LEONARDO VALDÉS ZURITA
Las democracias son la expresión de la participación y demandas de sus ciudadanos, del comportamiento de sus gobernantes y de la capacidad de respuesta de sus instituciones. México se ha transformado en los últimos años; en 2012, ni la sociedad, ni los partidos políticos, ni el Instituto Federal Electoral, somos los mismos que en 2006.
La reforma electoral 2007-2008 transformó a la autoridad electoral dándole mayores herramientas para garantizar la equidad de las contiendas, fiscalizar los recursos de los partidos políticos y asegurar la transparencia de los resultados electorales. Con 53 nueva atribuciones, el IFE está organizando la jornada electoral más grande de la historia de México. Los mecanismos de esta transformación son diversos; van desde la utilización de la lista nominal más actualizada de nuestra vida democrática hasta la regulación, por disposición constitucional, de los medios de comunicación en materia electoral, pasando por una serie de facultades de arbitraje.
No me queda duda, los retos que enfrenta nuestra democracia en cada proceso electoral son distintos. Por ello, a menos de 70 días de la jornada electoral, he considerado importante difundir algunos detalles de la preparación del proceso en marcha, pues dar a conocer las reglas del juego permitirá a los ciudadanos ejercer su derecho al voto con la certeza de que éste será recibido y contado con toda honestidad.
Con dicho fin, este artículo tiene por objeto mostrar el tamaño del proceso electoral a través de tres dimensiones: la demográfica, la política y la institucional. A lo largo de las siguientes seis entregas, esbozaré los desafíos que enfrenta el IFE.
Dimensión demográfica
El crecimiento de la población y, concretamente, el de los mexicanos en edad de votar, genera un mayor despliegue de las actividades de la autoridad electoral. Ello, en tanto el mandato constitucional y legal del IFE, es garantizar el derecho al sufragio de todas y todos los ciudadanos. Mientras más ciudadanos estén inscritos en el padrón y la lista nominal, el trabajo técnico del instituto es más amplio.
El despliegue logístico que realizaremos es histórico; el más grande y complejo de nuestra historia. En 1991, para la primera elección organizada por el Instituto, se instalaron 87 mil 622 casillas; en 2000, 113 mil 423. El próximo 1 de julio se ha estimado instalar más de 145 mil. En el mismo periodo, la lista nominal se incrementó 117%, pasando de 36.7 millones de electores a 79.6. Estos números implican la movilización de más de un millón de ciudadanos que serán funcionarios de mesa directiva de casilla, así como la de los 34 mil capacitadores-asistentes y supervisores electorales, contratados para atender la capacitación de los ciudadanos que serán autoridad electoral el 1 de julio.
Dimensión política
Se llevará a cabo la mayor elección de representantes y gobernantes en nuestro país. Ello es resultado de la conciliación de los calendarios electorales producto de la reforma constitucional de 2003. De este modo, mientras en 2006 concurrieron con la elección federal 10 elecciones locales, este año coincidirán 16; es decir, que más de la mitad del país estará celebrando elecciones locales coincidentes con la federal.
En la organización de los procesos locales, a través de convenios de colaboración y con respeto a la autonomía de las entidades, el IFE apoya en materia de capacitación y organización electoral, fiscalización de los recursos de los partidos políticos, padrón y listas nominales; además de ejercer sus facultades como autoridad única en materia de radio y televisión.
Dimensión institucional
Ante el incremento en la competitividad, las exigencias por mayor transparencia y equidad y producto de la reforma electoral de 2007, el IFE actualizó sus procedimientos y reglamentos (quejas y denuncias, fiscalización, radio y televisión) y renovó su servicio profesional electoral. Además, convocó a los ciudadanos para conformar sus 332 consejos electorales locales y distritales.
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