jueves, 15 de octubre de 2009

MÉXICO Y EL RANGO DE LA UNAM

RAÚL CARRANCÁ Y RIVAS

Es innegable que toda calificación es subjetiva y circunstancial. La apreciación de algo o de alguien se halla sujeta, primero, a uno mismo que es quien aprecia y, segundo, a la circunstancia en la que uno está. Los premios y reconocimientos, por ejemplo, se otorgan en razón directa de esto. El hecho es que en su ranking anual sobre las universidades del mundo el diario inglés The Times clasificó a la nuestra, que tenía en 2008 el lugar 150, en el 190. Ya no somos para The Times la mejor universidad iberoamericana (quiero entender donde se habla español o portugués), pues ahora lo es la de Barcelona, aunque seguimos siendo la mejor de Latinoamérica; nuestra América de lengua española, portuguesa y mínimamente francesa. Lo ideal al respecto es estar entre las 100 mejores universidades del planeta, en la inteligencia de que se califican 17 mil instituciones de enseñanza superior. Con vista al ranking de The Times y de lo que significa por lo que hay detrás, yo me pregunto en mi condición de universitario mexicano qué es lo que somos para ellos. Mi pregunta va acompañada de una gran duda e interrogante, a saber, ¿por qué el famoso periódico inglés dejó fuera de las 100 mejores universidades del mundo a las de España, Francia e Italia? Junto elementos que añado a lo anteriormente escrito y llego a una posible conclusión: hay una marcada tendencia hacia lo anglosajón y un desdén o "desdeñoso desconocimiento" por lo que ha emergido en la historia de la península ibérica. Los criterios que para calificar ha utilizado The Times son de suyo extraños. Por ejemplo, tomar en cuenta la cantidad de egresados que tienen empleo en su profesión, o el número de profesores y estudiantes extranjeros, lo que con la evaluación de la investigación y de la enseñanza contribuye al 50 por ciento del resultado final. ¿Pero no es verdad que esto último va unido a condiciones económicas y sociales, e incluso políticas, que guardan poca relación con la calidad académica? Otro criterio es el de las entrevistas con académicos y profesionales graduados, cuya relatividad es evidente porque no todo académico o profesional reconoce y aprecia debidamente a su Alma Máter. No hay duda, en la clasificación de The Times predominan en los primeros lugares las universidades norteamericanas e inglesas seguidas de las anglófonas. Ahora bien, mi lectura de lo anterior es la siguiente. Hay una tendencia universal hacia la cultura anglosajona -aparte del dominio geográfico, económico o político que ella tenga- y toda proporción guardada hay una marcada apatía en la defensa de las culturas propias y si cabe el término autóctonas. En México son muy claros la inclinación a favor del anglosajonismo y el desdén por el humanismo de origen latino, afirmándose y defendiéndose "lo nuestro" con una pasmosa lentitud histórica. Nos anglosajonisamos dándonos cuenta y sin dándonos cuenta, por inercia. La televisión comercial, obviamente, es un factor decisivo en ello. Y si a pruebas vamos he allí los políticos, funcionarios, servidores públicos, excepcionalmente de izquierda o liberales, egresados en su mayoría de universidades norteamericanas, inglesas o anglófonas. La gran pregunta es qué papel juega la UNAM en este contexto. Y añádase la explosión demográfica de alumnos y profesores más la evidente política de animadversión hacia la UNAM -concretamente a las universidades públicas- en ciertos círculos del gobierno, negada y confirmada al mismo tiempo. Se quiere minuspreciar el papel de la Universidad en México. Por cierto, el criterio de The Times para calificar debería ser otro: el de la historia de una universidad, de su influencia en el país, de la obra y trayectoria de sus profesores, del número de sus egresados que han influido notoriamente en la vida nacional. La UNAM es la conciencia intelectual y moral de México, seguida por las demás universidades públicas. Yo sospecho como universitario que hay muchos intereses -pequeños, regulares, grandes- en México y fuera de México confabulados con el fin de abatir a la Máxima Casa de Estudios (por lo que representa en México y en Iberoamérica), como el que abate las velas de una embarcación para dejarla sin el impulso del viento. ¿Nos descalifican o disminuyen nuestro rango? ¿Somos nosotros los que descendemos de nivel o nos ven descendidos? Por supuesto que no somos perfectos, pero no nos engañemos. Así ven a México que, guste o no, está profundamente vinculado a su Universidad, en concreto a la UNAM. ¿Qué hacer? ¿Esforzarnos más, recuperar el sitio perdido en busca de uno mejor? Es que no hay que esforzarse de manera especial ni tampoco recuperar nada. Hay que seguir en lo que somos y como somos. The Times es un muy respetable periódico, pero su calidad de evaluador de nuestro rango universitario desconoce lo que es México, su realidad y su historia. Lo que de paso conviene a los obscurantistas de la cultura y de la política ligados estrechamente a un determinado modelo de sociedad consumista y capitalista. Por eso los rectores de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) han recurrido a la Cámara de Diputados con el objeto de buscar mayores recursos para la educación superior. Al efecto el Doctor José Narro Robles, rector de la UNAM, a propósito del anteproyecto de egresos propuesto por el titular del Poder Ejecutivo para 2010, y que le recorta a la educación un ocho por ciento, dijo textualmente: "No plantea sino un achicamiento de áreas que son extraordinariamente importantes. No sólo se debe resarcir lo que se ha disminuido sino que se debe incrementar de manera fundamental el presupuesto en estos campos".

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