JORGE ALCOCER VILLANUEVA
Por su brevedad (90 días) y por el nuevo modelo de acceso a televisión y radio, las campañas electorales están experimentado una profunda transformación. Veamos algunos de sus nuevos rasgos.
TV y radio
Cada partido/coalición sabe, a detalle y desde hace tiempo, cuántos mensajes (spots) dispone, día por día, hora por hora; sabe también los canales y estaciones por los que serán difundidos, y conoce la obligación legal de utilizar, al menos, el 30% de sus spots para las campañas de diputados y senadores. Por ley, del tiempo total de que disponen los partidos (41 minutos diarios en conjunto) deberán destinarse 15 minutos diarios a las campañas locales en 14 estados y el Distrito Federal.
Por tanto, tratándose de spots en TV y radio, las decisiones de cada partido/coalición tienen que ver con los contenidos de sus mensajes, que deciden conforme a sus particulares estrategias, sin más limitación que la de "abstenerse de expresiones que denigren a las instituciones y a los propios partidos, o que calumnien a las personas".
Redes sociales
Internet, Twitter, Facebook y otras redes están abiertas al uso y creatividad de partidos y candidatos, también de los ciudadanos en general, al igual que las líneas telefónicas, fijas o móviles.
Que el Cofipe no regule el uso de redes sociales con fines electorales fue producto del análisis, no del olvido. Más allá de los abusos que ya se han visto, o de la manipulación que supone la contratación de empresas para el envío automatizado de mensajes, el uso de las redes sociales tendrá en 2012 una importancia sobresaliente, más aún si consideramos que en el segmento de electores jóvenes se ubica el mayor número de usuarios.
Propaganda estática
Los anuncios en espectaculares, vallas, parabuses, bardas, Metro, autobuses, y en general en los medios para colocar propaganda estática, incluidos diarios y revistas, no tienen otra restricción que la antes señalada (denigración/calumnia) debiéndose identificar al partido/coalición y documentar el pago por el servicio.
En cambio, la propaganda que se pega o cuelga en el equipamiento urbano está sujeta a restricciones que, aunque nadie respeta, tienen como propósito proteger el entorno urbano y la vida cotidiana de las personas. El Cofipe establece que "Sólo podrá usarse material plástico reciclable en la propaganda electoral impresa"; ¿el IFE hará cumplir esa norma?
Campañas en tierra
Los mítines, las marchas, la visita domiciliaria han perdido importancia, al menos para los candidatos presidenciales. No es que vayan a desaparecer, es que su objetivo es otro. Son parte de la producción, de la escenografía para ilustrar el minuto que destinará el conductor del noticiero para informar de la actividad de los candidatos. Los actos masivos se preparan pensando en la TV, no en los asistentes al evento.
Las campañas en tierra han quedado para los candidatos a legisladores, ya que muy pocos tendrán la oportunidad de contar con mensajes en TV o radio. A pesar de que los candidatos a diputados y senadores podían iniciar campaña el mismo día que los presidenciales, poco o nada se sabe de ellos. Ilustrativo resulta que al momento de entregar este artículo ni el IFE ni los partidos habían colocado en sus páginas electrónicas los nombres de sus candidatos al Congreso.
Campañas y debates
Las campañas se han convertido en ejercicios de aplicación de manuales elaborados por los estrategas de cada candidato. Día por día, a lo largo de 90, casi todo está planeado; hay poco espacio para la espontaneidad.
Para los candidatos y sus estrategas lo que importa es el impacto mediático de sus eventos públicos; su atención está puesta en las encuestas. El puntero (Enrique Peña Nieto) busca conservar la considerable ventaja con la que arrancó, en tanto que para Josefina Vázquez Mota el reto está en cerrar la brecha y colocarse en posición competitiva. Por su parte, la estrategia comunicacional de López Obrador no parece dar resultados; la "república amorosa" no convence a los electores indecisos, lo que mantiene anclado al tabasqueño en su voto duro.
Aunque López Obrador insiste en su propuesta de realizar 12 debates, lo cierto es que el único hasta hoy definido es el primero de dos que, por mandato del Cofipe, organizará el IFE, que tendrá lugar el domingo 6 de mayo.
Encuentro una expectativa exagerada sobre el efecto que los debates tienen sobre los electores. Es cierto que en experiencias previas las encuestas reflejaron variaciones en las preferencias ciudadanas, pero sería temerario atribuirles el resultado final. Ana Cristina Covarrubias apunta, con razón, que influye más el post debate que el debate en sí mismo.
Multiplicar los debates, no sólo entre candidatos presidenciales, sino también entre candidatos a diputados o senadores, tiene un sentido democrático y un valor informativo, al hacer posible el contraste de propuestas que ilustra a los electores y les beneficia al tomar su decisión de voto.
Incorporar los debates a las estrategias de campaña dará a éstas un mayor dinamismo, y quizá permita medir, de manera más precisa, su impacto en las preferencias ciudadanas.
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