GENARO DAVID GÓNGORA PIMENTEL
En las últimas décadas se ha presenciado una proliferación de tratados, pactos, protocolos y demás instrumentos jurídicos internacionales sobre derechos humanos, pero la experiencia muestra que a la par se profundizan las desigualdades e injusticias que hacen cada vez más amplia la exclusión social y económica.
La pobreza y la desigualdad son dos grandes desafíos que afronta actualmente nuestro país “la gente que sufre la pobreza vive sin libertades fundamentales de acción y opción que los más aventajados en la sociedad dan por sentadas[1]”.
El nivel de la pobreza en nuestro país es uno de los mayores del mundo, México está muy por encima de los índices de pobreza promedio de América Latina, ya que mientras los niveles de pobreza en la región alcanzan en promedio a 30 por ciento de la población, en México llegan a 50 por ciento.
La pobreza no sólo está referida a un problema económico, sino a uno más complejo que abarca diferentes esferas, como la social, económica, política y cultural, convirtiéndose en un problema multidimensional que afecta directamente la satisfacción de los derechos humanos y el desarrollo.
La pobreza se complementa con la desigualdad y la exclusión social. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)[2], alertó que en México la exclusión social está impactando fuertemente nuestra sociedad, haciendo aún más grande la brecha entre pobres y ricos, entre quienes tiene acceso a oportunidades de desarrollo y quienes no. El PNUD señaló que los jóvenes están siendo los que reciben más impactos ya que, al no tener acceso a la educación ni al trabajo son presa fácil del crimen organizado, lo que está deviniendo en un fenómeno dramático pues los “excluidos” están siendo el principal apoyo de las organizaciones criminales. Bernardo Kliksberg especialista en materia de lucha contra la pobreza, ha señalado que está comprobado científicamente que la base social de apoyo del narcotráfico está en los jóvenes expulsados del sistema. El especialista condenó severamente que en México se utilice el término “nini” para hacer alusión a jóvenes que ni estudian ni trabajan, ya que dicho concepto solo ha servido para ocultar que el Estado no ha brindado ni las oportunidades ni las condiciones de acceso a cuestiones básicas para su desarrollo.
La democracia es el único sistema compatible con la dignidad humana[3]y debe ser entendida como una forma de vida, estructurada de tal manera que genere garantías para la igualdad y la efectividad de derechos.
La democracia empieza con elecciones libres y transparentes, pero no se agota allí, es un proceso de construcción continuo, donde la creación de ciudadanía es fundamental para la creación de libertades.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha sostenido que “La pobreza constituye una violación generalizada a todos los derechos humanos, (…) además afecta seriamente la institucionalidad democrática, pues constituye una desnaturalización de la democracia y hace ilusoria la participación ciudadana, el acceso a la justicia y el disfrute efectivo, en general de los derechos humanos[4]”.
No basta con establecer la democracia, se requieren diversas intervenciones políticas para realizar un conjunto de derechos bajo un conjunto democrático.
La democratización en Latinoamérica no cuenta con suficiente solidez y esto se manifiesta en insatisfacción popular, la gente reniega de sus gobiernos, la gente dejó de creer en sus representantes. Según el Latinobarómetro[5] “los mexicanos estamos desencantados con la democracia de nuestro país, al calificarlo con 5.9 entre nada democrático y democrático.”
Según la Corporación Latinobarómetro, el impacto negativo en el apoyo a la democracia proviene tanto del plano económico, como del político. De 2010 a 2011 México cayó 9 puntos porcentuales en el apoyo a la democracia, uno de los motivos es la ola de violencia que vive la sociedad.
Para muchos no tiene razón de ser el cúmulo de libertades que prometió la transición democrática porque no las viven, la población se muestra decepcionada por los resultados económicos y sociales. Algo no funciona bien y estamos pagando las consecuencias.
Aún sigue estando muy lejana la aspiración contemplada en el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Un mundo liberado de la miseria y del miedo.”
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[1] ROSILLO, Martínez Alejandro, “La filosofía de la realidad histórica de Ignacio Ellacuría y los derechos humanos”, Universidad Carlos III de Madrid Instituto de Derechos Humanos Bartolomé deLas Casas, España, 2008, p. 189.
[2] PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2011 "Sostenibilidad y equidad: Un mejor futuro para todos."
[3] Carta Democrática Interamericana, Capítulo II, La democracia y los derechos humanos, art. 7-10.
[4] CIDH, Tercer Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Paraguay 2001, Capítulo V, párr.17.
[5] Latinobarómetro: Es un estudio que versa sobre el desarrollo de la democracia, la economía y la sociedad en su conjunto en América Latina y que utiliza como indicador la opinión pública.
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