Hoy por la noche los 237 diputados electos del PRI elegirán a su coordinador parlamentario. Como la convocatoria autoriza que con la mitad más uno de los votos de sus pares pueda ser electo, todo hace prever que la decisión será a favor del diputado Francisco Rojas Gutiérrez y quedará confirmada hoy mismo. La disputa interna será por las presidencias de las comisiones.La tercia de coordinadores significados en la LXI Legislatura quedará formada por el citado Francisco Rojas (PRI), Josefina Vázquez Mota (PAN) y Alejando Encinas (PRD). Los dos primeros tendrán que ejercer sus cargos en una circunstancia no vivida en San Lázaro, que es la de tener en su correspondiente bancada a su respectivo presidente de partido. Rojas a Beatriz Paredes y Vázquez Mota a César Nava. En Xicoténcatl la historia es diferente: Adolfo Lugo y Luis Donaldo Colosio fueron presidentes del PRI y senadores en funciones; no así Amalia García (PRD) y Luis Felipe Bravo Mena (PAN) quienes ocupando un escaño solicitaron licencia, una vez que resultaron electos presidentes de sus respectivos partidos.Los problemas de cada uno de los tres coordinadores provendrán, en lo inmediato, de la forma en cómo logren los acomodos internos que les garanticen unidad de voto y cohesión práctica, más que discursiva. Aunque por la disciplina del PRI la tarea parece más fácil para Rojas, lo cierto es que podría tener problemas. En el reparto de presidencias de comisiones hay demasiados aspirantes, con patrocinios directos de los gobernadores con mayor número de diputados, o con respaldo de otras fuentes de poder interno.A menos que el PRI decida usar la mayoría absoluta que los votos del Verde le otorga, la práctica parlamentaria, en condiciones de pluralidad, obliga a repartir con criterio de tres bandas las presidencias de las comisiones más importantes. Si el PRI tiene la de Hacienda, no tendría la de Presupuesto; si preside Puntos Constitucionales no puede tener la de Gobernación; si opta por la de Educación, deberá dejar a otro la de Desarrollo Social. Así se ha construido la solución desde 1997.Mayoritear en el reparto de presidencias de comisiones tendría como un costo para el PRI entregar al Verde, es decir a la telebancada, la presidencia de la comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, con todas las consecuencias que eso supone. Pero además, una alianza PRI-Verde, con el objetivo de apoderarse de las presidencias de las comisiones importantes, provocaría un temprano enrarecimiento del clima en San Lázaro; sería una declaración de guerra que, además de imprudente, tendría efectos negativos en la otra Cámara, en la que el PRI y el PAN, en muestra de concordia, decidieron otorgar a Carlos Navarrete, coordinador del PRD, sus votos para que ocupe la presidencia del Senado. Conductas opuestas en ámbitos equivalentes, por parte del PRI, será visto por los demás grupos parlamentarios como señal de alerta, para mal de los necesarios acuerdos que deben construirse en las semanas por venir.Para Josefina Vázquez Mota (PAN) la negociación de comisiones será su primera prueba de fuego. Sus reconocidas dotes concertadoras en cargos gubernamentales podrían ser insuficientes cuando de operar en San Lázaro se trata. Diputada por unas cuantas semanas en los albores del sexenio de Vicente Fox, tendrá que atender reclamos y hacer realidad aspiraciones de no pocos integrantes de su bancada, molestos tanto por los resultados electorales como por la influencia de Los Pinos en los relevos y designaciones partidistas y parlamentarias.Alejandro Encinas tiene la carga mayor; coordina una tan variopinta como disminuida e irascible bancada con tribus y etnias distantes; algunas llegan a San Lázaro con tambores de guerra, y además miran a los lados (PT-Convergencia) listas para la fuga. Tendrá que echar mano de toda su capacidad y experiencia para equilibrar y mediar los múltiples intereses que cruzan a su partido y su bancada, empezando por construir liderazgo propio, más allá de la sombra del caudillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario