¿En qué país estamos? ¿Quiénes nos gobiernan? ¿Cómo? Junto frases y palabras, manifestaciones expresas de hace apenas unas horas de algunos de nuestros políticos y representantes de instituciones oficiales, y me encuentro con lo siguiente. El gobernador priista del Estado de México Enrique Peña Nieto da por cerrado el confuso, trágico y manipulado caso de la niña Paulette (¿así nada más, sin que el Ministerio Público lo determine de manera clara y contundente?); el Instituto Mexicano del Seguro Social publica media plana periodística a propósito de la tragedia en la guardería infantil ABC de Hermosillo, Sonora, donde se lee esto: "Seguiremos trabajando para que nunca más se repitan hechos tan dolorosos y para garantizar que las guarderías sean lugares cada vez más seguros" (a confesión de parte, relevo de pruebas...); el gobernador panista de Sonora Guillermo Padrés les acaba de pedir perdón -post mórtem- a los niños fallecidos y de dar una disculpa a los padres, lo que yo identifico con el decreto presidencial para izar la bandera a media asta cada 5 de junio en conmemoración del nefasto 5 de junio de 2009 (¿nada más?); el secretario de Educación Pública Alonso Lujambio llama a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para que actúe responsablemente, porque según él "tiene la obligación de vigilar que haya orden y evitar delitos, sobre todo a inmuebles que representan un legado histórico para la nación" (sic). ¿Qué acaso el destacado sociólogo, politólogo y político desconoce los términos del artículo 21 constitucional, a saber, "la investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y a las policías"? La "investigación", ya cometidos aquellos, señor secretario, no la vigilancia del orden ni tampoco la evitación de los mismos. Junto frases y palabras, manifestaciones expresas de algunos de nuestros políticos y representantes de instituciones oficiales, y es el caos, la contradicción, el absurdo. ¿Quiénes nos gobiernan? ¿Cómo? Desde luego que nosotros los elegimos directa o indirectamente. Lo que pasa es que el proceso democrático de elección no implica que haya buenos gobernantes. Y lo que se percibe o se ve es la evasión, o sea, el efugio para evadir una dificultad, para sortearla. A esto los políticos -por supuesto no todos- lo llaman habilidad o sentido político, que es su mejor o única carta de presentación ante el pueblo, aparte del maquillaje físico y propagandístico que es una pantalla (mundo que rodea a la televisión o al cine) con la que pretenden ocultar la insuficiencia de sus dotes intelectuales y la endeblez de su discurso. ¡Y creen que no nos damos cuenta! O nos la damos pero acompañada del silencio o la apatía. "Lo que le falta a Roma es despertar", le gritó en su cara Cicerón a Catilina el cínico. Ahora dicen, con motivo de centenarios y bicentenarios, que lo que le falta a México es recordar y festejar. No me atrevo a sostener que para dejarnos aletargados, indefensos, pero algunas señales son ominosas. El paseo aunque solemne de los huesos -la frase no es mía pero la subscribo- que conforme a versión ampliamente difundida fueron o serán llevados con especialistas para un análisis científico riguroso, ¿no corre el riesgo de traer consigo el desmentido de lo que nos han enseñado, de retirar aún más de los libros de texto editados por la Secretaría de Educación Pública la conciencia de nuestra libertad política, no asimilada ni ejercida del todo? ¿Eso es lo que se quiere, lo que se busca? Se gobierna de soslayo.
No obstante hay señales positivas, favorables, hasta trascendentes. Una de ellas ha sido el dictamen que sobre el trágico suceso de la guardería infantil ABC ha emitido el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, para someterlo al pleno del alto tribunal. Es un voto, un criterio, un punto de partida. Podrá ser compartido o no por sus colegas, ya veremos. Sin embargo es un hito de enorme relevancia no sólo jurídica sino social y política en el largo camino de consolidar la división de poderes y el Estado de Derecho en México. Y otra señal es un libro del Doctor Juan Ramón de la Fuente publicado por la editorial "Taurus" en 2007, y que recientemente ha llegado a mis manos. Su título es "Voces de Iberoamérica, conversaciones con Juan Ramón de la Fuente, Carlos Fuentes, Julio María Sanguinetti, Felipe González, Ricardo Lagos, Fernando Henrique Cardoso y Enrique Iglesias", y cuya actualidad es indiscutible en virtud de la personalidad del autor. De sus brillantes páginas entresaco lo que a continuación transcribo debido a la pluma del ex rector. "...en la orilla americana crecen estados frágiles, intervenidos por poderes fácticos, acechados por la ilegalidad, la violencia y el descrédito de instituciones claves; para empezar, los políticos y sus partidos: la política... El bajo compromiso con el cumplimiento de la ley es hermano siamés de la inseguridad pública". Y luego, a propósito de una preciosa cita de Don Quijote ("De leyes, pocas, pragmáticas y que se cumplan"), escribe: "En México, estamos llenos de leyes, muchas de éstas obsoletas por cierto, pero el problema principal es que, en efecto, pocas se cumplen... Los códigos son rebuscados, llenos de excepciones y a todo ello habría que agregar el grave problema de la impunidad. Se violan las leyes y no se aplican sanciones. Tenemos un gran déficit en la cultura de la legalidad que sólo podrá subsanarse con la educación, cultura y la certidumbre generalizada de que quien violenta la ley afronta consecuencias". Palabras claras y precisas. Es verdad, nos acosa la violencia de la mano de la ilegalidad, la impunidad, la ignorancia de muchos políticos y su cinismo para desviar lo justo, lo razonable, lo acorde con el Derecho. Pero en medio de la sombra hay luces y aún es tiempo de ser iluminados por ellas. Lo importante son esas tres preguntas: ¿En qué país estamos? ¿Quiénes nos gobiernan? ¿Cómo? Mayéutica política que nos debe llevar a una profunda recapacitación de nuestro presente y futuro. La reflexión política es vital en estos momentos. Reflexión y decisión. Hay que despertar. Ese es el auténtico homenaje a una patria todavía en construcción.
No obstante hay señales positivas, favorables, hasta trascendentes. Una de ellas ha sido el dictamen que sobre el trágico suceso de la guardería infantil ABC ha emitido el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, para someterlo al pleno del alto tribunal. Es un voto, un criterio, un punto de partida. Podrá ser compartido o no por sus colegas, ya veremos. Sin embargo es un hito de enorme relevancia no sólo jurídica sino social y política en el largo camino de consolidar la división de poderes y el Estado de Derecho en México. Y otra señal es un libro del Doctor Juan Ramón de la Fuente publicado por la editorial "Taurus" en 2007, y que recientemente ha llegado a mis manos. Su título es "Voces de Iberoamérica, conversaciones con Juan Ramón de la Fuente, Carlos Fuentes, Julio María Sanguinetti, Felipe González, Ricardo Lagos, Fernando Henrique Cardoso y Enrique Iglesias", y cuya actualidad es indiscutible en virtud de la personalidad del autor. De sus brillantes páginas entresaco lo que a continuación transcribo debido a la pluma del ex rector. "...en la orilla americana crecen estados frágiles, intervenidos por poderes fácticos, acechados por la ilegalidad, la violencia y el descrédito de instituciones claves; para empezar, los políticos y sus partidos: la política... El bajo compromiso con el cumplimiento de la ley es hermano siamés de la inseguridad pública". Y luego, a propósito de una preciosa cita de Don Quijote ("De leyes, pocas, pragmáticas y que se cumplan"), escribe: "En México, estamos llenos de leyes, muchas de éstas obsoletas por cierto, pero el problema principal es que, en efecto, pocas se cumplen... Los códigos son rebuscados, llenos de excepciones y a todo ello habría que agregar el grave problema de la impunidad. Se violan las leyes y no se aplican sanciones. Tenemos un gran déficit en la cultura de la legalidad que sólo podrá subsanarse con la educación, cultura y la certidumbre generalizada de que quien violenta la ley afronta consecuencias". Palabras claras y precisas. Es verdad, nos acosa la violencia de la mano de la ilegalidad, la impunidad, la ignorancia de muchos políticos y su cinismo para desviar lo justo, lo razonable, lo acorde con el Derecho. Pero en medio de la sombra hay luces y aún es tiempo de ser iluminados por ellas. Lo importante son esas tres preguntas: ¿En qué país estamos? ¿Quiénes nos gobiernan? ¿Cómo? Mayéutica política que nos debe llevar a una profunda recapacitación de nuestro presente y futuro. La reflexión política es vital en estos momentos. Reflexión y decisión. Hay que despertar. Ese es el auténtico homenaje a una patria todavía en construcción.
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