La Unión Europea sufre la primera sacudida de su moneda, el euro, moneda corriente en 16 de 27 países de la Unión. Esto puso en alarma a Bruselas y, de paso, a otras economías que se encuentran en riesgo como la española, la portuguesa y la irlandesa ("la crisis med...iterránea"). Antes, España tuvo una importante baja en la Bolsa que repercutió en el euro, el que tuvo su cotización más baja desde principios del año pasado (nació a .80 y llegó a 1.50 por dólar, ahora está débil en 1.38). El fenómeno también puso en alerta a Estados Unidos al momento que se supo que los banqueros de este país, Morgan y compañía, habían concedido préstamos al gobierno de derecha de Karamanlis y éste no los había reportado, como era su responsabilidad, al Banco Central Europeo. Para Grecia, la inestabilidad no era desconocida desde hace más de un año, cuando los universitarios en Atenas se manifestaron contra el gobierno por la muerte de un estudiante y por las medidas económicas que adoptaba. Antes, había dado rienda suelta a los préstamos para la construcción de los escenarios de los Juegos Olímpicos que se celebraron en ese país. Autopistas, aeropuertos y una remozada a la capital, especialmente alrededor de las dos grandes plazas, Democracia y Constitución y de la Acrópolis. (Sudáfrica tendrá que tener una gran cautela, lo decimos desde hoy). En octubre pasado volvió al poder el PASOK, que dirige el hijo del gran caudillo de izquierda, Georgios Papandreou. Era de esperarse entonces que el nuevo presidente del Consejo, Van Rompuy, tomara cartas en el asunto inmediatamente, convocando a una Cumbre de Ministros de Economía de los 27 y también de algunos mandatarios como Sarkozy y Merkel, en quienes recaería la mayor responsabilidad del rescate. España quiso jugar un papel protagónico aduciendo que presidía a la Unión en este semestre, pero diplomáticamente fue apartada del caso en vista de que en su propio tejado también hay serios problemas financieros. Era de esperarse esta crisis, dado que solamente la tercera parte de su deuda era griega y los otros acreedores principales son: Reino Unido, Francia y Alemania. En un principio se pensó que el rescate podría venir tanto de los países poderosos de la Unión Europea, léase Francia y Alemania, y también del Fondo Monetario Internacional, que entre sus responsabilidades está esa, pero el acuerdo fue diferente, aunque no conocemos exactamente los términos del documento que obliga a Grecia. Los puntos principales de la acción del Gobierno griego comprometido para una primera revisión en marzo son una rigurosa disminución del déficit fiscal, el aumento de la tasa impositiva, la reducción de salarios, el aumento de la edad efectiva de jubilación y recortes al sector público. Éstas son medidas draconianas para un país que acusa más del 11 por ciento de desempleo y 28 por ciento de jóvenes entre 15 y 24 años y que siniestramente escondió su deuda con Estados Unidos, que en total suma más del 12 por ciento, es decir, más de cuatro veces lo que permite la UE. (Se me ocurre que si Grecia exigiera una cooperación a las archiricas familias Onassis y Niarchos, dueñas de un alto porcentaje de embarcaciones con bandera de conveniencia, la situación se podría aliviar en cierta forma). Esto significa que la gestión, apenas iniciada de Papandreou, va a darse dentro de un plano de una enérgica austeridad y fiscalización internacional. Alemania no hace un importante desembolso por ahora porque pese a que el gobierno de Merkel tiene una amplia mayoría, no es la misma que la que gozó en su primer mandato. Por su parte, el presidente francés, fiel a su conducta, ofrece muchas cosas y cumple sólo algunas.Así, la Unión Europea demuestra su voluntad decidida por actuar, eliminando todo riesgo que ponga en peligro el funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria, piedra angular de la casa europea. Dentro de la gravedad del asunto griego que podría caminar a la caída de otras piezas del dominó, la troika: Merkel, Papandreou, Sarkozy, sale a flote en el momento en el que apareció una peligrosa grieta en uno de los países que negoció su ingreso a la UE bajo el concepto "todo lo que me den es bueno". Cualquier analista serio el día de hoy en México -que no son muchos- tendrá que ver con ojos muy atentos lo que está aconteciendo en nuestro país, que si bien no está construido financieramente como los países de la eurozona, sí es blanco, especialmente en estos últimos años con el desastroso mandato presidencial, de una perturbación financiera grave y el desplome de una moneda artificialmente sostenida ¿por instrucciones de...?
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