miércoles, 21 de abril de 2010

¿SE SALVAN GRECIA Y EL EURO?

HERMILIO LÓPEZ BASSOLS

El Centro de Estudios Europeos, de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, realiza el VII Encuentro Interuniversitario de Estudios Europeos "Rumbo a la Sexta Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea: Una oportunidad para México". Participan académicos de la UNAM, la UAM y el ITAM tan acreditados como el Maestro Luis Antonio Huacuja, el Doctor Germán de la Reza, el Doctor José María Calderón, el Maestro Roberto Peña, el Doctor Jordi Bacaria y el Doctor Stephan Sberro. También presentarán ponencias funcionarios de la Cancillería y dará hoy una Conferencia Magistral la Sra. Marie-Anne Coninsx, jefa de la Delegación de la Unión Europea en México. El evento ha provocado un marcado interés entre los estudiantes y especialistas en la Unión Europea, mismos que, desafortunadamente, no son un número sustantivo por la indiferencia de ciertas instituciones a ese tema (¡en esta época todo es TLCAN!).Como lo he hecho ya múltiples veces, participé en el encuentro, ahora con un tema de completa actualidad: "La primera crisis del euro", en calidad de Profesor Titular de la materia "Derecho de la Unión Europea", en la Facultad de Derecho de la UNAM. En primer término, se plantearon algunas interrogantes para ser respondidas en la conferencia: ¿Por qué Grecia necesitó ayuda? ¿Por qué se ha demorado la ayuda? ¿Cómo ha llegado Grecia a esta situación? ¿Cuál fue la postura de Alemania como motor de Europa?Era difícil pensar que un país que cubre el 3 por ciento de la extensión territorial de Europa y el 2 por ciento de la población de la UE hubiere generado una acción concertada de Berlín, París, Bruselas y Washington. Eso hace pensar que existe un temor fundado de que esta crisis se pueda extender por los otros países mediterráneos e Irlanda. El gobierno de derecha de Karamanlis había sumido al país en una deuda pública cercana al 12 por ciento del PIB, mientras la media comunitaria es, por lo menos, de la mitad. En Grecia se da un fraude fiscal de alta envergadura. Se fue incrementando el gasto público en obras colosales, como fue la infraestructura para las Olimpiadas, y se fueron estrechando las opciones de diálogo que la juventud deseaba para reparar la gravedad de su crisis social. El Gobierno prefirió acabar por la fuerza con toda manifestación y luego sucumbió en las urnas ante el PASOK y el hijo del legendario Papandreu. Además, en forma tramposa se habían obtenido créditos de Wall Street -Morgan y Goldman Sachs-, de los que a la Unión Europea no se informó. Pero a la proximidad del vencimiento de deudas por 11 mil millones de euros, el Gobierno solicitó el apoyo de la Unión Europea.Contrito, Papandreu prometió la congelación de salarios en el sector público, recortes sociales, aumentos de impuestos y disciplina de su economía. Pero la Comisión Europea le exigió un informe más detallado y, ante la gravedad de los hechos, Francia y Alemania examinaron opciones de ayuda, en vista de que el Tratado de Lisboa, vigente, no tiene en sus artículos 122, 123, 124 y 125 un mecanismo específico de rescate para los Estados Miembros ni tampoco lo tiene el Eurogrupo que componen 16 países. La Canciller alemana se mostró reticente al rescate directo, argumentando que Grecia estaba en bancarrota por su propia indisciplina, que tenía, además, elecciones inminentes en Renania que podrían resultarle muy costosas y no quería sentar un precedente. Apareció entonces la lógica del Fondo Monetario Internacional, creado para tal efecto, pero los griegos en principio no lo aceptaban, ya que significaría severas tenazas a su economía y una ingerencia norteamericana en el espacio europeo.Los días transcurrieron y la Unión Monetaria se vio en complicaciones, por lo que finalmente, con Merkel a la cabeza, se acordó un plan de rescate de Grecia bajo dos mecanismos. Por una parte, los países de la eurozona pondrían en disponibilidad 30 mil millones de euros, correspondiendo a Alemania el 30 por ciento, Francia 21 por ciento, Italia 19 por ciento, España 12 por ciento, Holanda 6 por ciento, Bélgica 4 por ciento, Austria 3 por ciento y Portugal 2.6 por ceinto. Los restantes seis países, Finlandia, Irlanda, Eslovaquia, Eslovenia, Luxemburgo, Chipre y Malta, aportarían aproximadamente el 3 por ciento. Por otra parte, el FMI "pone a disposición" 15 mil millones de euros. Pero el compromiso fundamental es de Grecia, por vivir encima de sus posibilidades, y tendrá entonces en Atenas una especie de Contralor para verificar si las medidas ofrecidas se van cumpliendo.Así, ni quebró Grecia ni abandonó la eurozona como algunos lo deseaban, pero esto no significa que en fechas cercanas podríamos tener un efecto dominó en Portugal e Irlanda y más tarde quizá en España e Italia, como lo constaté personalmente en fechas recientes.

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