lunes, 30 de agosto de 2010

LOS PRIMEROS INSURGENTES Y SU DIPLOMACIA (III-V)

HERMILIO LÓPEZ BASSOLS

Los primeros insurgentes, Hidalgo, López Rayón y Morelos comprendieron la necesidad de celebrar tratados de alianza con otros países, en vista de la importancia que para ellos tenían las relaciones internacionales para allegarse armas y fomentar el comercio que anteriormente se hacía a través de la metrópoli. En diciembre de 1810, el cura de Dolores envía a Estados Unidos a Pascasio Ortiz de Letona, originario de Guatemala, como "plenipotenciario y embajador cerca del Supremo Congreso de los Estados Unidos de América, con la misión de negociar con el Congreso de aquel país una alianza ofensiva-defensiva, tratados de comercio útil y lucroso para ambas naciones...y cuanto más conviene a la felicidad de ambas". En el poder conferido por Hidalgo a Ortiz de Letona, se dice: "resolvimos a toda costa vivir en libertad de hombres o morir tomando satisfacción de los insultos hechos a la nación."
Por desgracia dicha misión no llegó a concretarse, ya que Letona, cuando se dirigía a Veracruz para embarcarse a Estados Unidos, fue aprehendido por parecer sospechoso, y al encontrarse las credenciales diplomáticas como agente de la revolución, fue enviado a la junta de seguridad para ser juzgado, y el optó por suicidarse en el camino. Es así que, desde el inicio de la guerra de Independencia, existía una intención de vincularse con el mundo exterior por parte de los insurgentes. Pero era evidente la limitación de conocimientos del derecho internacional de la época y del protocolo que le acompañaba:
"Los revolucionarios mexicanos no aprovecharon las discordias ni las simpatías que la causa de la libertad americana provocó en los europeos; no enviaron al viejo mundo agentes diplomáticos o propagandistas que los representaran, ni se sabe que tuvieran siquiera el pensamiento de hacerlo...los primeros caudillos insurgentes, Hidalgo, Allende, Aldama, Rayón, no pensaron sino en la ayuda que pudieron haberles dado (y no les dieron) los Estados Unidos."
Posteriormente, se intentaron nuevos contactos con las autoridades políticas en Washington, en busca de la solidaridad y ayuda material para alcanzar la independencia. El sustituto de Ortiz de Letona, el licenciado Ignacio Aldama, nombrado por Allende, fue enviado de igual forma a Estados Unidos con barras de plata, "con el propósito doble de que adquiriera armamento y hombres útiles a la campaña", acompañado por el franciscano Salazar, pero fue capturado en el camino y más tarde fusilado en Monclova por el ejército realista. Entonces Hidalgo dio nombramiento al coronel José Bernardo Gutiérrez de Lara con el mismo objetivo que había sido enviado Aldama. "Había que atravesar las vastas tierras de Texas, de Arkansas, de Tennessee, de Kentucky y de Virginia, escalar montañas, pasar ríos y pantanos, y tras de mil dificultades llegar a Washington".
Fue así como prosiguió su viaje para entrevistarse con James Monroe. En una conversación sostenida entre el coronel, tercer enviado mexicano, y James Monroe, entonces secretario de Guerra estadunidense, éste último argumentaba que su gobierno apoyaría "con toda su fuerza la revolución de las provincias mexicanas." Dicho apoyo consistiría en proveer armas, municiones y soldados a cambio de que los insurgentes mexicanos "establecieran una constitución similar a la estadunidense y sólo así se admitirían en la confederación estas repúblicas." De esta manera se le manifestaron también a Gutiérrez Lara las ambiciones expansionistas estadunidenses y su interés por adquirir los territorios que se segregasen de España.
El plan de "agregación" fue mal recibido por el enviado mexicano, quien al escuchar semejante propuesta, salió molesto del despacho de Monroe, consciente de que Estados Unidos "nunca darían nada por nada." Al regresar a México, Gutiérrez de Lara, seguro del fracaso que sería nuevamente tratar de pedir apoyo a Estados Unidos, dejó el campo de la política internacional para meterse de lleno en la lucha armada, convencido de que serían las armas las que más eficaces triunfos dieran a la causa de la emancipación nacional.
Continuará...

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