente. No vamos a Ecuador a turistear a los Galápagos. ¿No habrá más regaños para Patricia? Hacía tiempo que no veía un titular como este: Que cojan (Aguilar Camín)
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