JORGE ALCOCER VILLANUEVA
Un asunto técnico se ha convertido en pretexto para un duro embate de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) en contra del IFE, en particular a su presidente y los tres consejeros que aprobaron reformas al Reglamento de Acceso a Radio y Televisión.
El motivo del embate es el plazo de que dispondrán las empresas de TV y radio para iniciar la difusión de los mensajes de los partidos políticos durante los procesos electorales. El reglamento de 2008 fijó en 10 días hábiles ese plazo (8 para el caso de estaciones y canales ubicados en el DF) ya que el IFE no contaba con el equipo para enviar los materiales por vía satelital o internet. Para las elecciones de 2009 el problema quedó resuelto. Desde entonces, representantes de los partidos en el Comité de Radio y TV del IFE pidieron acortar ese plazo.
Después de varios meses, los consejeros que integran el citado Comité formularon una propuesta de reformas al Reglamento, que sometieron a dictamen de la Junta General Ejecutiva, la que dio su visto bueno; el proyecto pasó a la consideración y votación del Consejo General.
La reforma, aprobada el lunes 27 de junio, reduce el plazo que media entre la entrega de los materiales y el inicio de su transmisión a 3 días hábiles, en el caso de uso de medio satelital o internet; y a 2 días hábiles cuando son entregados físicamente. Considerando que de los días que antes fijaba el Reglamento, la mitad eran para la verificación técnica del IFE, la reducción de plazo es de 5 a 3 días; o de 5 a 2, en el segundo caso.
Para despejar el debate de argumentos falaces, lo primero a dejar en claro es que el Cofipe faculta expresamente al IFE a reglamentar los plazos de entrega de materiales (artículo 74, párrafo 2); no hay pues exceso, ni menos aún invasión de las facultades del Congreso.
El asunto a dilucidar es si los nuevos plazos son de imposible cumplimiento, material o técnico, para la TV y radio. Quienes en los partidos tuvieron a su cargo la compra de tiempo en esos medios en la elección de 2006 saben y dicen que las televisoras ofrecían -y podían- "subir al aire" cualquier mensaje en menos de 12 horas. ¿Cuál es el motivo para que lo posible, tres años atrás, ahora sea imposible?
Voceros de la CIRT afirman que la reforma al reglamento producirá que cada 72 horas las estaciones y canales tengan que cambiar la totalidad de materiales de todos los partidos. No es así. Aquéllos podrán cambiar el material que tienen al aire, pero deberán esperar esas horas para que inicie la difusión del nuevo material. Es una posibilidad, no una regla. Cualquier persona con un mínimo de experiencia en campañas sabe que la permanencia (repetición) del mensaje es factor determinante para que los televidentes y radioescuchas lo recuerden. Cambiar de mensaje supone la ocurrencia de hechos imprevistos que obligan a dar respuesta en el menor plazo posible. Eso es lo que la reforma está facilitando, a todos los partidos. No entiendo por qué el PRI se opone a lo que antes propuso.
A un problema técnico, corresponde una solución técnica. Extremar argumentos, o usar datos falsos, solo enturbia el debate.
Una vía de solución al diferendo podría haber sido integrar un panel de expertos que elaboraran un dictamen sobre la factibilidad técnica de la reforma, si la CIRT tenía razón, el Consejo General del IFE habría tenido que dar marcha atrás; pero si quedaba acreditado que no hay tal imposibilidad técnica, esa Cámara y sus afiliados deberían cumplir los nuevos plazos.
Quienes apuestan al fracaso de la reforma, con supuestos argumentos técnicos, olvidan que el IFE ha acumulado la experiencia suficiente en la administración de tiempos en TV y radio como para salir airoso en los procesos electorales de 2012, primeros en que las normas y reglas aprobadas en 2007-2008 entrarán en operación para comicios simultáneos de Presidente, diputados, senadores y en 15 entidades con elecciones concurrentes. Ahí está la verdadera complejidad de la tarea.
Posdata: en 2012, no serán 39.2 millones los spots de partidos políticos; la cifra real es de 9,540 spots, que multiplicado por el total de estaciones y canales pautados por el IFE (2,300) arroja 21.94 millones de impactos en radio y TV. El error -¿mala fe?- está en sumar a los partidos el tiempo que el IFE destinará a sus propios fines.
No hay comentarios:
Publicar un comentario