lunes, 20 de diciembre de 2010

EL SUCESO Y EL HOMBRE DEL AÑO

HERMILIO LÓPEZ BASSOLS

Interrumpo, casi a la conclusión de la serie de 10 artículos sobre "La Política Exterior durante la Revolución", que continuará la próxima semana, para volver a un ejercicio que desde 1982 he realizado en esta columna. Dar mi opinión sobre cuáles han sido los grandes sucesos del año tanto en el mundo como en México, y también proponer, como lo hace una muy conocida revista norteamericana, el hombre del año, agregando también el hombre del año en México. El año 2010 ha sido pletórico en acontecimientos importantes, entre los que sobresale el rescate de un grupo de chilenos de una mina en las cercanías del desierto de Atacama que concentró el interés televisivo en casi todo el planeta. El año comenzó con una severa crisis económica en Europa, cuyo primer epicentro fue Grecia, luego pasó sin gran profundidad a otros países mediterráneos y finalmente golpeó severamente a Irlanda, pareciera que la reforma al Tratado de Lisboa con la creación de un fondo de rescate podría aliviar la moneda única de la eurozona, aunque no se trata de un problema específicamente del euro. El papado vive una de las épocas más críticas a raíz del escándalo de la pedofilia y los actos criminales del clérigo Maciel; el pontífice actual parece no encontrar caminos acertados por su fuerte dogmatismo; por un lado defenestró justificadamente al michoacano, y por el otro fue a calentar cenizas imprudentemente en España y todavía dio una singular justificación para el uso del preservativo.Aunque no significó un conflicto militar, Corea del Norte y Corea del Sur estuvieron muy cerca de él, a raíz de la disputa de unas islas que desde el armisticio de 1953 están concedidas al norte y que por movimientos militares en el Golfo hicieron que el régimen comunista bombardeara isla del Sur. Ciertamente el presidente Obama ha pasado por un año muy duro, tanto en las urnas como en el Congreso y en su prestigio interno, pero más profundos fueron sus tropiezos, al develarse una gigantesca colección de correspondencia entre los enviados diplomáticos de Estados Unidos en casi todo el mundo y las instrucciones que desde el Departamento de Estado se les daba. El famoso WikiLeaks divulgado por los cinco grandes periódicos de Occidente pusieron en entredicho la función y la credibilidad de la diplomacia de H. Clinton. Baste señalar la furia con que fueron recibidas tales filtraciones en Moscú, Buenos Aires, Brasilia, Bogotá, Londres, Madrid, París, México y hasta en El Salvador. Verdaderamente lastimosa e indigna fue la respuesta de la encargada de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien quiso hacer una interpretación justificativa de lo publicado y luego presentarse con la propia Clinton en Canadá.Pero para el que esto escribe y ciertamente no contará con una opinión unánime, dos acontecimientos señalaron el 2010, universalmente. La extraordinaria cobertura que se le dio a la Copa del Mundo de futbol, celebrada en Sudáfrica, que mereció la atención de más de una mitad de los hombres del planeta y que para satisfacción de quienes gustamos del buen futbol y somos herederos de dos culturas, entre ellas la española, el triunfo de "La Furia Roja", lo recogimos con enorme entusiasmo. Pero si nosotros consecuente y detenidamente observamos los hechos en el planeta, aunque no podamos decir que fue este año precisamente el que marca el parteaguas -como fueron en 453 la caída de Roma, 1453 la caída de Constantinopla, 1789 la Revolución Francesa-, el acontecimiento fundamental que definió el año, precedido de la elección de Obama, es la inminente caída del Imperio norteamericano.Si bien sufrió un grave descalabro en Vietnam, la información actual, probada con hechos, nos permite afirmar que la expedición militar más poderosa de la historia contra dos países del Medio Oriente -Irak y Afganistán- ha iniciado el camino de su derrota total. Vivimos ya a las puertas del fin de la hegemonía norteamericana (no me refiero con México que ya ha ingresado a su órbita y los gobiernos recientes han hecho un esfuerzo consistente por abdicar de nuestra soberanía: migrantes, seguridad, política exterior etc.).Se acabó el espacio, antes de que el año concluya haré un análisis similar sobre el personaje en el mundo y en México en el 2010.

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