martes, 10 de agosto de 2010

SIN TON NI SON

JORGE ALCOCER VILLANUEVA

Mañana tendrá lugar, en la Cámara de Diputados, un seminario para abordar "los temas críticos de la reforma electoral". Convocados por la Comisión de Gobernación de la propia Cámara, el IFE y el CIDE, participarán consejeros y funcionarios electorales, académicos y un subsecretario de Gobernación; el esfuerzo es de apreciar; se suma al trabajo que, desde el Senado, vienen realizando comisiones, especialistas e instituciones de investigación en la materia.
Destaca la ausencia de legisladores en las mesas; pues salvo en la primera, dedicada a los temas de radio y televisión, las demás estarán a cargo de funcionarios electorales y especialistas. Además del ya citado, los otros temas serán: procedimiento especial sancionador; credencial para votar y cédula de identidad, para concluir con el recuento de votos.
El asunto más crítico de la reforma ha sido el uso del tiempo oficial no asignado a los partidos políticos durante los procesos electorales. La Constitución ordena que, a partir del inicio de las precampañas, y hasta la conclusión de la jornada comicial, el IFE tenga a disposición todo el tiempo con que el Estado cuenta en radio y televisión (48 minutos diarios en cada estación y canal); la misma Constitución establece el tiempo que debe asignarse a los partidos políticos: durante las precampañas federales, 18 minutos diarios, y en campañas, 41 minutos. El tiempo restante queda a disposición del IFE. Durante el periodo de intercampañas, el IFE dispone de los 48 minutos de cada día.
En elecciones locales, no concurrentes con la federal, los partidos tienen para precampaña 12 minutos diarios, y en campañas 18; el resto del tiempo está a disposición del IFE.
Desde 2008 el IFE interpretó que solamente él, y otras autoridades electorales locales, pueden usar el tiempo no asignado a los partidos. El resultado ha sido una calamidad. En 2009, durante la precampaña federal, el IFE difundió 60 spots diarios propios, o de autoridades locales, en cada estación y canal; por 36 de los partidos; en intercampaña 96 diarios; en campaña 14, y en los últimos 4 días, 96. En elecciones locales, la calamidad es peor: en precampaña el IFE difunde, por sí mismo, o para las autoridades electorales locales, 72 spots diarios, por 24 de los partidos; en intercampañas, que son más largas, 96 diarios; en campaña 60, por 36 de partidos, y en los días finales, otra vez 96 spots diarios.
Somos el único país del mundo en que el árbitro se anuncia mucho más que los jugadores. "Yo voto por el IFE", me dijo un ciudadano en Zacatecas.
La calamidad tiene signo de pesos. La Constitución obliga a la suspensión de la propaganda gubernamental a partir del inicio de las campañas, pero como el IFE utiliza todo el tiempo oficial a partir del arranque de las precampañas, el gobierno compra tiempo, en televisión y radio, para mantener sus mensajes al aire. ¿Cuánto ha pagado el gobierno de Felipe Calderón por este motivo?
Otro problema son los bloqueos de señales en televisión. Una televisora nacional engañó al IFE diciendo que no podía bloquear en varios estados; comprobado que mintió, el IFE la multó, pero la Sala Superior le corrigió la plana, obligándolo a considerar elementos no contemplados en la ley, como la cobertura territorial de la señal y el potencial de audiencia. Si los magistrados de la Sala Superior insisten en esos criterios de sentencia, lo mejor es que asuman toda la responsabilidad y ellos mismos decidan el monto de la multa, en "plenitud de jurisdicción".
Los procedimientos especiales de sanción fueron convertidos en un laberinto por la Sala Superior del TEPJF. Donde el Cofipe dice "no", ellos interpretaron que dice "sí"; la inexperiencia, y los defectos de procedimiento, del secretario ejecutivo del IFE, han sido pretextos para enredar todo. Los magistrados de la Sala Superior aprueban, sin ton ni son, jurisprudencias que luego no saben cómo armonizar, mucho menos hacer valer.
La cédula de identidad es asunto más que explorado, sin resolver; el recuento de votos, es un riesgo para 2012.
Los problemas mayores no están en la ley, sino en quienes la aplican e interpretan.
Posdata: a la familia de Fidel Samaniego, mi solidaridad y sentido pésame.

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