lunes, 6 de diciembre de 2010

DATOS HISTÓRICOS SOBRE LA DEUDA EXTERNA MEXICANA

CARLOS ARELLANO GARCÍA

Cuando a través de la prensa escrita, se difunden noticias de la realización de nuevos compromisos hacia el exterior que adquiere nuestro país, lo que acrecenta la cuantía de lo que deberá pagarse en el futuro, no podemos menos que preocuparnos, máxime que, según información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en el mes de febrero de 2010, la deuda externa neta del Gobierno de México se incrementó en 8 mil 503 millones de dólares. Asimismo, la dependencia gubernamental citada dio a conocer que el saldo de la deuda externa del sector público federal en México sumó 91 mil 723 millones de dólares al cierre de 2009.
Sabido es que la deuda externa de un país está constituida por las obligaciones de pago que un país tiene a su cargo frente a entidades del exterior, y los pagos que deben realizarse incluyen intereses, comisiones y si el pago es en divisa extranjera, lo que generalmente sucede, se corre el riesgo de un incremento del débito cuando desciende el valor de la moneda nacional. Adicionalmente, en el supuesto de que el país deudor tenga dificultades para cubrir oportunamente su deuda, ello tiene consecuencias en la situación económica nacional y podría ser requerido de pago, lo que es, sin duda, una afectación a su autonomía.
El otro problema del endeudamiento externo consiste en el destino que se ha diseñado para aplicar los recursos obtenidos del exterior y suele suceder que las erogaciones que se realizan no se apegan a las exigencias económicas del país receptor de los recursos externos, por razones de ineficiencia, ligereza, irresponsabilidad o alguna otra causa de mal uso de recursos pecuniarios obtenidos. Ello puede conducir al incumplimiento de los deberes con consecuencias impredecibles totalmente negativas. A efecto de tener una idea de lo que puede suceder, cabe voltear la mirada hacia acontecimientos pretéritos y recordar las graves experiencias de deudas nacionales que, en otra época, se contrajeron.
El gobierno mexicano, encabezado por Benito Juárez, en el año de 1861, anunció la suspensión de pagos de la deuda externa. Como respuesta, Francia, Reino Unido y España formaron una alianza y anunciaron su intención de enviar tropas a México. Las tropas de la alianza llegaron a Veracruz en 1862 y se realizaron negociaciones con el Gobierno de México. Los dirigentes de las misiones inglesa y española decidieron volver, pero los franceses anunciaron que ocuparían México y los franceses avanzaron desde la Costa del Golfo de México hacia el centro del país. Después de la derrota sufrida por los franceses el 5 de mayo de 1862, los franceses continuaron la expedición y ocuparon la Ciudad de México el 10 de junio de 1863, lo que originó que el Gobierno Mexicano peregrinara por varios puntos del país, mientras los franceses continuaron la ocupación de la capital mexicana.
Una segunda experiencia histórica sufrida por nuestro país se desprende de la necesidad que tenía el presidente Álvaro Obregón de que su gobierno fuera reconocido por Estados Unidos de América para poder disponer de depósitos en bancos norteamericanos y para ocupar la sede de la Embajada en Washington. A su vez, el gobierno norteamericano pretendía que se derogase el artículo 27 constitucional que pugnaba contra los latifundios y establecía el dominio directo del país sobre riquezas minerales e hidrocarburos existentes en el subsuelo. Así se iniciaron las denominadas "Conferencias de Bucareli", en 1923, que concluyeron con las Convenciones de Reclamaciones que suscribió México con Estados Unidos, que se hicieron extensivas a algunos países más como Alemania, España, Francia, Italia, Bélgica y Rusia. Esas Convenciones forjaron las Comisiones Mixtas de Reclamaciones, a las cuales acudieron extranjeros, personas físicas y morales, para reclamar daños y perjuicios sufridos con motivo de enfrentamientos bélicos entre mexicanos, con la facultad de los extranjeros de reclamar directamente a México. Ello originó una deuda pública de cuantía tan elevada que su pago se inició en la época del gobierno de Álvaro Obregón y se terminó de cubrir cuando ya era presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines.

No hay comentarios: