lunes, 30 de noviembre de 2009

EL DESPEGUE BRASILEÑO (I-II)

HERMILIO LÓPEZ-BASSOLS

La política exterior de México sigue, como bien dijera Gustavo Iruegas, "inmóvil y sin sustancia", quién en su última entrevista antes de su fallecimiento, premonitoriamente dijera: "La presunta cercanía e interés hacia América Latina por parte de México es solamente una imagen pues su ocupación principal es agradar a Washington e insistir en una integración a la que ya nos respondieron con el nuevo muro fronterizo". En efecto así sucede hoy. Mientras otros países del continente tienen nuevos e interesantes horizontes que, a diferencia de México, no serán de controversia social, agudización de la pobreza y deplorable manejo de los asuntos del Estado. Chile y Uruguay se aproximan a elecciones donde probablemente ganará la izquierda y un exTupamaro, respectivamente. Bolivia tiene sólo un candidato, Evo Morales que seguramente arrasará y, por tanto, proseguirá con un importante giro hacia la izquierda que para él significa la soberanía plena de sus inmensos recursos naturales. En Colombia, Uribe encontrará dificultades obvias para su reelección a pesar del enorme apoyo que recibe de EU, la empresa privada y la Iglesia, sin que se apunte ninguna posibilidad de negociación con las FARC y sí de debilidad con el acuerdo que cede bases aéreas al uso del imperio. En estas circunstancias Brasil emerge como la gran potencia regional conducido por la hábil mano de Luis Inácio "Lula" da Silva quien dejará el poder el año próximo pero seguramente en manos confiables para posiblemente retornar en el otro mandato.Así se va cumpliendo el vaticinio de Goldman Sachs de 2003 respecto a que el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) serían piezas muy significativas hacia 2015 en el emergente mundo multipolar del siglo XXI. Hoy Brasil crece al ritmo del cinco por ciento anual -sólo le supera Bolivia- cuando ha descubierto importantes yacimientos petroleros en aguas profundas y penetra al inmenso interior de la Amazonia por tierras de cultivo, bosques y minerales. Se afirma que en cinco años Brasil superará al Reino Unido y a Francia como la quinta economía del mundo. Este no es un milagro sino el resultado de trabajo y esfuerzo de más de una década en que el Gobierno, empresas y trabajadores, han adoptado políticas económicas drásticas que en mucho le separan del neoliberalismo clásico imperante en el continente. Entre ellas la reducción del gasto gubernamental, la autonomía del Banco Central, la apertura al comercio internacional, tanto en la región como en África, Europa y Oriente. Además, adoptó políticas generosas en materia de inversión y varias de las industrias fundamentales del país fueron privatizadas. En esto hay que reconocer, el trabajo de Fernando H. Cardoso quien adoptó el real como moneda corriente, atajó la pirámide inflacionaria y adoptó como su sucesor a "Lula", una severa disciplina gubernamental (ausente en México), Asimismo, Brasil se sacudió en buena parte de su deuda exterior que estaba principalmente fincada en dólares, otro acierto de las administraciones brasileñas es el hecho de que la mayor parte de las reformas a la economía se impulsan y continúan en la siguiente administración independientemente de los partidos que apoyen al Presidente. Cuando se pensaba que la crisis global financiera iba a castigar el proyecto brasileño, "Lula" respondió que se habían tomado medidas que le permitieron salir poco dañado de la crisis, reduciendo las tasas de interés y manteniendo el valor de su moneda. Pero no hay que confundir la prosperidad brasileña proviene sólo de acciones del Estado y de la fortuna de yacimientos petroleros, hoy es el primer exportador de café, azúcar, pollos, res y jugo de naranja y también exporta vastas cantidades de soya y hierro, a la vez que sus bosques proveen importante cantidad de pulpa para papel en el mundo. Pronto podrá pensarse también en al exportación de etanol para automóviles.Así que cuando se agudice la insuficiencia en la producción de alimentos en el mundo, Brasil será un importante proveedor dado que ha impulsado el trabajo en el campo, los negocios familiares y también las inversiones extranjeras. Ahora el reto es preparar la infraestructura carretera para llevar sus productos a puertos hacia el mercado internacional.Examinaré en la próxima colaboración otros aspectos especialmente internacionales del boom brasileño, tales como su membresía en el Consejo de Seguridad, la construcción de UNASUR, sus alianzas estratégicas con diferentes países del mundo, su negociación del Tratado con la Unión Europea, etcétera.

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