Acaba de aparecer el nuevo informe de Latinobarómetro sobre las percepciones con relación a la democracia en América Latina. Se trata, insisto, de una medición de las percepciones de la gente a través de encuestas aplicadas a muestras representativas, y no de una evaluación sobre el funcionamiento de nuestros sistemas políticos. Por ello resulta relevante. Se trata de medir los juicios y prejuicios, las ideas y nociones, las imágenes y las pulsiones de ese amasijo informe de expectativas y reclamos al que llamamos sociedad. Es un termómetro de los humores públicos que además sirve para compararnos con los otros 17 países de América Latina que incluye el estudio.Y de nuevo, como el año pasado, las cifras para México son de llamar la atención. La idea y la legitimidad de la democracia se asientan en nuestro continente. El 61 por ciento de los encuestados aprobó la afirmación de que "la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno". Pero en nuestro país ese porcentaje sólo llegó al 49. Sólo nos colocamos igual que Paraguay y por encima de Guatemala (46). Aunque del año pasado a éste el apoyo a la democracia en México creció en 7 puntos, pasando del 42 por ciento al 49. Además, la media a lo largo del periodo que abarca de 1996 a 2010 ha sido de 51 por ciento en nuestro país (con unas fluctuaciones difíciles de asir, 11 en 1996 y 45 en 1997).La idea de que "la democracia puede tener problemas, pero es el mejor sistema de gobierno" tuvo el respaldo en América Latina del 77 por ciento de las personas. Pero en México sólo contestó afirmativamente el 67, igual que en El Salvador y sólo por encima de Guatemala (59). Muy lejos de Uruguay donde el 91 por ciento avaló tal enunciado. Pero de nuevo, México subió 5 puntos, porque el año pasado la respuesta fue del 62 por ciento.Observar además qué tanto la gente entiende el funcionamiento del sistema democrático resulta interesante. En la academia se sabe que no existe democracia sin Congreso (órgano representativo) y sin partidos políticos (mediadores entre la sociedad y el Estado, agregadores de intereses, referentes políticos, etcétera). Pero esa comprensión no es la misma al "aire libre". Así, mientras el 59 por ciento de los latinoamericanos entienden que "sin Congreso no puede haber democracia", en México el porcentaje es de 52 (el año pasado fue de 50), por arriba de Panamá (51), Brasil (43) y Ecuador (40), únicamente. De igual forma el 59 por ciento en el continente latinoamericano respondió que "sin partidos políticos no puede haber democracia" y en nuestro país el porcentaje fue de 57. Muy por debajo de Venezuela (80), Uruguay (75), Costa Rica (74) y Argentina (70).En otros renglones México aparece más o menos en la media de América Latina. Por ejemplo, en el tema de la escasa confianza que existe hacia los gobiernos con relación a su desempeño a favor de los más. La afirmación de que "las decisiones del gobierno buscan beneficiar a algunos pocos" contó con el apoyo del 60 por ciento en la región y en México con el 65. De igual manera, mientras que el 60 por ciento en A.L. avala que "algunas personas o grupos tienen tanta influencia que los intereses de la mayoría son ignorados", en México el porcentaje asciende a 62.Más grave resulta saber que sólo el 30 por ciento de los latinoamericanos respondió que "se gobierna por el bien del pueblo", pero en nuestro país sólo el 21 por ciento contestó eso mismo. Esa percepción se alimenta de las vicisitudes personales y familiares en materia económica y de las profundas desigualdades que marcan a los países de A.L. Latinobarómetro entrega alguna información al respecto. Únicamente el 17 por ciento de los habitantes concedieron que la situación económica actual de sus respectivos países era muy buena o buena. Pero en México el porcentaje nada más llegó a 8, sólo por encima de República Dominicana (7) y Guatemala (5). Del otro lado, el 35 por ciento de los latinoamericanos consideró que la situación económica de sus países era mala o muy mala, pero en México la respuesta llegó hasta el 49. Mientras que el 39 por ciento de los latinoamericanos cree que sus países están progresando, en nuestro país eso lo cree sólo el 24 por ciento.A pesar de ello, "la esperanza es lo último que muere". A la pregunta de si "cree que en los próximos doce meses la situación de su familia será mejor", el 44 por ciento de los entrevistados dijo que sí, y en México el 42 por ciento espera esa mejoría. Incluso llaman la atención las respuestas al siguiente enunciado. Los encuestadores preguntaron si el encuestado estaba "satisfecho con su vida". Y el 71 por ciento de los latinoamericanos dijo que sí. Y en ese renglón los mexicanos si estamos por encima de la media. El 79 por ciento de nuestros conciudadanos respondió de manera afirmativa.Nunca resulta sencillo explicar los humores públicos. Pero en nuestro caso mucho dice del malestar la insatisfacción con la marcha de la economía.
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