lunes, 20 de diciembre de 2010

EL MEJOR ALCALDE DEL MUNDO

MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA

Las fuerzas vivas de la Ciudad de México (y, hay que decirlo, especialmente los proveedores del gobierno capitalino, como el consorcio Línea 12 del Metro, integrado por ICA, Alstom y Carso) se emocionaron con la designación del jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, como “el mejor alcalde del mundo”, según la City Mayor Foundation, un organismo no de gobernantes municipales que juzgan a sus iguales, sino de expertos que examinan el desempeño de quienes tienen que lidiar con los problemas urbanos.
A pesar de que se notificó que Ebrard salió avante en competencia con los alcaldes de las no muy impresionantes ciudades de Oklahoma, en Estados Unidos; Riace, en Italia; Surrey, en la Columbia Británica de Canadá, y Brisbane, en Australia (que ocuparon los lugares del dos al cinco), la noticia fue recibida con algarabía sobre todo en el sector empresarial, lo que se mostró en abundancia de felicitaciones en espacio pagado en la prensa capitalina, a partir del 6 de diciembre en que se difundió la elección del jefe de Gobierno de la Ciudad de México como el mejor.
La cascada de congratulaciones al jefe de Gobierno y aspirante presidencial llegó a un punto culminante el jueves pasado, cuando un nutrido grupo de organizaciones del sector privado expresó su orgullo de contar con un Ejecutivo local de clase mundial, el mejor de todos por lo menos en 2010 (pues el cetro cambia de manos cada año).
“Las cámaras, asociaciones, el sindicato patronal y organizaciones empresariales abajo firmantes se congratulan por el reconocimiento internacional otorgado al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Lic. Marcelo Ebrard Casaubon, como ‘El Mejor Alcalde del Mundo 2010’, por parte de la asociación internacional de alcaldes denominada Fundación City Mayors, con sede en Londres.
“Quienes vivimos y trabajamos en la Ciudad de México estamos conscientes de que las acciones desarrolladas por el jefe de Gobierno del Distrito Federal contribuyen a lograr que nuestra ciudad se convierta, día con día, en una de las mejores metrópolis del mundo.
“El galardón referido representa una enorme responsabilidad que, estamos seguros, será correspondida por el Lic. Marcelo Ebrard Casaubon.”
Calzan ese mensaje los emblemas o los nombres de 56 cámaras, asociaciones y “el sindicato patronal”, que tal es el carácter jurídico de la Coparmex. Sin poder enumerarlos por completo, enuncio que entre los sellos firmantes figuran Concamin, Canadevi (por partida doble), Canacintra, Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana; Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México; ANIERM, CIRT, Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, Asociación de Industriales Litógrafos de México, Aschoco, Ammje, Canacope, Servitur, Canaintex, Cámara Nacional de la Industria del Vestido, Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), Canirac, Canaibal, CMIC, etcétera.
Por su lado, ese mismo día pudo leerse en amplios espacios que “Roberto Gómez Barrera, presidente de los consejos de administración de Gruma y de Grupo financiero Banorte, felicita cordialmente al Lic. Marcelo Ebrard Causabon, jefe de Gobierno del Distrito Federal, por haber sido designado Mejor Alcalde del Mundo por la Fundación City Mayors”.
Mejor informado que sus compañeros empresarios, González Barrera cita exactamente a City Mayors, que solamente es una fundación y no la “asociación internacional de alcaldes”, como afirmaron los “abajo firmantes” que, por otro parte, expresan un optimismo poco frecuente entre los habitantes de la capital, pues están ciertos de que Ebrard logrará “que nuestra ciudad se convierta día con día en una de las mejores metrópolis del mundo”. En medio del refunfuño generalizado, estas voces que expresan un pensamiento positivo son de agradecer, pues dejan de lado la crítica repetitiva, seguramente auspiciada por los adversarios políticos de Ebrard, sobre la multitud de problemas que aquejan a la capital, entre los que sobresale, para los sectores medios, el que la circulación rodada esté sujeta cada día a mayores dificultades, una de las cuales no menor es la multitud de obras callejeras en curso, que se prolongan y alargan más allá de lo comprensible. Como entre los ingleses el clima, no hay conversación entre capitalinos que no comience o verse por completo sobre el infierno que es para muchos pasar de una porción a otra de la ciudad o entrar y salir de rumbos muy poblados, especialmente de automóviles.
La fundación premiadora informó que la defensa de Ebrard de los derechos de las mujeres y de las minorías era una de las razones para galardonarlo. Otra causa es que “se ha convertido en defensor de asuntos en materia ambiental, internacionalmente reconocido”.
De seguro los premiadores se refirieron al papel desempeñado por Ebrard en la cumbre de autoridades municipales a que convocó él mismo y tuvo lugar en la capital, en noviembre, reunión que comisionó al “mejor alcalde del mundo” para que entregara en Cancún, ante las cúpulas preocupadas por el calentamiento global, el proyecto de las ciudades más grandes del orbe para disminuir cada una en su ámbito la emisión de gases con efecto invernadero.
Seguramente la fama internacional de Ebrard crecerá y se consolidará si escucha de viva voz las objeciones a su proyecto carretero conocido como Supervía Poniente, denunciado por expertos y grupos vecinales como atentatorio contra la sustentabilidad de la capital de la República, más allá del daño ecológico que su sola construcción generaría.
En los mismos días en que medio mundo festejaba al mejor alcalde del mundo, un grupo de 34 diputados federales pertenecientes no sólo a la oposición (PRI y PAN), sino también a los partidos que lo llevaron al lugar donde se encuentra (PRD, Convergencia y PT), le dirigieron una carta que hasta ahora no ha tenido respuesta. Los legisladores pidieron al jefe de Gobierno que se abra al diálogo con los objetores del proyecto. Le recuerdan que con los auspicios de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal se realizaron en torno a este asunto “interesantes debates” en que “especialistas de alto nivel en materia legal, ambiental y de movilidad y planeación urbana presentaron opiniones fundadas sobre los impactos que podría acarrear la Supervía en relación con la sustentabilidad de la ciudad, en especial en materia de agua, de nuevos problemas de movilidad por falta de apoyos técnicos suficientes, del riesgo para las finanzas del DF, pues en el título de concesión se pactó el rescate carretero, así como numerosas violaciones a los derechos humanos, entre los que destacan derecho a la información, a la participación, a la seguridad jurídica, a una vivienda digna, a un medio ambiente sano y al agua”.
Si Ebrard accede a recibir a la Comisión Civil de Acompañamiento del Frente Amplio contra la Supervía, y a los propios representantes de esa agrupación, es seguro que él mismo ampliará la información sobre la que han descansado los proyectos para esa carretera de cuota en el interior de la capital, y acaso opte por conocer las alternativas que los impugnadores han preparado. Si procediera de esa guisa, es seguro que no sólo un despacho de relaciones públicas de Londres lo galardone, sino que los capitalinos lo reconozcan como el mejor alcalde del mundo

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