GENARO DAVID GÓNGORA PIMENTEL
En el transcurso de estos años me he encontrado con una verdad. Los problemas los hacemos nosotros mismos. El culpar a una persona por las derrotas que sufrimos es útil, pero nosotros sabemos bien que hemos tenido la mala, la equivocada conducta que nos ha llevado a la peor conclusión.
Estas ideas ya, desde luego, las tenían desde tiempos antiguos los hombres. El escritor Marco Pacuvio, contemporáneo de Escipión el africano, en la tragedia “Paulo”, escribió:
“La diosa Fortuna es loca, ciega, irracional, dicen los filósofos. Nos la presentan encima de un globo pétreo móvil; dicen que viene a caer allí donde el azar impele al globo de piedra. Dicen que es loca porque es cruel, incierta y mudable; añaden además que es ciega porque no ve adonde se dirige; irracional porque no sabe distinguir al que es digno del que es indigno de ella. “(Citada por Santiago Posteguillo en Las Legiones Malditas. Página 216).
En cierta ocasión en que le recomendaban al Emperador Napoleón a un militar, a cada argumento preguntaba, sí pero… ¿tiene suerte?
La fortuna, la suerte tiene una gran importancia en la vida. Es necesario recibirla y prepararse para poder tenerla.
Me pregunto si más de 65,000 muertos en estos últimos años, más de 10,000 desaparecidos, la intranquilidad en todo el país, todo esto ¿es tener suerte?, ¿la fortuna nos ha sonreído?, ¿cómo vamos a salir de estos problemas?
Sí, México ha sobrevivido a mayores catástrofes. Sí hemos logrado desarrollos en algunas áreas de importancia, pero me vuelvo a preguntar sí más de 60 millones de pobres son, en última instancia, algo que debemos tener en mente para saber si nuestro país lleva un buen camino y no necesita, por el contrario, cirugía mayor para componer las cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario