martes, 1 de junio de 2010

EL IFAI ES EL GARANTE

MARÍA AMPARO CASAR

México tiene sin duda algunas historias de éxito que contar. En materia política hemos sido capaces de innovar construyendo normas, instituciones y prácticas políticas que literalmente han sorprendido al mundo. Lástima que una vez alcanzado el éxito institucional nos impongamos la tarea de echarlo a perder cediendo a tentaciones coyunturales.Sucedió con el IFE que no sólo se volvió una empresa de clase mundial sino que fue modelo de construcción institucional para muchos países. En pocos años y con el concurso de partidos, gobierno y legisladores se creó un organismo político capaz de organizar las elecciones sin intervención del Ejecutivo y de recabar la confianza y el aprecio de los ciudadanos. Cuando todos creíamos que se podía dar por sentada su autonomía, vino el golpe. Sin reparar en las consecuencias se modificó la ley y se destruyó uno de los pilares de su autonomía: la inamovilidad de sus integrantes. Sin más argumento que el que ya no convenía a los intereses de los partidos, se removió de manera anticipada a los integrantes del Consejo. Literalmente se les usó como ficha de cambio para calmar los ánimos de algunas fuerzas políticas. Se terminó así con la certeza de que el cargo no dependía de que los partidos, los arbitrados, quedaran conformes con las decisiones del instituto, el árbitro. Por fortuna el IFE ha recuperado la credibilidad pero en la memoria ha quedado que en cualquier momento los partidos pueden volver a hacer de las suyas.Toca el turno ahora al Instituto Federal de Acceso a la Información, otra historia de éxito en la construcción de instituciones. Si el IFE fue condición de posibilidad para garantizar el derecho al voto y a elecciones limpias, el IFAI lo ha sido para consagrar el derecho a la información.Como el IFE, el IFAI surgió después de una larga lucha por ampliar los derechos democráticos, fue producto del consenso de todas las fuerzas políticas y se transformó rápidamente en un instituto eficiente y confiable. Como con el IFE ahora se quiere vulnerar su autonomía. En esta ocasión ni siquiera recurriendo al expediente de modificar la ley sino por una vía más expedita: la de los hechos.Hace algunos meses circuló la idea de que se lanzaría una iniciativa para que las autoridades sobre las que recaen las resoluciones del IFAI pudieran recurrirlas. El intento fue atajado. Ahora se regresa a ella pero por la vía de los hechos. Hechos que desvirtúan la función y la autoridad del Instituto. Sin ningún respeto por la legalidad la misma idea se ha colado por la puerta trasera.La Procuraduría interpuso un recurso de nulidad contra una resolución del IFAI que le ordenaba entregar información sobre el caso Rosario Robles y el Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA) aceptó conocer y resolverlo parcialmente en favor de la PGR. Lo ha hecho a sabiendas de que la ley no lo permite.Primero, la ley señala que son los particulares los únicos que tienen el derecho a inconformarse con las resoluciones del IFAI. Segundo, los tribunales del Poder Judicial de la Federación han señalado de manera repetida que los fallos del IFAI no son impugnables. Tercero, tribunales colegiados de circuito han emitido tesis estableciendo que el TFJFA es incompetente en materia de Transparencia y Acceso a la Información. Y, cuarto, la propia Ley del Tribunal establece su ámbito de competencia y en él no se contemplan las resoluciones del IFAI.Llama a sospecha que la PGR insista en interponer recursos de nulidad y que el TFJFA acepte conocer de ellos. Y llama a sospecha no sólo porque violan la ley a sabiendas sino porque ambas instituciones dependen del Ejecutivo, que es precisamente frente a quien la ley y el Instituto pretenden hace valer el derecho a la información. Si se quiere hacer valer el derecho a la información sobre las agencias del Ejecutivo y éstas tienen la facultad de apelar las resoluciones frente a otra agencia del Ejecutivo, ¿de qué estamos hablando? El hecho es tan grave que, como ha afirmado Jacqueline Peschard, presidenta del Instituto "podría implicar la anulación del derecho al acceso a la información pública". Más aún cuando esa instancia es parte del propio Poder Ejecutivo.La Ley de Transparencia y Acceso a la Información no sólo garantiza un importante derecho ciudadano. También es un poderoso instrumento de contención frente al abuso del poder y un mecanismo central de la rendición de cuentas. El IFAI es su garante. Cuidémoslo si no queremos tener un derecho más sin posibilidad de hacerlo valer.

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