viernes, 23 de septiembre de 2011

¿LA DIPLOMACIA MEXICANA LE DA LA ESPALDA A PALESTINA?

HERMILIO LÓPEZ BASSOLS

En mis cuarenta años de vida diplomática, pocas veces había visto un escenario tan crispido en la ONU, y una posición tan errónea por parte de la cancillería mexicana y del propio presidente de la República como la que parece adoptarse estos días con respecto al reconocimiento del Estado Palestino dentro de esa Organización. Recuerdo que en el conflicto de Suez condenamos el uso de la fuerza occidental; luchamos contra viento y marea por la aprobación de la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados en 1974: por la Convención del Mar y la zona económica exclusiva; defendió Adolfo Aguilar Zinzer -que no la SRE- la no autorización del uso de la fuerza en Iraq y luego nuestros principios contenidos en la Constitución -artículo 89 X- languidecieron porque era más importante mantener una actitud servil hacia el Imperio por un tratado que nos resultó injusto y un trato que indigna. Nos alejamos penosamente de nuestra comunidad latinoamericana y sólo mantenemos cercanía política con Colombia -regímenes comparables, dentro y fuera- y Chile represor. Confiamos en una rectificación a partir del primero de diciembre de 2012, no para recuperar el liderazgo, porque nunca lo tuvimos, sino el respeto entre las naciones que se ha ausentado de nuestra política exterior "panista", hecha por diplomáticos "nylon" que sirven a todas las causas imaginables con reconocida torpeza, como es el caso de Honduras, Brasil, Cuba, etc.
Teníamos la oportunidad de recomponer el camino ajustando nuestra política exterior al derecho internacional que acabamos de pregonar su respeto en la ONU, y torcimos el camino cobardemente, se evaporó el principio de autodeterminación tantas veces reconocido en nuestra historia. Que nos indujo para adoptar el sendero de las grandes potencias y sus países "peleles", ignorando la más profunda razón histórica que fue la partición de Palestina en 1947 en la que sólo se creó un país: Israel, mismo que acometió inmediatamente a los más antiguos del lugar en furiosas guerras de rapiña, que incluyeron parte de Jerusalén y amplios territorios que ahora se pretenden legalizar en beneficio de la potencia ocupante.
La Autoridad Palestina presenta hoy en la Asamblea General su justo reclamo, reconocimiento de su calidad de Estado, pero ya quien hace un año -antes de que se pulverizara su política exterior- prometió apoyo, se retracta, y propone negociaciones imposibles de que fructifiquen por la campaña electoral que se avecina, donde el electorado sionista tiene un peso específico y presiona entre sus incondicionales para que no apoyen la resolución en la AG. No estamos hablando de una carta de solicitud al Consejo de Seguridad para el ingreso de Palestina a la ONU, eso por ahora, es imposible. Simplemente su status como observador (como el de la Santa Sede). En un esfuerzo de mediación, Sarkozy ha propuesto un cambio de método, otorgando el estatus deseado por Palestina ahora y dándose un término de un año para que satisfactoriamente se concluya negociaciones que es lo que Estados Unidos quiere poner por delante, a pesar de que fracasaría seguramente.
No hay duda de que en la diplomacia no hay triunfos totales por lo que parece razonable la propuesta francesa. El voto en el Consejo de Seguridad presenta veto de Estados Unidos y en contra de dos países dúctiles, Colombia y Bosnia Herzegovina, y seguramente a favor, China, Francia y Rusia, como África del Sur, Brasil, India, Líbano; Alemania y RU se abstendrían y de Gabón, Nigeria y Portugal se desconoce su posición final. Ante ese escenario, es de pensarse que no se llegará tan lejos. Entonces habrá que pensar qué se hará en la Asamblea General, donde ya Palestina cuenta con 126 votos de los 193 Estados. Querrá México quedarse aislado del Tercer Mundo al que el decreto de aquel tiempo no le impidió que continuara siéndolo.

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