sábado, 27 de marzo de 2010

I ENCUENTRO DE FACULTADES DE DERECHO IBEROAMÉRICA-ESPAÑA

HERMILIO LÓPEZ BASSOLS

Barcelona, España. La semana pasada se celebró en esta ciudad el I Encuentro de Facultades de Derecho Iberoamérica-España, para examinar los desafíos y oportunidades para la educación jurídica y las instituciones que la imparten, que derivan de la globalización. Participaron las cuatro universidades más importantes de España (4 A), representadas por su Rector o por el Decano de la Facultad de Derecho, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Carlos III, la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona (sede del evento). Participaron también la Universidad Autónoma de Colombia, la Universidad Católica del Perú, la Universidad de Puerto Rico, la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile), la Universidad de Palermo (Argentina), la Universidad de la Rioja (España), la Universidad de Brasilia, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad del Pacífico (Lima), la Universidad Externado de Colombia, la Universidad de la Plata, el ITAM, la Universidad de Chile, la Universidad Diego Portales (Chile), la Universidad Católica de Río de Janeiro, la Universidad Torcuato Di Tella (Buenos Aires), el Tec de Monterrey, la Universidad de San Andrés (Buenos Aires), la Fundación Getulio Vargas de Sao Paulo y la Universidad Nacional Autónoma de México. Por parte de nuestra máxima casa de estudios participamos el Doctor Ruperto Patiño Manffer, director de la Facultad de Derecho, y el que esto escribe.
De las ponencias que se presentaron destaca la del Rector de la Universidad Diego Portales, sobre la globalización y su impacto en la enseñanza del Derecho. A ella me referiré. Nadie duda que la enseñanza del Derecho está en vías de transformarse, como consecuencia del conjunto de procesos que toman el nombre de globalización. A fines de la década pasada se señaló que hubo tres olas en la teoría de la globalización. La primera, globalista, que pretendía demoler el peso y la influencia de los Estados nacionales; la segunda, la escéptica, que sugiere que la economía se ha internacionalizado y que los Estados nacionales siguen siendo agentes de importancia, y la tercera, transformacionalista, sugiere que es un proceso diferenciado que estratifica los Estados nacionales y da posibilidad de una soberanía compartida bajo la forma de democracia cosmopolita. Hoy se puede perfectamente distinguir a la globalización de otros fenómenos que suelen estar asociados a ella como el desarrollo de redes o intercambios y la construcción de espacios comunes entre entidades nacionales. Pero, ¿qué tiene de peculiar este proceso para que los juristas se ocupen de él? Sin duda, que sacude la cultura legal de los países continentales -entre ellos América Latina-. ¿Cuáles son los fenómenos que, relacionados con la globalización, inducen cambios de importancia en la enseñanza del Derecho? Dice el Doctor Peña que se pueden ubicar cuatro fenómenos: El cambio en la economía política de las escuelas de Derecho, la masificación de las profesiones, la expansión del Derecho norteamericano y el surgimiento de lo que se podría denominar las profesiones globales. Primero, las universidades están transitando de un sistema de financiamiento con cargo a rentas generales a uno que se financia con recursos privados. Es así que hoy casi todos los países europeos y una buena parte de los latinoamericanos, en menos de 20 años, han duplicado el gasto privado. Por otra parte, vivimos un proceso de masificación de las profesiones y en especial la de la abogacía. Brasil ha duplicado su número en menos de 30 años. Además, los empleadores principian a utilizar sistemas de selección en base a competencias, por lo que gran parte de los egresados que no tienen estudios organizados empresarialmente quedan al margen del mercado laboral. Hoy hay que promover una educación preocupada de las destrezas y no sólo de los conceptos y, además, vincular a las escuelas de Derecho con estudios profesionales y diseñar un nuevo currículum equilibrado (esto en parte es el proceso de Bolonia). En cuanto al tercer fenómeno, se da la expansión del Derecho americano y más bien de un tipo de cultura legal. Existen hoy competencia, destrezas, reglas e instituciones que el futuro abogado debe conocer para tener éxito en el entorno en el que se desenvolverá. Finalmente, se señaló el surgimiento de lo que podría llamarse una profesión global. Ahora existe en la UE el libre comercio profesional, lo que exige una homogenización en los sistemas de formación profesional. Además, han aparecido entidades de naturaleza supranacional. El autor nos propone que la principal amenaza de la globalización en las escuelas de Derecho es la "comodificación del derecho", visto este como una mercancía sin significado cultural y político que fuera solamente suma de destrezas, conocimientos y habilidades destinados a apoyar la expansión del mercado y el intercambio. Pero las escuelas de Derecho no pueden olvidar que su tarea es influir en la fisonomía política y cultural de las comunidades de las que forman parte y que sólo así podrán transformar los desafíos de la globalización en una cuestión benigna y constructiva.

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