viernes, 5 de febrero de 2010

CANDIL CALLEJERO

SERGIO AGUAYO QUESADA
Es vergonzoso que el Presidente y el procurador se embarquen en una cruzada retrógrada mientras se desentienden de lo que debería ser su prioridad: darnos seguridad.
La masacre de estudiantes en Ciudad Juárez se debe a la ineptitud del aparato de seguridad. Ofende que, mientras se multiplican las matanzas, la Procuraduría se dedique a elaborar y presentar una acción de inconstitucionalidad contra la decisión de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo y que respalde al PRI campechano en su empeño por hacer retroceder la transparencia.
El procurador Arturo Chávez Chávez no actúa a partir de arrebatos místicos; obedece instrucciones del presidente de la República. Para entender la densidad que tiene el conservadurismo panista bosquejo su trayectoria. Desde su nacimiento y por un largo tiempo el PAN encarnó al conservadurismo. En los ochenta se desplazó hacia el centro y eso le permitió llegar a acuerdos fundamentales para la transición.
Por eso fue que aceptaron la propuesta de Heberto Castillo para unirse con la izquierda en la defensa del voto. Luis H. Álvarez ejemplifica ese espíritu cuando afirmó, en un texto de 1986 sobre el entendimiento con sus opuestos, que "lo verdaderamente importante es no anclar la mirada en las diferencias supuestas o reales que nos separan, sino en identificar los puntos de coincidencia que permitan la acción común necesaria" (La Nación, núm. 1716, 1o. de octubre de 1986).
Ese impulso resultó fundamental para la llegada del PAN a Los Pinos en el año 2000. Una vez instalados en la cúspide del poder político, empezó el regreso a los orígenes. Calderón heredó de Fox la determinación de frenar a la izquierda a toda costa y eso provocó una polarización que llevó a la confrontación de dos modelos económicos antagónicos. En el spot panista conocido como "Ladrillos", que más efecto tuvo en la campaña presidencial, calificaron a López Obrador como "un peligro para México" al identificarlo con los cuatro jinetes del apocalipsis económico: deuda pública, devaluación, desempleo y crisis.
Calderón llegó a la Presidencia con su legitimidad revolcada y decidió seguir la estrategia de quien viviera una situación parecida. Para Carlos Salinas ser moderno también era hostigar, atacar y tolerar los asesinatos de militantes de la izquierda. Felipe Calderón tiene fama de irascible, pero ha logrado canalizar su energía negativa emulando a Salinas. Para combatir los nexos entre gobernantes y crimen organizado encarceló a funcionarios y alcaldes michoacanos (buena parte de los cuales han sido liberados), pero se toma la foto con Mario Marín, un gobernador amigo de redes de pederastas. Interpuso una acción de inconstitucionalidad contra la interrupción legal del embarazo, pero protegió dentro del cuerpo diplomático al personero de Elba Esther Gordillo que fue atrapado en la utilización de recursos de la Lotería Nacional para apoyar a un candidato del PAN. Desapareció la compañía Luz y Fuerza del Centro, pero mima a líderes sindicales que destrozan la educación y Petróleos Mexicanos.
A medida que avanza el sexenio está siguiendo los pasos de Luis Echeverría y José López Portillo. Si los compadres mitigaron su impotencia con una parranda en el palenque de la estridencia izquierdista, Calderón saca sus frustraciones alimentando la hoguera del conservadurismo retrógrada. Además de presentar la acción de inconstitucionalidad antes mencionada, se lanzó contra el derecho de todo ciudadano a la información y a la transparencia al respaldar una iniciativa del priismo campechano que permitirá a las autoridades impugnar ante tribunales las resoluciones de los organismos públicos de transparencia. Sería un golpe durísimo para el Instituto Federal de Acceso a la Información que, pese a todo, simboliza la única reforma de fondo lograda por el panismo a favor de la democracia.
Una de las razones es electoral. La estrategia de Calderón pareciera ser la de transformar la elección de 2012 en un referendo sobre el papel de las creencias religiosas en la arquitectura básica del Estado-nación. A este paso, el dilema estará en refrendar la República laica o aceptar que el poder será compartido por la teocracia, los potentados económicos y el crimen organizado.

La miscelánea
Raúl Gutiérrez y Montero es un guanajuatense que defiende sus derechos y eso disgusta a las burocracias con mentalidad medieval. En el trámite de su jubilación ante el Instituto Mexicano del Seguro Social se quejó por los maltratos a los derechohabientes y jubilados. La subdelegación del IMSS en León lo castigó dándole una pensión menor. Aunque la Secretaría de la Función Pública ya le dio la razón, ahora tendrá que litigar ¡entre 2 y 4 años! en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Una pregunta para Daniel Karam, director general del IMSS, ¿ésta es la forma como su institución interpreta el cambio?

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