La última semana de agosto de 2009 fue paradójica para el Instituto Federal Electoral (IFE). Culminaba el proceso electoral federal mejor organizado y menos cuestionado de sus casi 19 años de historia y, a la vez, fue centro de diversas críticas respecto de su operación, administración y, asimismo, de su presupuesto. En estas tres entregas me permitiré poner a su disposición, respetable lector, información e ideas que espero le sean útiles para formarse una opinión al respecto.
Se ha dicho, y repetido con el claro objetivo de que esa mentira sea tomada como verdad, que el Sistema de Administración de los Tiempos del Estado en Radio y Televisión (SIATE), para fines electorales, no funcionó durante el proceso electoral de este año y que los recursos invertidos en su construcción no dieron los resultados esperados.
Es necesario tomar en cuenta que un conjunto de nuevas atribuciones en materia de radio y televisión, ordenadas por la Constitución y por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), produjo necesidades presupuestales adicionales a la histórica tarea del IFE: organizar las elecciones. Como administrador único del tiempo del Estado en radio y televisión para sus propios fines y el de otras autoridades electorales, así como para el ejercicio de las prerrogativas de los partidos políticos, el instituto tuvo que diseñar y poner en marcha un modelo tecnológico de vanguardia.
Las exigencias establecidas por ley en el artículo 76 del Cofipe, que señala que “el instituto contará con los recursos presupuestarios, técnicos, humanos y materiales que requiera para el ejercicio directo de sus facultades y atribuciones en materia de radio y televisión”, precisaron el desarrollo de un sistema que monitoreara los mensajes, de manera directa, para verificar el cumplimiento de las pautas de transmisión y las normas aplicables respecto de la propaganda electoral en radio y televisión.
Para construir esta tecnología totalmente nueva, en noviembre del 2008 el IFE recurrió a una licitación pública internacional apegada a derecho. Tres empresas presentaron sus respectivas propuestas, conforme a las bases acordadas, las cuales, por cierto, pueden ser consultadas por el lector en la página de internet del instituto.
Verificación y Monitoreo, SA de CV, Indra Sistemas, SA, y Grupo de Tecnología Cibernética, SA de CV, fueron las empresas que, ante las instancias del IFE, entregaron sus propuestas técnicas. La compañía que ganó la licitación fue el Grupo de Tecnología Cibernética, que fue el mejor valorado en cuanto a las bases de licitación.
El instituto, entonces, requería una solución integral que permitiera organizar y administrar un sistema que funciona a partir de la interacción de cinco subsistemas relacionados entre sí (Generación de Pautas, Ingesta y Catalogación de Materiales, Transmisión de Materiales, Verificación y Monitoreo y Monitoreo de Contenidos).
Así, en un espacio temporal significativamente reducido, se procedió a la instalación de la infraestructura, la elaboración de los programas de operación, a la capacitación del personal y la puesta en marcha del sistema. Todo este trabajo, que implicó incluso la adecuación de los espacios físicos, se llevó a cabo para que el inicio de las campañas de los partidos políticos se encontrara en condiciones de operación.
Aunque el sistema es complejo e inédito, es sencillo entender en orden secuencial su funcionamiento en los siguientes términos:
1. Elaboración de las pautas de transmisión de los partidos políticos y las autoridades electorales, y que son aprobadas por el Comité de Radio y Televisión y la Junta General Ejecutiva del instituto.
2. Recepción, catalogación e ingesta de los materiales a los que se imprime una huella acústica para comprobar el cumplimiento de la ley.
3. Distribución de los materiales a concesionarios y permisionarios de la radio y la televisión.
4. Verificación y monitoreo de los materiales y su grabación durante la transmisión al aire para actuar en caso de incumplimientos y/o denuncias.
5. Materiales que son grabados para el monitoreo de noticiarios y su valoración.
Fue necesario instalar 150 Centros de Verificación y Monitoreo (Cevem), ubicados estratégicamente en todo el país, conectados al Centro Nacional de Control y Monitoreo (Cenacom), para que se pudieran documentar y comprobar los cumplimientos e incumplimientos de la ley, ocurridos en las frecuencias de radio y televisión.
Lo anterior, como se puede apreciar, implicó enormes retos técnicos y organizativos. En estos centros se grabaron y almacenaron durante toda la campaña mil 474 señales de radio y televisión, las cuales fueron digitalizadas y pudieron ser consultadas inmediatamente o, en archivo histórico, por los propios partidos políticos. En el Cenacom, ubicado en oficinas centrales del instituto, los partidos tuvieron un espacio con tecnología de punta para comprobar, en cumplimiento de la ley, las transmisiones oportunas de sus respectivos promocionales al aire.
Quiero aclarar que este sistema funciona de manera semiautomática. Así fue concebido en sus términos por el Comité de Radio y Televisión del instituto en su diseño y en las bases de licitación. Una tecnología totalmente automatizada no existe aún en el mercado mundial, por lo que, afortunadamente, todavía necesitamos del recurso humano.
Difícil decir, por lo tanto, que el monitoreo no funcionó, cuando los resultados están ahí y demuestran su eficacia, aunque algunas voces digan lo contrario, sin ninguna prueba fehaciente. Los siguientes datos hablan por sí solos:
—Las mil 474 señales mencionadas con anterioridad cumplieron con las pautas ordenadas por el IFE durante el periodo electoral.
—A través del sistema de verificación se dio cuenta acerca de posibles infracciones cometidas por concesionarios y permisionarios en radio y televisión.
—Lo anterior sirvió para que se emitieran 563 requerimientos de información sobre incumplimientos que detectó el sistema en la transmisión de promocionales.
—Se turnaron 52 denuncias debido a incumplimientos a la ley por parte de concesionarias y permisionarias, y se abrieron igual número de procedimientos legales con el fin de sancionar.
—El monitoreo proporcionó la totalidad de las grabaciones de 348 noticiarios, junto con la entrega de nueve reportes del 3 de mayo al 1 de julio de 2009.
El sistema funcionó, y funcionó bien, tanto en sus disposiciones técnicas como en la restricción del uso de recursos privados en la compra y venta de tiempo en radio y televisión, tal y como se viene haciendo en otras partes del mundo.
Es cierto que tuvo un costo elevado, alrededor de 26 millones de dólares, información que en todo momento se hizo transparente ante la opinión pública. Pero también es cierto que es una inversión por única vez, lo que algunos llaman gasto fundacional, es decir, a diferencia de lo que sucedía en procesos electorales anteriores en los que los pagos a las empresas se daban en cada elección, ahora esta inversión es perdurable. El grupo de sistemas que integran el SIATE no termina su razón de ser en el proceso electoral que finalizó hace unas semanas, sino que servirá para las elecciones locales venideras de 2010 y, en efecto, para las presidenciales de 2012.
Además, este sistema tiene un valor agregado importante. A través de la firma de convenios con todo tipo de instancias gubernamentales o académicas nacionales, se puede brindar acceso a una enorme base de audio y video, para realizar verificación de transmisiones, realizar investigaciones científicas, o bien, monitorear determinadas pautas de transmisión de promocionales.
El espíritu del sistema está en administrar los tiempos del Estado en radio y televisión, por lo que, evidentemente, es un bien nacional al servicio de todos y cada uno de los mexicanos.
Se ha dicho, y repetido con el claro objetivo de que esa mentira sea tomada como verdad, que el Sistema de Administración de los Tiempos del Estado en Radio y Televisión (SIATE), para fines electorales, no funcionó durante el proceso electoral de este año y que los recursos invertidos en su construcción no dieron los resultados esperados.
Es necesario tomar en cuenta que un conjunto de nuevas atribuciones en materia de radio y televisión, ordenadas por la Constitución y por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), produjo necesidades presupuestales adicionales a la histórica tarea del IFE: organizar las elecciones. Como administrador único del tiempo del Estado en radio y televisión para sus propios fines y el de otras autoridades electorales, así como para el ejercicio de las prerrogativas de los partidos políticos, el instituto tuvo que diseñar y poner en marcha un modelo tecnológico de vanguardia.
Las exigencias establecidas por ley en el artículo 76 del Cofipe, que señala que “el instituto contará con los recursos presupuestarios, técnicos, humanos y materiales que requiera para el ejercicio directo de sus facultades y atribuciones en materia de radio y televisión”, precisaron el desarrollo de un sistema que monitoreara los mensajes, de manera directa, para verificar el cumplimiento de las pautas de transmisión y las normas aplicables respecto de la propaganda electoral en radio y televisión.
Para construir esta tecnología totalmente nueva, en noviembre del 2008 el IFE recurrió a una licitación pública internacional apegada a derecho. Tres empresas presentaron sus respectivas propuestas, conforme a las bases acordadas, las cuales, por cierto, pueden ser consultadas por el lector en la página de internet del instituto.
Verificación y Monitoreo, SA de CV, Indra Sistemas, SA, y Grupo de Tecnología Cibernética, SA de CV, fueron las empresas que, ante las instancias del IFE, entregaron sus propuestas técnicas. La compañía que ganó la licitación fue el Grupo de Tecnología Cibernética, que fue el mejor valorado en cuanto a las bases de licitación.
El instituto, entonces, requería una solución integral que permitiera organizar y administrar un sistema que funciona a partir de la interacción de cinco subsistemas relacionados entre sí (Generación de Pautas, Ingesta y Catalogación de Materiales, Transmisión de Materiales, Verificación y Monitoreo y Monitoreo de Contenidos).
Así, en un espacio temporal significativamente reducido, se procedió a la instalación de la infraestructura, la elaboración de los programas de operación, a la capacitación del personal y la puesta en marcha del sistema. Todo este trabajo, que implicó incluso la adecuación de los espacios físicos, se llevó a cabo para que el inicio de las campañas de los partidos políticos se encontrara en condiciones de operación.
Aunque el sistema es complejo e inédito, es sencillo entender en orden secuencial su funcionamiento en los siguientes términos:
1. Elaboración de las pautas de transmisión de los partidos políticos y las autoridades electorales, y que son aprobadas por el Comité de Radio y Televisión y la Junta General Ejecutiva del instituto.
2. Recepción, catalogación e ingesta de los materiales a los que se imprime una huella acústica para comprobar el cumplimiento de la ley.
3. Distribución de los materiales a concesionarios y permisionarios de la radio y la televisión.
4. Verificación y monitoreo de los materiales y su grabación durante la transmisión al aire para actuar en caso de incumplimientos y/o denuncias.
5. Materiales que son grabados para el monitoreo de noticiarios y su valoración.
Fue necesario instalar 150 Centros de Verificación y Monitoreo (Cevem), ubicados estratégicamente en todo el país, conectados al Centro Nacional de Control y Monitoreo (Cenacom), para que se pudieran documentar y comprobar los cumplimientos e incumplimientos de la ley, ocurridos en las frecuencias de radio y televisión.
Lo anterior, como se puede apreciar, implicó enormes retos técnicos y organizativos. En estos centros se grabaron y almacenaron durante toda la campaña mil 474 señales de radio y televisión, las cuales fueron digitalizadas y pudieron ser consultadas inmediatamente o, en archivo histórico, por los propios partidos políticos. En el Cenacom, ubicado en oficinas centrales del instituto, los partidos tuvieron un espacio con tecnología de punta para comprobar, en cumplimiento de la ley, las transmisiones oportunas de sus respectivos promocionales al aire.
Quiero aclarar que este sistema funciona de manera semiautomática. Así fue concebido en sus términos por el Comité de Radio y Televisión del instituto en su diseño y en las bases de licitación. Una tecnología totalmente automatizada no existe aún en el mercado mundial, por lo que, afortunadamente, todavía necesitamos del recurso humano.
Difícil decir, por lo tanto, que el monitoreo no funcionó, cuando los resultados están ahí y demuestran su eficacia, aunque algunas voces digan lo contrario, sin ninguna prueba fehaciente. Los siguientes datos hablan por sí solos:
—Las mil 474 señales mencionadas con anterioridad cumplieron con las pautas ordenadas por el IFE durante el periodo electoral.
—A través del sistema de verificación se dio cuenta acerca de posibles infracciones cometidas por concesionarios y permisionarios en radio y televisión.
—Lo anterior sirvió para que se emitieran 563 requerimientos de información sobre incumplimientos que detectó el sistema en la transmisión de promocionales.
—Se turnaron 52 denuncias debido a incumplimientos a la ley por parte de concesionarias y permisionarias, y se abrieron igual número de procedimientos legales con el fin de sancionar.
—El monitoreo proporcionó la totalidad de las grabaciones de 348 noticiarios, junto con la entrega de nueve reportes del 3 de mayo al 1 de julio de 2009.
El sistema funcionó, y funcionó bien, tanto en sus disposiciones técnicas como en la restricción del uso de recursos privados en la compra y venta de tiempo en radio y televisión, tal y como se viene haciendo en otras partes del mundo.
Es cierto que tuvo un costo elevado, alrededor de 26 millones de dólares, información que en todo momento se hizo transparente ante la opinión pública. Pero también es cierto que es una inversión por única vez, lo que algunos llaman gasto fundacional, es decir, a diferencia de lo que sucedía en procesos electorales anteriores en los que los pagos a las empresas se daban en cada elección, ahora esta inversión es perdurable. El grupo de sistemas que integran el SIATE no termina su razón de ser en el proceso electoral que finalizó hace unas semanas, sino que servirá para las elecciones locales venideras de 2010 y, en efecto, para las presidenciales de 2012.
Además, este sistema tiene un valor agregado importante. A través de la firma de convenios con todo tipo de instancias gubernamentales o académicas nacionales, se puede brindar acceso a una enorme base de audio y video, para realizar verificación de transmisiones, realizar investigaciones científicas, o bien, monitorear determinadas pautas de transmisión de promocionales.
El espíritu del sistema está en administrar los tiempos del Estado en radio y televisión, por lo que, evidentemente, es un bien nacional al servicio de todos y cada uno de los mexicanos.
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