domingo, 16 de octubre de 2011

21 AÑOS DEL INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL

LEONARDO VALDÉS ZURITA

El 11 de octubre de 1990 se instaló por primera vez el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE). Bajo la expectativa de mayor imparcialidad en la organización de las elecciones federales, una generación de mexicanas y mexicanos han dedicado sus vidas a fortalecer el órgano depositario de la autoridad electoral federal.
A 21 años de su fundación, el IFE se consolida como un icono de la transición democrática de México y un organismo público autónomo que se afianza como referente nacional e internacional. Después de organizar siete elecciones federales con probada eficiencia, el IFE inició el pasado siete octubre el proceso electoral federal 2011-2012.
Una vez más la sociedad mexicana acudirá a las urnas el próximo 1° de julio a votar por la democracia, que es el camino que eligió para preservar las libertades y el ejercicio de los derechos humanos. Ahora votar constituye una práctica normal. Es el momento en que una voluntad ciudadana se une a otras para integrar gobiernos. Y es, también, una respuesta pacífica ante el encono y la violencia.
El IFE, nuevamente, está preparado para organizar los comicios federales más importantes de la época contemporánea. Aun en momentos de inconformidad y polarización derivados de la competencia electoral, quienes integran el Servicio Profesional Electoral y la rama administrativa del IFE muestran siempre su integridad, mesura y vocación de servicio. Y, sobre todo, probada responsabilidad e imparcialidad hacia los resultados electorales. El personal del IFE es imparcial frente a quien gana o pierde las elecciones. Su trabajo cumple estrictamente con lo que dispone la Constitución Política de México y la legislación electoral.
En modo alguno es una responsabilidad que se realice al margen de la legalidad. El proceso electoral comprende etapas y actividades. El único propósito del IFE es ofrecer la certeza y seguridad que la ley dispone para el ejercicio del voto, y atender las exigencias de equidad e imparcialidad en la competencia electoral.
En el marco de los comicios que renovarán la Presidencia y el Congreso de la Unión, la cohesión interna constituye la fortaleza de la autoridad electoral federal, y la colegialidad en la toma de decisiones representa el signo que distingue la gestión al interior del IFE. A la ciudadanía y a los sujetos regulados por la ley electoral, el IFE mostrará amplia disposición a escuchar sus inquietudes y atenderá todos los requerimientos de información que contribuyan a una mayor certeza durante las elecciones. Así, el derecho a la información, la transparencia y la rendición de cuentas marcarán la relación que mantenga el IFE con la sociedad. Como la institución ciudadana que tutela los derechos políticos, el IFE ejerce su autonomía sin presión alguna y al margen de todo interés particular. Organizará elecciones apegadas al derecho y contribuirá a que la ciudadanía se apropie nuevamente de los comicios que garantizan una renovación pacífica del poder público.
La confianza en la democracia permitirá la concurrencia a las 148 mil casillas que, aproximadamente, el IFE estima instalar el 1° de julio de 2012, así como la participación ciudadana como consejeros electorales, observadores electorales y funcionarios de casilla.
El IFE contará con un padrón electoral de alrededor de 80 millones de ciudadanos. Se producirán más de 251 millones de boletas electorales y más de un millón 200 mil actas para documentar la elección. Se aplicará por primera vez en una elección presidencial la ley electoral, producto de la reciente reforma constitucional, y una renovada reglamentación interna encaminada a ofrecer certeza en el recuento de votos y en el ejercicio del sufragio de las y los mexicanos residentes en el extranjero.
La participación ciudadana es lo más importante. El IFE necesita el respaldo de la sociedad mexicana en el trabajo de una institución que es patrimonio de todas y todos los mexicanos.

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