jueves, 23 de febrero de 2012

COMO TELEVISA NO HAY DOS

PURIFICACIÓN CARPINTEYRO

No deja de sorprender la coincidencia con la que cada vez que se contrarían los intereses del poderoso grupo, los responsables pasan a ser protagonistas de un linchamiento mediático que, en el mejor de los casos, conduce a su renuncia del cargo -si se trata de un funcionario público, y en el peor, terminan en prisión.
Isaac Saba, Santiago Creel, Simón Charaf, Alejandro Junco, el ISSSTE, el Instituto Federal Electoral, entre otros casos menos notorios, comparten algo en común. Cada uno de ellos protagonizó algún escándalo incendiado directa o indirectamente por la televisora, justo cuando se atrevieron a contravenir los deseos del todopoderoso grupo. Y aunque son demasiados los ejemplos para creer en coincidencias, tarde o temprano, alguien les pisará un callo y pasará a ser la siguiente víctima de otro linchamiento mediático.
La comprobación científica de una teoría resulta de la obtención del mismo resultado ante la aplicación de la misma fórmula. Así, fuera de los "sospechosismos" que tanto disgustan a las autoridades, es posible comprobar que cualquiera que ataque o contraríe a Televisa será protagonista de algún escándalo, aunque se lo tengan que inventar.
Si los casos citados no son evidencia suficiente, hay dos recientes que comprueban la tesis:
Hace unas semanas, justo antes de que la Comisión Federal de Competencia decidiera negar su aprobación a la compra del 50 por ciento de Iusacell por Televisa, su presidente, Eduardo Pérez Motta, pasó a ser el "villano" de la comedia noticiosa. Pérez Motta inclusive llegó a denunciar públicamente ser objeto de presiones por las televisoras para forzar su voto.
Otro caso es el del presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Mony de Swaan, que, en cumplimiento de la responsabilidad a su cargo, desde el año pasado impulsó acciones tendientes a la licitación de hasta dos cadenas de televisión abierta para competir con Televisa y TV Azteca, que juntas detentan el 95 por ciento de las señales de televisión abierta en México.
Como resultado de esos esfuerzos, en noviembre del año pasado la Cofetel lanzó una consulta pública para allegarse de opiniones en relación con la necesidad de licitar nuevas cadenas de televisión. Este ejercicio propició la acción ciudadana, que masivamente se avocó a manifestar su opinión apoyando la posibilidad de que aparezca competencia frente al duopolio televisivo.
Pero días antes de que De Swaan diera a conocer los resultados de la consulta, la agencia noticiosa Reuters publicó una nota en contra del funcionario, acusándolo de aprobar contratos irregulares y tráfico de influencias. Es de destacar que en dicha nota del 16 de diciembre pasado, los mismos autores escriben que "no hay evidencia de que de Swaan recibió beneficio financiero por los contratos...". "Pero generan cuestionamientos acerca de su juicio".
Con esas pruebas, es decir, con las aportadas por la nota de Reuters -en la que se especifica que "no hay evidencia"-, un quijote gris se envolvió en la bandera de la honorabilidad, y el mismo día en que Mony de Swaan presentaba ante el Pleno de la Cofetel el programa de licitaciones para la tercera cadena de televisión, el diputado César Augusto Santiago demandó un punto de acuerdo en la Comisión de Función Pública de la Cámara de Diputados para exigir la comparecencia del funcionario para explicar las contrataciones irregulares y exigir su renuncia. Todo un linchamiento mediático al que De Swaan tendría que someterse por atentar contra los intereses de las televisoras, que claman por competencia pero en el monopolio ajeno.
Pero el linchamiento no fue ya tan necesario. En lamentables condiciones de falta de trasparencia en la votación, con cuatro a favor y uno en contra -el de De Swaan-, el Pleno de Cofetel decidió aplazar indefinidamente la votación del programa de licitaciones y la transición a la televisión digital. También la comparecencia de De Swaan, fijada para ayer, se vio frustrada. Ya con la presencia del funcionario, los diputados la cancelaron ahí.
Sin embargo, la amenaza está latente. Suena en las plumas que invariablemente defienden o atacan a discreción, a cualquiera que ose atentar contra los intereses de las televisoras; suena en las tribunas públicas, en voz de los incautos que por contubernio o ingenuidad se prestan a ser victimarios de aquellos que tienen por única culpa hacer su trabajo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se por qué,la pelicula de;Loret de Mola,sin quitar la vedad de el tema,me huele a otro ataque Televisivo a quien ve que pierde poder para sus intereses.Recordemos que no hace mucho,la union de estos pillos,lanzaron a los cuatro vientos la mamada de:"educacion con calidad",Obviamente habia muuuchos billetes de por medio para uno y otro pillo.¡ ¿Que piensas tú Hermosa Puri? !