martes, 5 de mayo de 2009

HACE 20 AÑOS

JORGE ALCOCER

Hoy se cumplen 20 años de la fundación del PRD. En la Sala de Armas de la Magdalena Mixuca me correspondió hacer la declaratoria formal, a mis flancos estaban Cuauhtémoc Cárdenas y Heberto Castillo; sin embargo, en las fotografías oficiales de ese evento no aparezco; emulando la tradición estalinista, fui borrado.En esa misma tradición, la historia oficial del PRD se refiere a la fundación en los siguientes términos: "El 18 de marzo de 1989 en Jiquilpan, Michoacán -en una fecha y lugar por demás simbólicos-, se convocó a la realización de asambleas distritales que permitieran cumplir con los requisitos de ley para obtener el registro como partido político nacional (...) Los días 5, 6 y 7 de mayo de 1989, tuvo lugar la Asamblea Nacional Constitutiva del partido. Unos días después, el 13 y 14, se celebró el congreso del Partido Mexicano Socialista que adoptó los documentos, emblema y denominación del Partido de la Revolución Democrática. Tras enfrentar una actitud negativa del Partido Acción Nacional y ataques virulentos del partido oficial, el 26 de mayo de 1989, se otorgó al PRD su registro como partido político nacional" (Historia del PRD, consultable en www.prd.org.mx).La historia es un poco diferente. En octubre de 1988 Cárdenas y sus más cercanos colaboradores tomaron la decisión de crear y obtener registro legal para su propio partido. Para ese efecto, el Código Electoral exigía realizar, al menos, 150 asambleas distritales en presencia de un notario público que certificara un número mínimo de 300 asistentes por asamblea. Los partidos fundadores del FDN (PARM, PPS y PFCRN) se negaron a secundar la iniciativa. En el PMS decidimos apoyarla de manera activa, pero en la idea de conservar el registro legal, conquistado por el PCM en 1978. El proyecto era que el PMS y el PRD dieran sustento a una coalición electoral estable.Por razones diversas la realización de las asambleas inició hasta marzo de 1989. Bajo la abierta hostilidad del gobierno, y con el tiempo en contra, se realizaron más de 200, pero solamente en 148 se obtuvo la certificación notarial aprobatoria, situación de la que informé a Cárdenas a finales de abril. La asamblea de fundación había sido anunciada meses atrás, cancelarla significaría admitir un duro revés para el proyecto cardenista. Fue entonces que el PMS, a propuesta de Gilberto Rincón Gallardo, quien era el secretario general, tomó la histórica decisión de poner su registro y patrimonio al servicio del proyecto del nuevo partido. De esa forma, la asamblea del 5 de mayo de 1989 se realizó aparentando que se había cumplido con todos los requisitos para que el PRD tuviese su propio registro. El PMS celebró a los pocos días un congreso extraordinario (13 y 14 de mayo) en donde aprobó cambiar su denominación y adoptó como propios los documentos básicos que habían sido aprobados días antes en la asamblea constitutiva del PRD. Se trataba de la autodisolución.A nombre del PMS presenté la notificación del cambio de nombre y nuevos documentos ante la Comisión Federal Electoral (CFE). El conflicto con el PRI surgió por la decisión de que el emblema del PRD (el llamado sol azteca) tuviese los colores nacionales, lo que fue rechazado en dicha comisión. Ante ello el PRD aceptó cambiar los colores, pero luego hubo un radical viraje. Finalmente Cárdenas propuso que el emblema quedara en color negro. El PAN mantuvo una abierta, aunque respetuosa, crítica al cambio decidido por el PMS; en la votación final en la CFE, realizada el 26 de mayo de 1989, sus comisionados se abstuvieron.En aquella sesión, Diego Fernández de Cevallos me dedicó la lectura de una copla que dice: "hay chinita del alma mía, mira quien me lo dijera, que yo pusiera el columpio, para que otro se meciera".Dos décadas han pasado, tiempo suficiente para que el PRD recupere y respete la historia de su origen, mismo que fue posible gracias a la decisión que los socialistas agrupados en el PMS tomaron en 1989, con generosidad y altura de miras.

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